altUna manifestación convocada por la plataforma Estudiants9N culmina dos jornadas de huelga estudiantil y acciones reivindicativas en favor de la celebración del referéndum por la independencia, “más allá de lo que diga el Constitucional”.

 

 

 

Una manifestación convocada por la plataforma Estudiants9N culmina dos jornadas de huelga estudiantil y acciones reivindicativas en favor de la celebración del referéndum por la independencia, “más allá de lo que diga el Constitucional”.

 

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“Vaciamos las aulas, llenamos las urnas”, lo primero ya lo han llevado a cabo los estudiantes de universidades y secundarias de Catalunya durante estos dos días, lo segundo es lo que persiguen conseguir para el 9 de noviembre. Con una manifestación de  dos millares de personas, la plataforma Estudiants9Ngestada en reacción al veto de la consulta por el Tribunal Constitucional (TC) – ha culminado este miércoles dos jornadas de huelga estudiantil y diversas acciones reivindicativas en defensa del derecho a decidir.

 

Según laSecretaría de Universitats de la Generalitat la actividad académica se ha desarrollado estos dos días con normalidad, a excepción de algunas facultades de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Politècnica de Catalunya (UPC), la de Girona (UdG) y la de Lleida (UdL). Según los convocantes, sin embargo, el seguimiento ha sido de entre el 70% y el 80% y las clases, aseguran, en algunos campus se han visto totalmente paralizadas mientras que en otrosapenas se ha percibido la protesta.

 

Ya desde la noche del lunes más de medio centenar de alumnos iniciaron la protesta con encierros en diversas facultades de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), la Autónoma de Barcelona y la de Girona para mostrar su rechazo a la prohibición del referéndum y, en Lleida, una treintena de alumnos durmieron en el claustro del Rectorado de la Universidad. El colectivo que ha impulsado la movilización, Estudiants9N, está formado porla Associació d’Estudiants Progressistes, la Associació de Joves Estudiants de Catalunya, En Lluita, la Federació Nacional d’Estudiants de Catalunya, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y Sumem y no se posiciona como independentista sino como partidario del derecho a la autodeterminación. “Tras la prohibición del TC, los estudiantes pensamos que teníamos que dar una respuesta contundente porque, más allá de votar por la independencia o no, lo que queremos es que nos dejen expresar” explica Aniol, estudiante de Humanidades en la Pompeu Fabra y militante de Estudiants9N.

 

De ahí que este grupo de sindicatos y asociaciones estudiantiles de Catalunya decidiera convocar una huelga para los días 7 y 8 de octubre bajo el lema “Aturem les clases, activem la democràcia” [“paremos las clases, activemos la democracia”]. En su manifiesto, la organización declara que ante la rotunda negativa del Gobierno español a permitir la celebración del referéndum, la única opción es “desobedecer”: “La sociedad catalana exige el derecho a la autodeterminación y no se permitirá renunciar a él. La consulta se ha de encajar únicamente en la legalidad catalana (…) queremos votar el próximo 9 de noviembre sea cual sea la sentencia de un Tribunal Constitucional que no reconocemos. No nos conformamos con unas elecciones anticipadas: demandamos que los partidos que se han posicionado a favor de la consulta dejen de lado los intereses partidistas y acaten la voluntad popular, desobedeciendo la suspensión cautelar del Decreto de Consulta y convocándola igualmente”.

 

En este sentido, la portavoz del SEPC y coportavoz de Estudiants9N, Mercè Amich, ha explicado que la movilización de estos días «no es una huelga de estudiantes sino una huelga política porque los estudiantes somos una parte más de la sociedad y nos tenemos que activar para exigir este derecho democrático, que es irrenunciable». Lo mismo opinan muchos de los manifestantes que poblaron la Plaza Universitat, en el centro de Barcelona, para emprender la marcha que a las 19 horas salió rumbo a la sede de la Generalitat. “Queremos que sepan que pueden contar con los jóvenes, que somos el motor del futuro” advertía Clara, estudiante de Psicología de la Universidad de Barcelona (UB).

 

Mercé Amich ha asegurado que Estudiants9N cuenta con la colaboración de algunos decanatos, como el de la sede de la UB en el barrio del Raval, que ha aceptado cerrar sus puertas a petición de los estudiantes. La plataforma también tiene el apoyo de la CUP, que en un comunicado ha celebrado “la creación de esta organización movilizadora, ya que entendemos que precisamente la movilización y la desobediencia civil serán las que presionarán para que las instituciones catalanas desobedezcan la legalidad española y obedezcan el mandato popular de votar el 9 de noviembre”.

 

La urna gigante de cartón que los más de dos mil estudiantes pasearon por las calles principales de Barcelona ayer por la tarde fue el símbolo que sintetizó su firme intención de que la consulta por un nuevo modelo de Estado se lleve a cabo. El acuerdo entre los asistentes era generalizado: “plantarse y tirar para adelante más allá de lo que diga el Gobierno”, tal como lo expresaba Víctor, estudiante de Ingeniería industrial por la UPC. Por eso, la convocatoria de Estudiants9N no se limitó a las dos jornadas de huelga y a la marcha del miércoles sino que abarcó también a alumnos de secundaria que el martes por la mañana cortaron otra de las arterias de la ciudad, la Avenida Diagonal, y por la tarde encabezaron una manifestación de más de 500 personas que hizo su parada de rigor antela sede de la Delegación del Gobierno en Catalunya, situada en la calle Mallorca, donde han cortado el tráfico durante un cuarto de hora al canto de  consignas como «Contra la sentencia, desobediencia», «Queremos la independencia, queremos los Países Catalanes» y «Quien siembra la arbitrariedad, recoge la rabia».

 

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