John Keats fue contemporáneo de Percy Bysshe Shelley y de Lord Byron, con quienes encarnó la segunda oleada de poetas románticos británicos tras la estela de Samuel Taylor Coleridge y William Wordsworth. En 1816 publicó sus primeros poemas en el periódico The Examiner: An imitation of Spencer, O Solitude y On first looking into Chapman’s Homer. (Una imitación de Spencer, Oh Soledad! Y Un primer vistazo al Homero de Chapman). El primero hace referencia a Edmund Spencer, poeta londinense del siglo XVI, autor de The Faerie Queene (La Reina Hada) y el último se refiere a George Chapman, quien tradujo en el siglo XVII por primera vez las obras completas de Homero a la lengua inglesa: The whole works of Homer (Los trabajos completos de Homero). El 3 de marzo de 1817 vio la luz su primer libro, titulado simplemente Poems, que no fue bien tratado por la crítica. En 1918 publicó Endymion, su primer poema narrativo, con una notable extensión de cuatro mil versos, que inicia con la pregunta: “A thing of beauty is a joy for ever?” (“¿Algo hermoso es un placer para siempre?”)
En abril de 1819 se instaló en la vivienda vecina a la casa donde residía en Hampstead, Londres, la familia Brawne, de cuya hija de 18 años, Fanny, se enamoró. Esta fue la etapa más productiva y madura de Keats, inspirado, además, por lecturas de Wordsworth y Hazlitt. Entre abril y mayo de 1819 compondría cinco de sus seis grandes odas: Ode to Psyche, Ode on a Grecian Urn, Ode on Melancholy y Ode to a Nightingale (Oda a Psyche, Oda a una urna griega, Oda a la melancolía, Oda a un ruiseñor). Su amigo Brown afirmaba que la redactó en el jardín de la casa, bajo un ciruelo. Estas aparecieron en 1820 en el volumen titulado Lamia, Isabella, the Eve of St Agnes and other Poems (Lamia, Isabella, las Vísperas de Santa Inés y otros poemas) publicado por los mismos editores del Endymion: Taylor & Hessey. Otros trabajos se publicaron póstumamente en 1848 con el título Life, letters and literary remains of John Keats (Vida, carta y otros fragmentos literarios de John Keats).
En septiembre de 1820, cada vez más aquejado por la tuberculosis, parte hacia Nápoles acompañado del pintor Joseph Severn. El 14 de noviembre llegaron a Roma. El escocés James Clark, médico de Keats, alquiló a Anna Angeletti, la propietaria, un par de habitaciones separadas por una cortina del resto del piso, en la finca contigua a las escalinatas de la piazza di Spagna. Allí, el poeta, pasó los cuatro últimos meses de su vida. El apartamento está situado en el segundo piso de la casa que hace esquina con la scalinatta que lleva a la iglesia de la Trinità dei Monti. Desde la ventana de la habitación de Keats se aprecia el movimiento de gente en torno a la fuente de Bernini, aquella de mármol con forma de barco.
La casa fue amenazada de derribo pero diplomáticos ingleses y estadounidenses impulsaron el proyecto de mantener la casa como un museo dedicado al poeta. Con el título de Keats-Shelley Memorial House se inauguró en abril de 1909. A pesar de que Shelley no pisó jamás la casa, el museo fue dedicado a Keats, Shelley y Byron. Shelley residió largas temporadas en Italia donde falleció ahogado en 1822 frente a las costas de Livorno. Cuando murió no era mucho mayor que Keats, tenía 29 años.
La entrada del apartamento lleva a un amplio salón, hoy cubierto por estanterías de libros; otras vitrinas exponen una carta del presidente norteamericano Theodore Roosevelt, quien visitó la casa en 1911, dos años después de haber sido abierta como museo; también hay un ejemplar del Hyperion de Keats con anotaciones marginales de Walt Whitman y un manuscrito de Jorge Luis Borges con notas a Ode to a Nightingale. Colgadas en las paredes hay fotografías de los fundadores de la Keats-Shelley Memorial Association: Robert Underwood, Rennell Rodd y Harry Nelson, además de bustos y retratos de Keats, Shelley y Byron. Uno de ellos es un óleo, obra de Severn, que retrata a Shelley en las termas de Caracalla, en Roma.
Justo al lado se halla la Terrace Room, la habitación que da a una pequeña terraza con vistas a la scalinatta y que la casera, Anna Angeletti, usaba para cocinar. Aquí están expuestos los retratos de la amante de Byron, la condesa Teresa Guiccioli, de Mary Shelley y de Edward Trelawny, amigo de los poetas.
En el otro extremo del salón una puerta conduce a la habitación de Joseph Severn, antesala de la del poeta. Aquí se muestran las acuarelas que hizo el pintor de los hermanos Keats: George, Tom y el mismo John. También se muestran cartas y dos fragmentos del manuscrito de Lamia, de 1819, y algunas primeras ediciones de este y del Endymion. Tras esta habitación se encuentra la que ocupó John Keats. Tras la muerte del poeta el Vaticano decretó que muebles, cortinas e incluso el papel de la pared fueran quemados por el temor al contagio. Solo quedó el hogar. La cama que hoy se puede ver fue comprada posteriormente, se trata de un lecho de nogal italiano con un diseño de barca a letto, común en la época en que vivió Keats en Roma. Hoy hay algunas vitrinas con manuscritos y retratos de Severn, además de la máscara mortuoria del poeta, pues en la mañana de su muerte se extrajeron moldes de su cara, manos y pies. Severn empleó la máscara para hacer un retrato póstumo del poeta leyendo en Wentworth Place. Este fue enviado a su editor en Londres, John Taylor. Entre 1886 y 1891 se hicieron una serie de moldes en yeso blanco, uno de los cuales se expone en la National Portrait Gallery de Londres. Y allí, en Londres, la casa donde residió a lo largo de cuatro años en la parte baja del parque de Hampstead Heath, es también actualmente un museo, de fin de semana, que abre de viernes a domingo. Está situada al inicio de la que entonces se llamaba John Street y hoy es Keats Grove.
Keats aún tenía veinticinco años cuando la tuberculosis lo venció. Era el 23 de febrero de 1821. Fue enterrado en el cementerio protestante de Roma donde en su epitafio se puede leer la frase: “This graves contains all that was mortal of a Young English poet who on his death bed, in the bitterness of his heart at the malicious power of his enemies desired this words to be engraven on his tombstone: Here lies one whose name is writ in water. 24 February 1821” («Esta tumba contiene todo lo que era mortal de un joven poeta inglés quien, en su lecho de muerte, en la amargura de su corazón ante el poder malicioso de sus enemigos deseaba que estas palabras quedaran grabadas en su lápida: Aquí se encuentra uno cuyo nombre está escrito en agua. 24 de febrero de 1821”. La frase que Keats deseaba que figurara en su tumba hace referencia a un poema de Cayo Valerio Catulo: “Sed mulier cupido quod dicit amanti, in vento et rapida scribere oportet aqua” (“Más lo que dice la mujer a su amante apasionado, en el viento y el agua veloz conviene escribirlo”).
Periodista, escritor y editor. Ávido lector ha repasado en infinidad de ocasiones las tiras cómicas de Andy Capp y las de Calvin y Hobbes, particularmente las del primero. Le puede su sentido de la contradicción, desarraigado buscando sus raíces mirando hacia el aire, es ateo, descreído gracias a Dios y, nihilista, convencido, ha triunfado como fracasado. Hoy es feliz, ya ha reformado la cocina.