Para hablar del futuro del libro y de las editoriales nos reunimos con tres editores catalanes que forman parte de la recién creada Asociación de Editoriales Independientes, Llegir en Català. En la librería Taïfa del barrio de Grácia de Barcelona conversamos con María Dolors Sàrries, de Meteora, Laura Huerga, de Raig Verd y Josep Forment, de Alrevés.
Mientras cierran grandes librerías históricas, como Catalonia en Barcelona, no paran de abrirse pequeñas librerías. Y editoriales independientes, también surgen por doquier. ¿Cómo casa esto con la actual crisis?
Laura: Una cosa alimenta a la otra. La crisis provoca muchos despidos y hace que gente que ve que no lo van a contratar más, monta su propio proyecto, no es nuestro caso, pero sé que hay casos así entre los compañeros. Por otro lado creo que también en épocas de crisis hay una necesidad de cultura y de reflexión, la gente deriva a la cultura como medio de expresión, de desahogo y de búsqueda de respuestas.
María Dolors: Conozco el caso de un librero que ha abierto una nueva librería en el barrio de Poblenou. Me dijo que había hecho un estudio de mercado aquí, en Grácia, y que había… no me acuerdo de la cantidad… Unas 33 librerías, más o menos.
Pues eso… Me explicó que ser librero era el sueño de su vida, y unas circunstancias favorables le habían permitido cumplir ese sueño. Pero me dijo que tenía claro que es lo que no tendría en la librería: las producciones de los grandes grupos, los best seller… quería que fuera una librería y algo más, con tertulias literarias… Otro caso de aquí de Grácia le pasó lo que te contaba Laura. Después de una suspensión de pagos un amigo abrió una librería. Es un gran lector, pero hay géneros literarios que desconoce, por lo que prefiere vender en su librería narrativa y libro infantil, que es lo que conoce.
¿Pero no todo es tan bonito?
Josep: Eso es lo que quería comentarte, Javier. Probablemente hay mucho de coyuntural. Están abriendo muchas librerías, y están cerrando otro tipo de librerías. Al margen de las iniciativas personales, está cerrando un modelo de librería y que va con los tiempos que así sea. Pero hay un detalle, tanto el mundo de las librerías como el de las editoriales es un sector con mucha fluctuación. Se inauguran muchos proyectos a la misma velocidad que cierran. Hay muchas editoriales que no llegan al año de vida.
Laura: Sí, ese dato es histórico, hay mucha rotación, creo que un 90 % son las que no llegan al año.
Josep: Pero es la dinámica de este negocio, aparte de la situación coyuntural, creo que esto es una cuestión de la propia estructura del sector. Y todo viene porque hay mucha oferta, mucha gente que escribe, y muchas posibilidades de crear proyectos.
Con grandes cadenas de librerías donde vuestros libros apenas son visibles, con la editoriales que pertenecen a grandes grupos multimedia, por no hablar de los grandes de Internet, Amazon o Google, que parece que también va a vender libros… ¿Hay espacio para la editorial independiente?
¡Claro!, si no, no estaríamos aquí – contestan los tres al unísono -.
María Dolors: Tienes el caso de Alice Munro, gana el Premio Nobel y ninguna editorial la quiso traducir al catalán, y quien lo hizo fue una pequeña editorial, Club Editor. Siempre hay un hueco que las grandes editoriales no ocupan…, hablamos de “grandes editoriales”, pero es “la editorial”, y nuestros intereses no tienen nada que ver con ellos.
Laura: Hay grandes nombres de la literatura en las pequeñas editoriales, en castellano, y en catalán incluso más. Hace poco, el señor Lara, en una entrevista comentó que él necesitaba de las pequeñas editoriales para que le hicieran esa investigación, la de buscar a grandes nombres de la literatura. Incluso desarrolló ese pensamiento diciendo que le gustaría crear servicios para que las pequeñas editoriales fueran solventes y le sirvieran como cantera de autores…
Después hay autores, imagino, que buscan un trato más cercano con el editor…
María Dolors: Yo tengo cuatro ejemplos de autores que editaban en grandes grupos y que han venido a mí editorial. Además no quieren agentes literarios. Saben que no van a vivir de la literatura, porque es muy difícil, pero quieren editar libros que estén muy cuidados. El trato es diferente, casi familiar, y tiene el mismo interlocutor del principio al final.
Laura: Pero luego está la promoción que ofrecen los grandes grupos…
María Dolors: Nosotros nos movemos mucho, y con la redes sociales esto está cambiando, el problema, aunque a Laura le parece que no, lo tenemos con la distribución.
Josep: Hablamos de la transformación a nivel externo, pero hay también una transformación interna. Podemos decir que hay una despersonalización. El papel del editor que hacemos nosotros no es el mismo que hacen los editores de los grandes grupos, y lo digo con conocimiento de causa porque yo he trabajado en grandes grupos. El editor en grandes grupos se ha convertido en un burócrata. Su función es estratégica, presupuestaria…, el modelo clásico de autor/editor, no sólo en el trato personal, sino en la parte creativa, ya no lo realizan. Si miramos la literatura de los siglos XIX y XX en Occidente, no se pueden explicar muchos autores sin asociarlos a su editor. Tú conoces muy bien el caso de Jules Verne y Hetzel, pero tienes, Pasolini y Einudi…
¿Los editores de la gran industria editorial leen?
Josep: No, no leen porque esta función ya la cumplen los agentes literarios.
Laura: Yo no estoy de acuerdo, hay editores de grandes grupos que sí que leen originales.
Josep: Yo no conozco ninguno.
Laura: El contratar una gran editorial no significa que seas un burócrata, que el leer sea parte de su trabajo, no lo sé, pero hay editoriales grandes muy buenas, como hay pequeñas muy malas.
Josep: No podemos decir que todos los editores no lean, está claro, pero la mayoría no lo hacen. Yo he vivido en directo como el 80% de las decisiones de contenidos se basaban en las lecturas, pero es que ahora no pueden, están todo el día reunidos o haciendo documentos Excel… Nosotros, como trabajamos con proyectos largos, incluso tenemos que leer los originales varias veces.
María Dolors: Las grandes editoriales trabajan de otra manera. Hemos compartido correctores externos, lectores externos y ellos te cuentan cosas. Por ejemplo, que reciben un título y les dicen que lo tienen que corregir o leer en 24 o 48 horas, y si no lo quieren, hay cola de gente para hacerlo. O traductores que les dan una semana, y después el pago se les efectúa muy por debajo de la tarifa normal y a largo plazo. El libro no está tan cuidado, por ello salen obras plagadas de faltas de ortografía o mal traducidas. También nosotros podemos sacar libros con alguna errata…
Josep: Las erratas parecen inevitables…
¿Hay vida más allá del superventas?
Laura: Hombre claro, además lo que buscamos es defender proyectos literarios de cierto tipo, ya sea por calidad literaria o por encontrar o recuperar autores… hay colecciones como Crim.cat de Josep que van en ese sentido.
Josep: Incluso te diría que el reto más grande que tenemos es este. Hay un espacio y hemos de saber cuidarlo o descubrirlo. Había una tradición de best seller entendida como un libro que se vendía más que los otros. Hay best seller que son obras extraordinarias, porque se entendía así, como un libro más vendido que el resto por la razón que sea. Pero es que ahora, el best seller…
Es casi un género en sí mismo…
Josep: Sí, porque los grandes grupos editoriales se han dado cuenta que los best seller tienen que ir dirigido a un público que no es lector habitual. Las ventas de estos libros no justifican el mercado que hay, un libro no puede vender dos millones de ejemplares, porque no hay lectores de esa capacidad. Es otro concepto.
¿Cuánto libros hay que vender hoy para tener al editor contento?
Josep: Tú ahora vendes 1.500 ejemplares y sales entre los cincuenta libros más vendidos de España. Yo conozco un autor muy reconocido, que no te diré el nombre, que hace no tantos años vendía 20.000 ejemplares con cierta facilidad y ahora no llega a los 600. ¿Por qué pasa esto? Los factores son múltiples, la crisis económica, la crisis lectora, la diversificación de medios, la gran oferta. Luego hay problemas conceptuales, yo siempre insisto que en este país falta autoestima…
Según el INE en 2012 se publicaron 69.668 nuevos títulos en España…
María Dolors: Y si hablamos de la distribución, nos cogerá un patatús…
Josep: Yo vendo en toda España y hay libros que no nos distribuyen ni 1.000 ejemplares.
¿El libro es caro porque los precios de producción y distribución se han sobredimensionado?
Laura: ¿Qué el libro es caro, quieres decir?
Josep: Te voy a decir una cosa, estamos de acuerdo que son caros, pero hay dos cuestiones: una es que los márgenes de la distribución son muy grandes y que es un pastel a repartir…, el que menos gana es el editor…
Y el autor, que en el mejor de los casos se lleva el 10%…
Laura: Hay muchos intermediarios…
Josep: Tenemos que darle un porcentaje muy grande al distribuidor porque éste le tiene que dar un porcentaje al librero, y en función de la librería, ese margen es más grande…
Laura: Y los gastos de cada uno…, si tenemos en cuenta el número de gente trabaja en el libro, el libro no es caro, el libro es muy barato. Una traducción te puede costar 5.000 o 8.000 euros, luego suma el corrector, diseñador…
Yo sigo pensando que un libro a 25 € es caro…
Josep: Pero depende de los tirajes. No es tanto el hecho de que el libro se haya encarecido porque se ha ampliado el margen de beneficio, se ha encarecido porque la realidad nos ha obligado a reducir tirajes, y esta reducción encarece el producto. Luego está la edición digital, donde está el futuro, pero de momento no es negocio. Por cierto, en Estados Unidos ha vuelto a resurgir la edición en papel.
María Dolors: Nosotros hemos bajado los libros digitales a menos de 5 € y nos han subido las ventas mucho.
Josep: Pero las grandes editoriales ponen los digitales a 15 € y en papel a 19 €, lo que demuestra que quieren frenar el negocio del digital.
¿Y el 21 % de IVA a la cultura?
Laura: Yo lo denuncio cada dos por tres, es una vergüenza. En el libro digital lo encarece tanto que casi ya no te queda margen de ganancia, lo que lo hace absurdo. Hay cifras que demuestran que están perjudicando al sector de la cultura. Es un sinsentido, lo que pueden recaudar por esa recogida de impuestos, lo están perdiendo hundiendo un sector que, si lo reactivaran y protegieran, podría generar beneficios para toda la sociedad.
Josep: La cultura a largo plazo es una de las fuentes de ingresos más grandes que hay. La industria del turismo, la mitad está basada en la cultura. Desde el punto de vista pragmático, al margen de romanticismos y filosofías, la cultura es rentable.
Laura: Además exportas país, autores… sólo hablamos de subvenciones en cultura, pero también se subvencionan el sector el automóvil, los electrodomésticos…
Josep: Sí, parece que para algunos subvencionar la cultura es un pecado nacional.
Hasta donde podáis contar, ¿cuáles son las novedades que tenéis preparadas?
Laura: Nosotros tenemos a Lluís Calvo para el año que viene, que es un autor que publicó con Destino y con Edicions 62, y luego tenemos un autor novel en castellano, tenemos a Henkes en catalán…
Josep: Yo te voy a dar una primicia. Vamos a publicar un libro de Pepe Rubianes. Escribía un montón, cuando vi los textos me cogió un ataque de nervios porque no sabía por dónde empezar. Creo que Ara Llibres le había publicado un poemario, pero yo, junto con su hermana, hemos revisado textos desde los años sesenta. Lo escribía todo. La idea es publicar una serie de monólogos que no se llegaron a representar, pero luego una parte más desconocida, el Pepe Rubianes poeta del amor, además con dibujos originales de él.
María Dolors: Hay un proyecto muy bonito con TV3 sobre una cosa que se está emitiendo ahora. Luego estamos apostando mucho por novelistas y poetas de las Baleares, algunos muy conocidos, pero que están allí olvidados. Antoni Vidal Ferrando es un gran poeta que ha escrito unas narraciones preciosas que las vamos a publicar ya. En novela y ensayo ya no puedo hablar…
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.