Joan Coscubiela tiene un largo recorrido en organizaciones de izquierdas, ha sido secretario general de la Comissions Obreres de Catalunya entre 1995 y 2008 y es diputado, como cabeza de lista, por Iniciativa per Catalunya en el Congreso de los Diputados desde el principio de la legislatura vigente. El político nos habla de la actual situación política y social y reclama el fin de las políticas que llama de “austericidio”.
¿Cómo analizas la actual situación política y económica tras los resultados de las elecciones catalanes?
Joan Coscubiela.- La situación en Catalunya es dual: una parte muy importante de los problemas de la gente que están en el ámbito económico y social, y después una parte del debate público gira alrededor de la articulación de la realidad nacional catalana. Aunque tengo la impresión de que la inmensa mayoría de la gente centra sus preocupaciones en el ámbito económico, en la evidencia de que 2013 puede ser mucho más duro que 2012. Por su parte, el resultado de las elecciones catalanas puso de manifiesto que era posible abrir brechas en la agenda que había marcado Convergència i Unió. Los resultados ponen de manifiesto que pusieron los temas sociales y un cambio en las políticas de austeridad sobre la mesa avanzaron electoralmente. Los recortes salieron profundamente deteriorados. Con todo, en Catalunya el pacto de Gobierno entre CiU y ERC comportará probablemente mayorías suficientes como para seguir haciendo recortes.
Pese a que los recortes se han “suavizado”, siguen, ¿de qué han servido entonces las movilizaciones?
Joan Coscubiela.- Las movilizaciones son importantes pero después la gente ejerce su derecho a voto, y han votado por CiU como partido más votado, que dijo que continuarían con los recortes, y a ERC que ha dicho que daría apoyo a este gobierno. Es una situación que se da mucho: los ciudadanos no necesariamente utiliza el mismo parámetro a la hora de movilizarse que a la de votar. Y, de hecho, por muy importantes que sean las movilizaciones, como por ejemplo el 11 de septiembre de 2012, nunca representan al universo total. En unas elecciones vota mucha más gente, en las últimas catalanas el 70%, y eso puede cambiar una percepción creada por la fuerza de las protestas. Sea como fuere, las manifestaciones han tenido una vital importancia porque están consiguiendo mantener un punto de esperanza para muchos ciudadanos en que se pueden construir políticas alternativas a las actuales. Aunque todo apunta al miedo, la resignación y el individualismo, se ha demostrado que los movimientos sociales tienen una gran capacidad de movilización y de resistencia política. Esto es lo que esta permitiendo llevar adelante iniciativas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. En estos momentos el gran mérito es haber sido capaces de construir elementos de resistencia que obligan a, como mínimo, a discutir de políticas alternativas.
El empobrecimiento sigue es continuado y parece que no quede esperanza.
Joan Coscubiela.- Sólo nos queda continuar con las movilizaciones sociales y pedir que en las elecciones se refleje esa voluntad de cambio. Si la sociedad se moviliza pero después vota a CiU no cambian las políticas.
En su último congreso, CCOO de Catalunya habló de crear una red de apoyo a los parados…
Joan Coscubiela.- Es una propuesta que ha aparecido en todas las crisis desde los setenta hasta ahora. En este sentido, ha habido y hay experiencias en formas vinculadas a la economía social, a las sociedades anónimas laborales y las cooperativas. Están surgiendo núcleos de parados a Santa Coloma de Gramanet y Sant Vicenç dels Horts que se organizan con el objetivo de ofrecerse ayuda mutua y apoyo, incluso emocional. También que buscan mecanismos alternativos para crear empleo. En el Baix Llobregat se está explorando al posibilidad de crear un proyecto para la recuperación de la masa forestal de los bosques del Garraf para poder utilizarla como combustible para las empresas cimenteras de la zona. Existen muchas más experiencias de este tipo pero son muy limitadas en su alcance y no son la alternativa global para la crisis. Aunque cuando consiguen ir adelante si que permiten la creación de conciencia social. Por otra parte, la condición de parado es muy inestable y cuesta organizar a este colectivo, más cuando en muchas ocasiones la situación es más de precariado de gente que tiene poco trabajo en condiciones precarias.
¿Qué alternativas a las actuales políticas de austeridad planteáis desde ICV?
Joan Coscubiela.- Es imprescindible cambiar lo que se hace en Catalunya, en España y en Europa. Existen márgenes para hacer políticas alternativas tanto en Catalunya como en España que es el de las políticas fiscales alternativas que impidan los recortes en temas esenciales como sanidad o educación. Cuando se plantea que el gran objetivo es reducir el déficit público se suele identificar sólo con la reducción de los gastos pero nunca con el incremento de los ingresos. Y aquí hay mucho margen, la presión fiscal es del 32%, un 8% por debajo de la media, y en otros países más dinámicos como los nórdicos llega al 45-50%. Ahora mismo estamos pagando las desfiscalizaciones de las rentas del capital que ha habido durante los 20 años del tripartito: el de los gobiernos del PSOE, PP y CiU. CiU tiene un discurso muy fariseo, se queja de las consecuencias que tienen en Catalunya decisiones que han tomado ellos también en España. El conseller de Economia Andreu Mas-Culell ha llegado a quejarse de que el límite de déficit impuesto a las comunidades autónomas es muy estricto y rígido cuando su partido ha votado de manera sistemática a favor de todos los planes de austeridad. En el tema fiscal es exactamente lo mismo, Catalunya tiene pocos recursos para hacer políticas públicas, pero no sólo, porque tengamos un sistema de financiación autonómica injusto, que también sino porque no estamos en un sistema fiscal realmente progresivo. En la política catalana , CiU practica mucho fariseísmo político: utiliza y se disfraza de defensor de las legítimas aspiraciones nacionales de Catalunya para esconder a quien benefician realmente sus políticas. Por ejemplo no han querido modificar la fiscalidad de las SICAV.
Pero, tiene que hacerlo el Congreso de los diputados español.
Joan Coscubiela.- Si, pero es que en España, Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz parlamentario de CiU, ha impedido sistemáticamente que se apruebe esta nueva fiscalidad porque se verían afectados gente de sus círculos.
¿Sería corrupción?
Joan Coscubiela.- No, es influencia política, usa sus votos al servicio de los más poderosos. Convergència i Unió es experta en pedir los votos para defender Catalunya y usarlos al servicio de las clases altas tanto catalanas como españolas. Por ejemplo, quien consiguió una partida, a partir de una enmienda, para hacer un rescate de parcial de las autopistas madrileñas radiales regentadas por una empresa de Florentino Pérez fue Convergència i Unió.
¿Cómo valoras los efectos de la reforma laboral? Con los datos en la mano no ha servido para generar empleo.
Joan Coscubiela.- Rajoy tiene razón cuando ha dicho que la reforma laboral ha sido un éxito. Aunque se presentó como una las políticas para acabar con el paro y generar empleo, en realidad la actual reforma laboral tenía tres objetivos claros: reducir salarios, debilitar la negociación colectiva y dar al empresario un poder bastante absoluta a la hora de determinar las relaciones de trabajo. En estas crisis económicas tan brutales la derecha aprovecha para poner en marcha contrarrevoluciones reaccionarias que hacen perder derechos consolidados. Si la reforma se valora desde la perspectiva de lo que dijo el gobierno que daría como resultado: ha sido un fracaso, es evidente. Pero visto des de los verdaderos objetivos de la reforma laboral que no estaban explicados en su exposición de motivos, ha sido un éxito.
Las encuestas del CIS sitúan a los políticos como uno de los problemas del país. Hay un desprestigio de la política y también, tu fuiste secretario general de CCOO en Catalunya, de los sindicatos. ¿Consideras justo este malestar?
Joan Coscubiela.- La desconfianza de la ciudadanía en la política forma parte del convencimiento de que la política es el instrumento de la sociedad organizada para abordar los problemas de la gente y resolverlos. Y el origen de esa desconfianza está, precisamente, en la incapacidad, y en muchos casos la impotencia, de la política para resolver los problemas provocados por la crisis económica. Y la evidencia es que algunas de estas políticas, hechas desde la derecha, no hacen más que favorecer la desigualdad. No me planteo si es justo o injusto. Personalmente, no me siento aludido cuando oigo determinados comentarios. Pero entiendo que la gente tenga esta opinión porque en definitiva tiene esperanza de que la política sirva para solucionar los problemas de la gente, porque la política es eso y en la medida que eso no resuelve la gente desconfía de esta incapacidad.
En España hay 300 políticos encausados en casos de presunta corrupción, ¿qué pasa con los los políticos?
Joan Coscubiela.- Para ser político corrupto hace falta lo mismo que para ser ciudadano corrupto. La corrupción esta, desgraciadamente, generalizada en todos los ámbitos de la vida económica política y social. De no ser así, no se entenderían determinados fenómenos como el de Marbella. Hay fenómenos que son tan masivos que cuenta con una connivencia social significativa. La corrupción, en los países en los que se da, cuenta con niveles de complicidad social significativos. Contrariamente a lo que se dice las iniciativas de corrupción suelen venir del mundo de la economía y no de la política. Para ser un político no corrupto, hace falta lo mismo que para ser un ciudadano no corrupto: es decir hay que tener principios éticos. También hay que tener en cuenta que hay mucha gente con responsabilidades políticas que no está implicada en casos de corrupción. Pero pese a ello, hay una percepción de la ciudadanía, que yo comparto, que se han generado una cierta nomenclatura política y económica, que no son todos los políticos, que no sólo tiene todos los resortes del poder, además los usa en beneficio propio incluso para conseguir la impunidad. Y en este contexto, ¿cuál es el papel de los políticos ante comportamientos poco éticos? Poner en marcha mecanismos para evitar que se produzcan y cuando se producen no actuar en connivencia con los corruptos. No es un fenómeno español en exclusiva y tiene que ver con el deterioro de la calidad democrática y por eso estamos trabajando en proponer acciones que permitan una regeneración democrática.
El tópico dice que miran mal a los catalanes en Madrid.
Joan Coscubiela.- Pues depende de quien mire ya a quien mire. Si mis compañeros de toda España de CCOO y UGT miran a CiU, no es lo mismo que si miran a otras formaciones políticas o a movimientos sociales. La sociedad española es tan plural y diversa como la sociedad catalana. Lo que si que es verdad es que se está produciendo un fenómeno de trasladar el comportamiento de los hooligans a las relaciones entre España y Catalunya en su ámbito social y político. Y lo que sucede es que casi nunca los socios de un club consideran a “sus” hooligans como elementos peligrosos los ven como afines y los hooligans son sólo los del equipo contrario.