Cuando todos los partidos, incluidos los que llevan tres meses negociando, daban por hecho que se repetirían las elecciones, Mas ha cumplido las exigencias de la CUP para desbloquear la investidura. La presión popular, la inestabilidad interna de Convergència sin un sustituto de garantías para afrontar el adelanto de los comicios y con Mas quemado- y el miedo a que ERC fuera el gran beneficiado de la falta de acuerdo ha propiciado el desenlace.

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El alcalde de Girona, Carles Puigdemont, se convertirá el domingo en presidente de la Generalitat. Artur Mas no ha podido resistir la presión de la CUP y, en el último minuto, ha cedido paso para desencallar el acuerdo entre Junts pel y el partido antisistema.

«La decisión permite a la obra y sacar adelante el país«, consideró Mas, que ha apuntado que las negociaciones han «deteriorado» muchas cosas. «Al país le faltaba proyecto«, añadió. «Otras elecciones era el peor de los escenarios«, ha señalado el presidente, que ha apuntado que estaba «todo listo» para convocar a los nuevos comicios para marzo. «Estoy convencido de que los beneficios superan de largo los costes«, reiteró durante la comparecencia. Pero quedará «a disposición» del Parlamento y del futuro presidente para llevar adelante el proceso, en la medida que no formará parte del ejecutivo. Se dedicará a refundar CDC y ya ha avisado de que «queda libre» del compromiso de no volver a presentarse a las elecciones.

Este movimiento de última hora permite desbloquear la investidura, que en los últimos días había entrado en una fase de conversaciones agónicas después de que la CUP concretara su veto definitivo a través de una reunión del consejo político que desempatar la situación generada en el asamblea de Sabadell. Pero no entrará en el futuro gobierno presidido por Puigdemont y centrará los esfuerzos en el partido, según fuentes consultadas. CDC afronta meses decisivos para refundarse y la cita electoral en marzo le impedía llevar a cabo el proceso con la profundidad requerida.

La CUP confirma el acuerdo con Juntos por el para invertir Carles Puigdemont como presidente de la Generalidad. La izquierda independentista ha enviado un comunicado avalando el entendimiento y asumiendo «errores en la beligerancia expresada hacia Juntos por «. Además, se comprometen a garantizar la estabilidad parlamentaria poniendo por escrito que no votarán «en ningún caso» en el mismo sentido que «los grupos parlamentarios contrarios al proceso soberanista o el derecho a decidir cuando esté en riesgo la mencionada estabilidad «.

El partido también explica que dos de sus diputados se incorporarán a la «dinámica del grupo parlamentario de Juntos el «, de forma «estable«. De esta manera se asumiría la gobernabilidad. «Participarán en todas las deliberaciones y actuarán conjuntamente en las tomas de posición del grupo para dar cumplimiento a lo que está establecido«, afirma el comunicado. No especifica, sin embargo, quienes serán estos cargos electos. En este sentido, la CUP también garantiza la mayoría absoluta, mañana, a Carles Puigdemont en el pleno de investidura.

La diputada Eulalia Reguant ha comparecido este sábado por la tarde, tras la rueda de prensa de Artur Mas, para fijar la posición de la CUP. «Nos presentamos con unos compromisos muy claros: avanzar por la ruptura democrática, un plan de choque y una presidencia de consenso«, dijo la diputada. «Llegamos a un acuerdo excepcional para avanzar hacia la independencia«, dijo Reguant para justificar el acuerdo de última hora, que ha subrayado que la CUP sigue defendiendo «que hay que decir adiós a la Cataluña autonómica, de los recortes y la corrupción «.

Sobre el contenido del acuerdo, Reguant ha expresado que «habrá dos diputados de la CUP que harán un paso al lado«. La diputada, que hoy ha hecho de portavoz de la CUP, puntualizó que la izquierda anticapitalista continuará teniendo un grupo parlamentario propio de diez diputados aunque dos de sus parlamentarios aseguren la estabilidad parlamentaria. Reguant también ha apuntado que la formación aún no ha decidido qué dos diputados dejarán el escaño.

En el comunicado que ha hecho público esta tarde, el partido «asume que la defensa en los términos políticos del proceso tal como la entiende la CUP-CC puede haber puesto en riesgo el empuje y el voto mayoritario de la población y la electorado a favor del proceso hacia la independencia en una negociación que ha desgastado ambas partes y la base social y popular del independentismo «. En este sentido, reconoce «la beligerancia expresada hacia Juntos el , sobre todo en lo relativo a la voluntad inequívoca de avanzar en el proceso de independencia y en el proceso constituyente«.

Así, la izquierda independentista se compromete a «reconstruir, a todos los efectos, la potencia discursiva y movilizadora de la etapa política que se inicia con este acuerdo«, añadiendo, además, que defendía de forma «activa» todos los agentes que lo hacen posible (es decir, Juntos por el ).

La CUP pone a disposición del acuerdo su compromiso de «renovar tanto como sea necesario» su propio grupo parlamentario. Con qué objetivo? Pues «visualizar un cambio de etapa y asumir implícitamente la parte de autocrítica que le corresponde en la gestión del proceso negociador«. Aunque no habla de nombres en concreto, explicita que los relevos se producirán «inmediatamente» después del pleno de investidura.

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