La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha pedido «abordar las causas estructurales» del top manta y «evitar las políticas reactivas que estigmatizan» al colectivo. En un comunicado, la institución dice que la actuación municipal «no es suficiente para garantizar los derechos humanos de proximidad» de las personas que ejercen la venta ambulante irregular, y afirma que las políticas que se están aplicando «contribuyen todavía más a estigmatizar las personas vendedoras, así como a cronificar su situación de exclusión».

El organismo subraya que el colectivo de vendedores «en ningún caso» supone un problema de orden público vinculado a la inseguridad ciudadana, sino que «es el principal interesado en desvincularse de esta imagen de inseguridad, y colabora en la protección de la seguridad ciudadana ante situaciones de hurtos y robos». Además, señala que la imposición de sanciones por parte de la policía es una estrategia que «no ha dado buenos resultados», puesto que el porcentaje de pago de las denuncias es de un 3,46%, unos datos «que denotan la falta de eficacia de la aplicación del procedimiento sancionador».

«Desde esta perspectiva centrada en el ámbito de la seguridad, a pesar de los esfuerzos y los efectivos policiales que se destinan, no se consigue erradicar el top manta, puesto que no se está incidiendo en las causas estructurales que lo provocan». En este sentido, la Sindicatura insiste en que «un abordaje solo de carácter policial no sirve para afrontar una realidad de carácter estructural».

«La gestión actual no se plantea ni ha puesto en marcha instrumentos y medidas específicas para abordar las causas estructurales y combatir las vulnerabilidades sociales derivadas de la exclusión administrativa, ni para facilitar oportunidades laborales al colectivo», lamenta el organismo, que critica que desde que el actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, puso en marcha el Pla Endreça, las denuncias por venta ambulante se han incrementado más de un 30%.

Con todo, la Sindicatura arrecia que el abordaje de la venta ambulante irregular no se puede hacer «únicamente» desde la óptica punitiva por la ocupación del espacio público, «porque esta solo agrava la situación». «Necesariamente, tiene que pasar por la implementación de instrumentos y medidas más amplias y coordinadas entre las diversas administraciones públicas, puesto que será la manera de poder poner fin a esta situación de marginación y deshumanización del colectivo».

En el comunicado, el organismo informa que ha trasladado una serie de recomendaciones al Ayuntamiento de Barcelona, entre las cuales están la promoción de una mesa con representación de todos los actores de la ciudad para abordar la venta ambulante «desde todos los ámbitos»; la elaboración de un censo de las personas que practican la venta irregular; reactivar los programas dirigidos a «intervenir de manera integral» la situación de las personas; o explorar nuevas vías para fomentar la ocupación entre el colectivo.

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