Desde el pasado verano, cada jueves, los trabajadores de la sede nº 2 del Instituto Nacional de la Seguridad Social aprovechan la hora del almuerzo para salir a la calle Maria Claret y hacer una breve manifestación en contra de los recortes. Ellos, como el resto del funcionariado público, han sido objeto de ajustes como las congelaciones salariales, la supresión de la paga extraordinaria de navidad o la supresión de los días de libre disposición. En los últimos tres años se han destruido 15.000 puestos de trabajo en la Administración General del Estado, la oferta ha quedado congelada y no se repone al personal que se jubila. Las condiciones laborales se precarizan y eso tiene sus repercusiones en el servicio.
Sin embargo, en una oficina como la del INS no sólo comparecen los problemas de sus trabajadores sino también los de las muchas personas que ven peligrar sus pensiones o ayudas, que tienen dudas acerca del futuro de éstas. Las colas de personas que viene a consultar su situación o derechos son cada vez más largas y la preocupación cada vez más acentuada. Eva Sánchez, trabajadora del INS, nos hace un breve esbozo de la situación.
¿Cómo afectan los recortes a los usuarios?
Hay una preocupación generalizada y mucha inseguridad por lo que pueda pasar. Esto se constata en el aumento de las consultas y las larguísimas colas que se forman en atención al público. Especialmente la gente mayor, los que tienen alguna discapacidad y aquellos que están a punto de jubilarse son los que han mostrado más preocupación.
¿Y a vosotros cómo os ha afectado?
Hombre lo de la paga nos tiene muy enfadados pero lo que más nos enoja son los días de libre disposición que habíamos conseguido para compensar las antiguas congelaciones de sueldo. Hay que tener en cuenta que estos días no son un privilegio de los funcionarios en relación al resto de trabajadores, sino que se trata de una compensación que se hizo en 1983 a cambio de no incrementar los sueldos según el IPC, que era del 12,20%. Pues bien, habíamos conseguido 6 días para todos más los que se sumen gracias a, por ejemplo, la antigüedad. En mi caso yo tenía 9. Pues bien, ahora sólo tengo tres. La verdad es que esta reducción fastidia bastante, incluso más que lo de las extras, porque estos días facilitaban la conciliación del trabajo con la vida familiar. Podías acompañar a tu hija a alguna parte, por ejemplo. Además, también han reducido un 50% lo destinado a acción social, es decir ayudas para el transporte, a discapacitados etc…
También creemos que nos tocarán la paga de junio porque la gente que se está jubilando ahora no cobra la parte proporcional.
¿Qué es lo que más os preocupa?
En general, lo que más preocupa son los hijos. Me refiero a aquellos trabajadores que son padres y que han vivido una seguridad laboral que no parece que sus hijo vayan a poder disfrutar. Para ellos se abre un futuro de incertidumbre y precariedad. Hay mucha mujer con hijos en la administración y lógicamente se preocupan por el futuro laboral de estos.
Licenciado en Periodismo y Filosofía con experiencia en medios de comunicación tanto en el campo de la redacción como en el de la cobertura audiovisual.