En 2021, tras la eclosión de la pandemia, se empezó a escuchar el concepto de la ‘Gran Renuncia’ (The Great Resignation). La idea hacía referencia a la dimisión en bloque de miles de trabajadores en EEUU, que decidían dejar su puesto de trabajo de la noche al día. Salvando las distancias y con un mercado laboral completamente diferente al estadounidense, el pasado año, en el estado español se batió un récord histórico de bajas voluntarias, alcanzando las 70.000, lo que supone un aumento de las dimisiones del 170% respecto a años anteriores.
En el caso estadounidense, los expertos como Anthony Klotz, profesor de la Universidad de Texas, identificaron cuatro factores: en el primer grupo se encontrarían trabajadores que ya tenían previsto abandonar su empleo antes de la pandemia, pero que debido a la covid tuvieron que retrasar su decisión. En un segundo conjunto, se encontraban las personas que habían decidido dar el paso después de un periodo de reflexión abierto durante el confinamiento. Después, surgieron las personas que se acostumbraron a teletrabajar y que decidieron no volver a la oficina. Finalmente, otro gran grupo de trabajadores decidió abandonar su empleo por el estrés y la presión a los que estuvieron sometidos durante el confinamiento, muchos de ellos teletrabajando y a cargo de sus hijos.
Pese a que el mercado estadounidense, en términos de cualitativos, es infinitamente peor al español, sí que es cierto que la rotación laboral es más acentuada, sobre todo con una tasa de paro del 3,5%. De este modo, es más sencillo encontrar fácilmente empleos que no tengan mucho o nada que ver con la actividad laboral habitual.
En España, en cambio, la tasa de paro se sitúa en el 12,5%. Según datos de la «Guía del Mercado Laboral 2022» de Hays España, más de la mitad de los profesionales se siente desmotivado (54%) y el 77% de los empleados asegura que, si pudiera, se cambiaría de empresa, frente a un 23% que señala lo contrario. Los datos de la misma guía señalan que, del total de profesionales que buscan un cambio de empleo, el 46% señala que se debe a la búsqueda de un crecimiento profesional y el 43% lo atribuye a la insatisfacción con la empresa (mal ambiente, poco reconocimiento, falta de entendimiento, etc.).
Según una encuesta de LinkedIn, son los jóvenes los que más cambian de empleo. Casi siete de cada diez (68%) trabajadores de entre 18 y 24 años están dispuestos a abandonar su puesto actual por otro que les convenga más, un porcentaje 14 puntos superior a la media de la totalidad de los profesionales españoles (54%). Además, los profesionales de la Generación Z afirman sentir confianza plena en sus habilidades y aptitudes para encontrar un puesto mejor (32%). En España es evidente que el nivel de rotación es menor entre los mayores de 50 años.
En un principio el Gobierno español no dio la espalda al debate, pero siempre ha rechazado que el mercado laboral sufra este problema. En mayo de 2022, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció que convocaría a los agentes sociales para abordar este asunto, dada la inquietud expresada por empresas que no pueden cubrir las vacantes tecnológicas por la fuga de talento. Según la última cifra publicada por Adecco, hay 200.000 puestos que están pendientes de cubrir.