altLos periodistas de TVE denuncian la manipulación informativa progubernamental

 

 

En tiempos del franquismo, antes de la difusión en España de los televisores, la radio emitía “el parte”, un espacio informativo de notoria finalidad propagandística cuya denominación evocaba los días de la “Cruzada”. Era otra época y otro régimen, se dirá con razón el lector. Sin embargo, como los políticos en general parecen especialmente sensibles a la imitación de los malos ejemplos cuando estos les reportan beneficio partidista, y dado que el partido gubernamental ya demostró una afición singular por el intervencionismo informativo en su anterior andadura ejecutiva, no resulta aventurado sospechar que está reviviendo esa comezón manipuladora, públicamente denunciada por el Consejo de Informativos de Televisión Española (TVE). 

 

 

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El Consejo de Informativos de TVE es un órgano de participación destinado a garantizar el control interno, la defensa de la independencia profesional, la promoción de la independencia editorial y el amparo de los profesionales de la información de la televisión pública estatal. Entre sus funciones figura informar al Consejo de Administración acerca de las posibles manipulaciones y malas prácticas informativas que se den en la entidad. Además, el Consejo de Informativos debe ser consultados por la dirección de TVE, aunque sin carácter vinculante, antes del nombramiento de los directores de los Servicios Informativos.

 

El pasado octubre, los profesionales de la información de TVE hicieron público un comunicado de denuncia contra la manipulación progubernamental de los contenidos de los programas informativos de la televisión estatal. Sobre ese asunto y otros temas polémicos referentes a TVE –como las directrices aplicadas a sus informativos, los problemas presupuestarios y la calidad general de los programación– preguntamos al presidente de su Consejo de Informativos, Alejandro Caballero Mateos (Madrid, 1961), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y trabajador de TVE desde 1985; actualmente ejerce como redactor del Área de Cultura de los servicios informativos.

 

 

Pregunta: El 15 de octubre de 2014, los consejos de informativos de TVE e Interactivos RTVE denunciaron una “situación límite”, provocada por “la utilización partidista y progubernamental de los Servicios Informativos del medio público en el que trabajamos”. ¿Cómo se materializa en el trabajo cotidiano de la Redacción de informativos esa utilización partidista

 

Alejandro Caballero:A lo largo de los dos años de mandato de los actuales consejos de informativos hemos ido documentando esa utilización partidista y progubernamental a través de continuadas malas prácticas profesionales, que se han ejercido, fundamentalmente, desde los principales responsables editoriales (los cuales han sido libremente designados, debido a que no existe una regulación de la carrera profesional en RTVE). Esas malas prácticas pueden resumirse, tal y como textualmente indicamos al Consejo de Administración en el Informe Anual de 2013, en «la reducción de la pluralidad de voces, temas y enfoques, la no inclusión de noticias relevantes, la inclinación a evitar o minimizar las noticias polémicas para el gobierno, las informaciones fragmentadas y sin contexto, el escaso tiempo y poca profundidad en el tratamiento de asuntos polémicos«. Este panorama se fue agravando en 2014, hasta el punto de vernos en la obligación de realizar la denuncia pública a la que aludes en tu pregunta.

 

Puedo afirmar con conocimiento de causa que desde la Redacción de Informativos de TVE, los profesionales han peleado y pelean a diario sus textos, sus piezas, sus totales… En algunos casos incluso han llegado a retirar sus firmas o su voz de las informaciones. Pero la decisión final es de esos responsables editoriales de libre designación. Hay que recordar que la Redacción, en su conjunto, es la misma que no hace mucho tiempo recibió todo tipo de elogios por su trabajo independiente y de calidad.

 

¿Ha habido represalias internas contra profesionales que se hayan manifestado reacios a ser manipulados?

 

Podemos hablar de represalias de bajo nivel. Es decir, algunos de esos profesionales se han visto apartados de puestos informativos que podríamos adjetivar como de primera línea. No se les ha mandado al ostracismo, pero ahora ejercen su labor en puestos menos comprometidos. Algunos, de hecho, fueron apartados nada más llegar la nueva dirección, en 2012, incluso antes de poder manifestarse reacios a ser manipulados. Seguramente se debe esto a que su calidad profesional y humana, que era de todos conocida, hacía previsible que no lo tolerarían. Otros lo han sufrido después, cuando han decidido retirar su firma o mantener una actitud profesional ante los intentos de injerencia en su trabajo. De nuevo hay que reivindicar aquí el establecimiento de una carrera profesional.

 

El 4 de noviembre de 2014, los profesionales de la información de TVE reprobaron el nombramiento de José Antonio Álvarez Gudín como jefe de Informativos de la entidad. ¿Cuáles son las principales razones para oponerse a este nombramiento?

 

Para empezar hay una razón de peso, y es que una gran mayoría de la Redacción expresó su desacuerdo en un referéndum. Después, el Consejo de Informativos tiene que considerar que la persona propuesta para dirigir los Servicios Informativos ha de ser rigurosa en el cumplimiento de nuestra legislación, y en especial del Estatuto de Información de la Corporación RTVE en lo referente a sus artículos 8, 35 y 37. En esos artículos nos obligamos a ofrecer a la sociedad información con veracidad, objetividad e imparcialidad, separando la opinión de la información; de igual modo nos exigimos un director no solo con experiencia periodística acreditada, sino también con conocimiento del medio; y en ese articulado se impone a dicho director la obligación de defender la independencia de los profesionales de la información audiovisual frente a injerencias internas o externas.

 

Además, el Consejo siempre ha defendido que, en igualdad de méritos, es preferible que los directivos de TVE sean trabajadores de plantilla de la empresa. Un requisito que ante la situación económica actual, no sólo de la Corporación sino del país en general, nos parece más necesario que nunca.

 

A vuestro juicio, ¿en el nombramiento de Álvarez Gudín pesaban más los motivos políticos –o mejor dicho, partidistas– que las consideraciones estrictamente profesionales? ¿Está ligado a la manipulación informativa antes comentada?

 

Es una sospecha razonable, teniendo en cuenta su trayectoria como jefe de opinión del diario La Razón, o como tertuliano en diferentes programas de radio y televisión. Pero también creo que hay que dar tiempo suficiente como para poder pronunciarse en un sentido u otro. En los próximos meses veremos cuáles son sus intenciones y cuáles las causas que llevaron a su nombramiento. Personalmente no soy muy optimista, pero prefiero ser cauto y esperar a ver cómo ejerce su labor desde un punto de vista estrictamente profesional.

 

Reivindicáis la competencia de los profesionales de TVE para asumir cualquier cargo de responsabilidad. ¿El hecho de que se contrate personal externo para estas tareas implica que el gobierno considera ineficaz al personal de TVE? ¿O tal vez le teme, por díscolo?

 

Efectivamente. Ya lo he dicho antes. Los Consejos de Informativos (tanto este como sus predecesores) han expresado siempre su defensa de los profesionales que ya trabajan dentro de la plantilla. Es más, creo que no es casual que uno de los períodos más brillantes de los Servicios Informativos de TVE haya sido protagonizado por un trabajador de la casa.

 

Seguramente existe una razón para contratar a personal externo en cargos de responsabilidad, pero no tiene nada que ver con la profesionalidad. Creo que se relaciona, de entrada, con que la independencia de esa persona queda comprometida por la deuda que adquiere con quien le realiza ese contrato.

 

No obstante, no quisiera generalizar y extender una sospecha universal, porque también nos hemos encontrado en la historia reciente con grandes profesionales que han sido capaces de mantener esa independencia sin tener en cuenta deudas o facturas. El problema es, en nuestra opinión, de sistema y no de personas. Si existiera y se desarrollase un sistema de carrera profesional, la independencia de las personas estaría más garantizada.

 

La manipulación informativa ya fue caballo de batalla público durante los gobiernos de José María Aznar. La pregunta es comprometida a nivel personal, pero la hago igualmente: a tu entender, ¿los ejecutivos del PP han ejercido mayor presión sobre los informativos de los medios de comunicación públicos de alcance estatal que los gobiernos del PSOE?

 

No se puede decir que un partido u otro haya sido más manipulador o menos. En mi experiencia se han vivido épocas con ambos partidos en las que se ha puesto la radiotelevisión pública al servicio del gobierno. Es cierto que eran tiempos diferentes; que incluso la cultura democrática de nuestro país aún estaba, por así decirlo, en pañales. Pero eso no sirve de justificación, porque nuestra Constitución ya establecía una serie de principios con respecto a la libertad de expresión e información que han tardado demasiado tiempo en ser desarrollados. Creo que es justo decir que el mayor avance con respecto a la radiotelevisión de titularidad estatal se produjo en la legislatura pasada, con una Ley y un Estatuto de Información que desarrollan los deberes y derechos de los profesionales en un marco legislativo comparable al de nuestro entorno socioeconómico y político. La modificación de esa Ley al principio de esta legislatura, por la que se eliminó la obligatoriedad de consenso en la elección del Presidente de la Corporación RTVE, fue un grave paso atrás que, esperamos, pronto pueda ser revertido por el partido político que elijan los españoles para gobernarnos en el futuro inmediato, sea el que sea.

 

¿La opinión del Consejo de Informativos debería ser vinculante o, al menos, debería tener mayor influencia sobre las decisiones de la dirección de TVE?

 

Es un asunto complejo. Creemos que existen determinados asuntos en los que la opinión de los profesionales debería tener más peso específico, por ejemplo en el desarrollo de una carrera profesional. Pero comprendo que la labor fundamental del Consejo de Informativos debe ser de asesoría. El problema es que el Consejo de Administración y las direcciones de informativos, en muchos casos nos contemplan como adversarios y no como colaboradores en la obra de crear unos telediarios o unos programas informativos excelentes. En muy pocas ocasiones –y siempre tarde y mal– nos han hecho caso cuando hemos advertido sobre determinadas malas prácticas o acerca del perfil inconveniente de determinados nombramientos. Antes me he referido al informe anual que el Estatuto nos obliga a elevar ante el citado Consejo de Administración; pues bien, en el informe de 2013, como he dicho, advertíamos de muchos de los problemas que a lo largo del 2014, lejos de solucionarse, se han profundizado.

 

También cabe hablar de los informes preceptivos que debemos elaborar para los nombramientos de directivos y responsables editoriales. Tenemos que denunciar que, saltándose el espíritu del Estatuto, esos nombramientos nos son comunicados cinco minutos antes de hacerlos públicos bajo la fórmula artificial de que «son propuestos«. Al hacerlos públicos, prácticamente se dan por hechos y nuestro informe, por muy preceptivo que sea, ya no va a tener ninguna influencia sobre la decisión, con lo que de hecho se convierte en papel mojado. Tenemos la sensación, y la convicción, de que para las direcciones y el Consejo de Administración esa notificación solo es un latoso trámite que preferirían no cumplir.

 

Aparte de lo comentado en las preguntas anteriores, ¿de qué otros problemas adolecen hoy los servicios informativos de TVE?

 

Al margen de los problemas estrictamente profesionales de que ya hemos hablado, tenemos los mismos problemas que la sociedad, directamente relacionados con la crisis económica. Para poder hablar de independencia tendríamos que empezar con la garantía de una financiación estable. Ambas cosas van ligadas, no se puede ser independiente si no se tiene garantizado el dinero para ejercer la función de radiotelevisión pública al servicio de los ciudadanos.

 

RTVE tiene por obligación una estructura territorial, e incluso internacional, que es imprescindible más allá de su función como medio de comunicación, pues contribuye de hecho a la vertebración saludable de nuestro país, pero que no es rentable desde un punto de vista estrictamente capitalista. La sociedad tiene que ser consciente de ese valor. Los ciudadanos deben asumir que cuesta dinero disponer de una radiotelevisión pública que cubra todo el territorio, que sea independiente y a su servicio, y que pueda ser enarbolada con el orgullo con el que, por ejemplo, los británicos enarbolan su BBC… Lo fundamental es que esos mismos ciudadanos no lleguen a la conclusión de que su dinero se emplea para financiar una televisión o una radio de partido o de gobierno.

 

Más que un problema, también tenemos un reto por delante, como es adaptarnos a la irrupción de las nuevas tecnologías y las redes sociales en la cotidianeidad de la gente. Pero para eso es imprescindible poder trabajar pensando en esa gente, en esos ciudadanos, y no en el gobierno de turno.

 

Como complemento a la pregunta anterior: ¿qué soluciones perentorias exigen, a tu juicio, esos problemas? O dicho de otro modo: ¿qué medidas tomarías para solucionarlos?

 

Si conseguimos convencer a la sociedad de la pertinencia y necesidad de contar con una radiotelevisión de titularidad estatal independiente, lo primero sería garantizar por Ley una financiación estable, no sólo con un techo de gasto, sino también con un suelo que impida que ningún gobierno pueda apretar la garganta de la Corporación para ponerla a su servicio, reduciendo –como se ha hecho– hasta un 40 % su dotación presupuestaria.

 

Si se legisla para garantizar la independencia de los profesionales ante el poder político, y se dota a la Corporación de la financiación suficiente para cumplir con sus objetivos, estaríamos en el mejor camino para solucionar todos los problemas.

 

Desde una perspectiva más general: los partidarios de la privatización a ultranza tildan a los medios de comunicación públicos de derrochadores y ruinosos. Para librarse de este sambenito, los gestores de los medios de comunicación públicos, en especial TVE, han entrado más de una vez en guerras de audiencia con programas de dudosa calidad…

 

Esos mismos partidarios de la privatización a ultranza seguramente correrían a proponer negocios a la administración pública, o a lo que quedase de una radiodifusión pública, para aprovecharse del dinero de todos, tal y como han hecho en algunos medios autonómicos. Algunos son muy fervientes capitalistas siempre que sea arriesgando el dinero o los derechos de los demás.

 

Como he dicho, los medios de comunicación públicos independientes y de calidad cuestan dinero. Eso es innegable. Y también lo es que sólo ellos pueden cumplir determinados servicios a la sociedad. Lo importante es que lo hagan con un marco legislativo y un sistema de financiación que garantice su independencia de los gobiernos o los partidos políticos. Creo que los ciudadanos tienen que sopesar el beneficio que supone ser propietarios de un medio de comunicación que, financiado por ellos, se deba sólo a ellos, sin ningún interés político o comercial por medio.

 

Dicho esto, no creo que una televisión pública tenga que entrar en guerras de audiencia con programas de dudosa calidad. Pero sí creo que debe pelear por la audiencia, precisamente con programas de gran calidad.

 

De existir ese despilfarro económico, ¿en dónde se da?

 

Ahora mismo, si existe un despilfarro en TVE tiene que ver son las contrataciones de responsables editoriales externos, cuando existen en plantilla profesionales altamente cualificados y con una trayectoria ejemplar. Con esto no quiero decir que no se deba de contratar a nadie. Existen necesidades puntuales que la empresa tiene que cubrir acudiendo a profesionales y expertos ajenos a ella; profesionales que aporten o sumen en algún aspecto a lo que ya existe en RTVE. Pero siempre debe darse una condición: que no haya dentro lo que se encuentra fuera.

 

Probablemente se podría obtener una mayor productividad de la plantilla actual de RTVE si se pusieran en marcha proyectos que en demasiados casos se entregan a productoras privadas. Pero no se puede generalizar acusando a RTVE de derrochar o malgastar el dinero de los ciudadanos. En un ejercicio de responsabilidad, su plantilla admitió recientemente una sustanciosa rebaja de salarios y los mecanismos de control del gasto funcionan razonablemente bien… ¿Se podría hacer mejor? Sí. ¿Se derrocha el dinero de los contribuyentes? No.

 

¿Existen también carencias económicas en TVE? ¿Cuáles son?

 

Una enorme carencia de 254 millones de euros anuales desde 2012. Esa es la cifra que se recortó en RTVE. Si comparamos con la media de los recortes de la administración pública, que está en torno al 20 %, en RTVE se ha cometido una barbaridad: el porcentaje en el recorte presupuestario en nuestra empresa alcanza nada más y nada menos que el 40 %. Por eso, desde entonces, cada año que pasa terminamos en pérdidas. Y esta circunstancia es la mayor amenaza a la independencia profesional que pueda existir.

 

Para finalizar: ¿qué crees que falta actualmente en la oferta de TVE? ¿Qué añadirías o cambiarías en su programación general?

 

Bueno… ¡Son tantos y tantos los productos realizados por otras televisiones, ya sean públicas o privadas, que me producen sana envidia! Series de ficción extraordinarias que entretienen y alimentan el nivel cultural de sus audiencias, documentales exquisitos como los que la BBC vende por el mundo (también a nosotros)… A muchos en RTVE nos gustaría tener la posibilidad de trabajar en proyectos como esos. Pero me contentaría con devolver nuestros telediarios al nivel de prestigio y credibilidad que tuvieron no hace tanto tiempo. Algunos de nuestros programas, de hecho, siguen estando entre los punteros (y me acuerdo en especial de En Portada, que acaba de ser galardonado con el Premio Ondas). Creo que TVE debe apostar por reforzar la calidad de sus productos y que eso tenga fiel reflejo en la programación.

 

 

[Nota final. Esta entrevista se realizó el 27 de noviembre de 2014. Un día después, el Consejo de Informativos de TVE hizo público un nuevo comunicado en el que manifestaba “su más enérgico rechazo” al relevo de los responsables de cuatro de las principales áreas de los telediarios: los jefes de Sociedad, Internacional, Economía y Cultura, dos adjuntos al jefe de Nacional y dos al jefe de Economía, además de la editora y presentadora de los telediarios del fin de semana. El Consejo interpretó que estas medidas no tenían ninguna justificación profesional.]

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