La primera exposición de la artista Carmen Calvo en Barcelona se despide del Museo Picasso este fin de semana superando los 350.000 visitantes. Durante los meses de julio y agosto, ha alcanzado cifras récord (90.646 y 93.715 espectadores, respectivamente). La muestra repasa los momentos más representativos de la historia de la artista valenciana con obras de diferentes épocas, algunas creadas durante la pandemia y varias piezas hechas para la ocasión que se inspiran en los trabajos de Pablo Picasso. El domingo 3 de septiembre, la artista valenciana recogerá y pondrá punto final a lo que ha sido hasta ahora la exposición más importante y destacada de su trayectoria artística.

A través de fotografías manipuladas con objetos o pinturas en las paredes del Museo Picasso, Calvo ha mostrado una crítica social de la España hermética de la posguerra y el franquismo aunque, según la propia artista «es una crítica muy sutil e irónica». Su arte es «crítico» e «imaginario» y le sirve para denunciar los roles tradicionalmente asociados a la mujer, abusos infantiles, la claustrofobia o la pandemia de la covid-19.

El director del Museo Picasso, Emmanuel Guigon, define la obra visual de Calvo como «la imagen que está allí y no para de circular en la alternativa de una multiplicidad de fórmulas, dando lugar a fragmentos de historias sólo para destrozarlos con otros fragmentos, siempre ambivalentes».

Con la exposición de Carmen Calvo, el Museo Picasso apuesta por una nueva línea expositiva, especialmente creado por mujeres, que se inspira en el arte de Pablo Picasso.

 

 

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