El próximo 22 de abril el Museo de Lleida clausurará la exposición Presos políticos en la España contemporánea del artista madrileño Santiago Sierra. La muestra censurada en ARCO por su fuerte carga política, ha ocupado durante un mes y medio la Sala de exposiciones temporales del museo, espacio donde se ubicaban las obras de Sijena arrebatadas de la pinacoteca por mandato judicial.
Ello ha significado un incesante goteo de visitantes desde el mismo día de la inauguración, llegando a sobrepasar las cuatro mil visitas, a falta de conocer los datos de esta semana. Antes de esta muestra, la exposición temporal más visitada había sido la de Granados, de París a Goya, que recibió un total de 2.898 visitas en poco más de tres meses (del 19 de enero de 2017 al 30 de abril de 2017). En diez años de exposiciones temporales del Museo de Lleida, la media de visitantes se ha situado entre los 1.000 y los 1.500, y la duración de estas exposiciones ha sido de tres meses cada una.
Presos políticos en la España contemporánea incluye 24 fotografías en blanco y negro de rostros pixelados de presos políticos en España, entre los cuales el del vicepresidente Oriol Junqueras y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, además de activistas del 15-M, los jóvenes detenidos en Altsasu por una pelea con guardias civiles fuera de servicio o los titiriteros de Madrid, entre otros. Las fotografías van acompañadas de un breve texto explicativo que, sin decir ningún nombre, permite identificar a las personas retratadas.
El autor de las fotografías, el artista español Santiago Sierra, vive y trabaja en Madrid. Ha expuesto en importantes museos, centros de arte y galerías de todo el mundo y su obra está representada por importantes galerías. El año 2010 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de España “por su obra crítica, que reflexiona sobre la explotación y la exclusión de las personas, y genera un debate sobre las estructuras de poder”. Sierra rechazó el premio el día siguiente de habérselo sido concedido a través de una carta dirigida a la ministra de Cultura, en la cual criticaba al estado.
El montaje fotográfico de la exposición ‘Presos políticos’ fue adquirido por el empresario leridano de tendencia independentista, socio de Mediapro, Tatxo Benet, antes de que fuese retirada de ARCO, por 80.000 euros (precio de salida a subasta). El propietario de la obra comentó el día de la inauguración que “la gente de Lleida vivió como un ataque el expolio de las obras de Sijena, sentían que se les había robado algo y esta exposición es una manera de devolvérselo”. Benet añadió que “alguien pretendía que el artista no la pudiera exponer y el público no la pudiera ver, pero los museos son templos de cultura y hace falta que cada persona la valore, la critique o lo elogie libremente”. El socio de Mediapro aseveró: “esta obra rompe el pensamiento único. Hay gente que cree que no hay ningún preso político en España”.
Por su parte, el director del Museo de Lleida, Josep Giralt, opina que el Museu de Lleida “aspira a ser un museo de referencia del siglo XVIII hasta el siglo XXI”. Giralt explicó que la obra de Sierra ha obligado a trasladar la exposición prevista para estas fechas al mes de septiembre. “Esta exposición merecía que hiciéramos todos los cambios necesarios para que Lleida fuese el primer sitio donde se expusiera”, añadió.
Paralelamente, el Museo de Lleida está organizando tres mesas redondas en torno a la exposición Presos políticos en la España contemporánea. De momento, se han celebrado los coloquios Creació i Censura con la presencia del rapero Josep Miquel Arenas, Valtonyc, y Llibertat de expressió, censura i política, con la participación de la periodista y compañera de Jordi Cuixart, Txell Bonet, entre otros. La última mesa redonda se celebrará hoy, 18 de abril, bajo el título Educar en la llibertat d’expressió y está previsto que asistan el pedagogo Jaume Carbonell y el director de la revista Guix, Raül Manzano.
El próximo destino del montaje fotográfico de Sierra será el Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB), aunque el propio Benet ha reconocido que ha recibido un alud de peticiones de toda Cataluña, de otros lugares de España como Madrid o en el País Vasco e incluso del extranjero para exponer la obra.
El guardián de Ros
Curiosamente, la única polémica suscitada a lo largo de mes y medio de exposición se vivió el mismo día de la inauguración, cuando la presencia del alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), encendió los ánimos de los centenares de personas -entre ellos el rapero Pablo Hasél– que asistieron reclamando la libertad de los presos políticos. De hecho, tuvo que ser el propio Tatxo Benet quien mediara para que el paer en cap ofreciera su discurso. La imagen más bochornosa se vivió a la salida del acto, cuando el jefe de gabinete de Ros y yerno del mismo alcalde, José Crespín, se enfrentó físicamente a los manifestantes que increpaban a su suegro haciendo las veces de guardaespaldas y llegando a agredir a una mujer. Por este motivo, los partidos de la oposición CUP, ERC y Comú de Lleida han pedido el cese de Crespín que de momento no se ha producido.
El Museo Morera expone todo su inventario
Desde el pasado 5 de abril, el Museu d’Art Jaume Morera de Lleida expone todo su inventario en las dos galerías que dispone (calle Major, 31, Edificio Casino, 1a planta, y avenida Blondel, 40, bajos) bajo el título Inventari ganeral. Esta exposición, que agrupa 200 obras, se plantea como un escaparate público de las reservas del Museo y no pretende construir ningún relato temático ni establecer ninguna trama discursiva, sino mostrar el mayor número de obras posible de las colecciones del Museo, procedentes de las distintas operaciones de ingreso que la institución ha realizado a lo largo de su historia centenaria. Según explicó el director del museo, Jesús Navarro, “se pretende poner de manifiesto, a través de las acciones implícitas de todo coleccionismo, la selección y la acumulación, la riqueza patrimonial del Museo”. Entre algunas de las obras que se exponen destacan las del propio Jaume Morera, Leandre Cristòfol, Xavier Gosé, Gregorio Iglesias, Ton Sirera, Antoni Garcia Lamolla o Benet Rossell, entre muchos otros.
Inventari general se plantea como un proyecto abierto, “porque pretende reflejar los trabajos de investigación y la construcción del aparato teórico y del discurso que tienen que conducir los diferentes relatos que incorporará la exposición de la colección en la nueva sede del Museo de Arte de Lleida”, añadió Navarro. En este sentido, está previsto que toda la obra del Museo Morera se traslade en unos dos años al edificio de la antigua Audiencia Provincial de Lleida, un espacio arquitectónico vinculado al arte moderno y contemporáneo que se reformará íntegramente con un proyecto presupuestado en 4,8 millones de euros
Jacobo Piñol Fontova
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.