César Mallorquí (Barcelona, 1953) obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con la novela “La isla de Bowen”. Un homenaje a las novelas de aventuras en general y a las de Julio Verne en particular, donde las referencias al escritor galo son claras, como el nombre del velero, Saint-Michel, con el que Verne hizo dos travesías por el Mediterráneo que le llevaron a visitar Vigo y Cádiz.
César, como ya sabrán los letraheridos, es hijo del más luminoso de los escritores de literatura popular que hemos tenido en España, José Mallorquí, el padre de “El Coyote”. César ha declarado que esta novela la ha escrito para él, para su disfrute, la mejor forma para que los lectores también disfrutemos, y con “La isla de Bowen” lo estamos haciendo.
Sinopsis libro literatura juvenil
Estamos en 1920. Todo comienza con el asesinato del marinero inglés Jeremiah Perkins en Havoysund, un pequeño puerto noruego situado en el Ártico, y con el misterioso paquete que, antes de morir, Perkins envió a Lady Elisabeth Faraday. O quizá la historia empezara antes, cuando se descubrieron unas extrañas reliquias en el interior de una viejísima cripta medieval, pues fue precisamente una de esas reliquias imposibles la causa de que el malhumorado profesor Ulises Zarco, director de la sociedad geográfica SIGMA, se embarcara en una aventura inimaginable a bordo del Saint-Michel.
Tanto Zarco como su ayudante, Adrián Cairo, han recorrido el mundo enfrentándose a toda clase de peligros, igual que el capitán Verne y su tripulación, o el joven fotógrafo Samuel Durango, e incluso las dos damas inglesas que les han solicitado ayuda; pero ninguno de ellos estaba preparado para afrontar el temible misterio que envuelve a la isla de Bowen, más allá del círculo polar ártico…
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.