La candidatura para que la rumba catalana sea declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO ha topado con el Ministerio de Cultura español, que encabeza Miquel Iceta, según informa El Periódico. En la fase preliminar, el ministerio argumenta que el nombre de la candidatura –»rumba catalana»– y el hecho de que tan solo tenga el apoyo del gobierno de Cataluña, entre los autonómicos del estado español, la hacen poco viable.

La iniciativa es impulsada por la Plataforma per la Defensa de la Rumba Catalana y el presidente, Amadeu Valentí, dice que renunciar al apelativo catalán sería «mutilar el arte y sacar su identidad a una música creada y desarrollada en Cataluña, a la que ellos [el ministerio] deberían apoyar y cuidar».

Las propuestas a la UNESCO son presentadas por los estados y, en el caso del español, las candidaturas primero se eligen en el Consejo de Patrimonio Histórico, donde están todas las comunidades autónomas. Es ahí donde el ministerio considera que la rumba catalana tiene difícil de salir adelante si no renuncia a la catalanidad.

En este sentido, el ministerio recuerda que el caso de la jota, que la candidatura inicial surgió de Aragón, pero recibió el apoyo de quince gobiernos autonómicos. Asimismo, señala que la rumba es un estilo musical con unas cuantas variantes, de las cuales la cubana ya ha sido declarada patrimonio inmaterial de la humanidad.

Fuentes de la plataforma impulsora detallan que el ministerio vería bien que la candidatura hiciera referencia a la rumba «española o de España» y fuera conjuntamente con la rumba flamenca.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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