Las treinta antimilitaristas detenidas en el norte de Suecia, el pasado 26 de julio, durante una acción masiva de desobediencia civil no-violenta en la mayor área de ensayo militar y de maniobras de Europa, fueron, después de casi setenta y dos horas, liberadas. Hasta doscientas activistas internacionales -vestidas con ropa de color rosa- participaron en una acción destinada a marcar con este color los alrededores y el interior de la base NEAT (North European Aerospace Test range), cerca de Vidsel, a 97 km de la ciudad de Luleå. Todas violaron la zona restringida y la treintena que consiguió burlar las medidas de seguridad, acceder al interior del aeropuerto militar y pintar en medio de una pista de aterrizaje un símbolo antinuclear y de la paz de color rosa de grandes dimensiones, fue arrestada y puesta a disposición judicial. Las movilizaciones en solidaridad, no faltaron.
La acción, denominada “War Starts Here – Let’s Stop It Here!” (La guerra empieza aquí – parémosla desde aquí!), tenía como objetivo volver a denunciar la complicidad y colaboración de los países europeos, a través de sus bases militares y campos de entrenamiento, en los preparativos de guerra y en las guerras, así como también el derroche en gasto militar de unos gobiernos en situación de crisis y de agresión constante a los derechos sociales de la ciudadanía europea. El acto, también pretendía enfatizar la falsa neutralidad del país escandinavo. La acción se enmarcó dentro de un programa, de hasta una semana, de seminarios, debates y talleres sobre polemología y el complejo militar-industrial, organizados por la red antimilitarista sueca Ofog y varios grupos pacifistas europeos en Luleå, entre ellos, War Resisters‘ International y Alternativa Antimilitarista-MOC.
El NEAT, que pertenece en el Estado sueco, consiste de una área, con el espacio aéreo restringido, de 24.000 km² (ampliable a 3.000 km²) y es el más grande de Europa de estas características. El NEAT tiene una medida tan grande como la República de Macedonia y llega a las proximidades de otra base, la Esrange, situada a las afueras de la ciudad minera de Kiruna, por encima del círculo polar ártico. Estas instalaciones -similares cuando a uso, a las de Bétera (País Valenciano), Las Bardenas Reales (Navarra), San Gregorio (Aragón) o las de la región de Aachen (Alemania)- se utilizan para realizar entrenamientos y pruebas de armamento por parte de ejércitos. En la base, empleada desde hace más de 50 años tanto por Suecia, por los ejércitos de la OTAN, así como por ejércitos de países amigos (Israel, Túnez, Rusia o Singapur) o por empresas fabricantes de armamento, se han probado y evaluado vehículos y aviones no tripulados, vehículos aerospaciales, el caza de combate Eurofighter Typhoon, los misiles Meteor y armas de alta tecnología que, posteriormente han sido usadas en conflictos armados. Así, el NEAT ha servido de banco de pruebas de los conflictos bélicos de la antigua Yugoslavia, Iraq, Gaza, Afganistán, Pakistán, Cachemira o recientemente, Libia.