Por tercer día consecutivo, la Línea de la Concepción (Cádiz) ha amanecido con la resaca de los disturbios nocturnos que enfrentan a buena parte de la población con la Policía Nacional. Los incidentes comenzaron el pasado lunes tras la muerte de dos hombres que se ahogaron el lunes en lo que la Policía dice era una operación de trasvase de combustible para narcolanchas. Ayer no solo se lanzaron piedras, objetos y cohetes contra los agentes durante horas, sino que un vehículo de la Policía recibió dos impactos de bala.
En concreto, en la calle Virgen de Loreto, un cartucho ha impactado en la luna delantera de un vehículo de la Unidad de Prevención y Reacción reventando incluso la rejilla de protección. En realidad, según apuntean algunas fuentes informativas, se trataría de balas de jabalí y perdigones lanzados con una ballesta o un tirachinas y en ningún caso con un arma de fuego. En estos momentos se esperan los resultados de balística para determinar el tipo de arma que se usó.
Culpan de la muerte a un Guardia Civil
todo ello después de que centenares de personas se manifestasen este miércoles por las calles de la ciudad, sin autorización para ello, clamando justicia por los dos fallecidos, de 51 y 19 años. Acusan a las Fuerzas de Seguridad de no haberlos auxiliado para impedir que se ahogaran cuando sufrieron algún problema en la embarcación en la que iban y se tiraron al mar, arrastrándolos la corriente. Murieron tras más de media hora de reanimación.
En las protestas, llevada a cabo horas después del funeral de ambas víctimas, muchas mujeres, jóvenes y adolescentes portaban pancartas con la fotografía de un agente de la Guardia Civil al que responsabilizan de lo ocurrido. En la misma se profierieron insultos contra la Policía, llamándolos «asesinos» y «perros», participaron familiares de los fallecidos. El padre del más joven aseguró que ha acudido a los juzgados para que se esclarezca lo ocurrido.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.