En una modesta panadería en los alrededores de Altamira el calor de Semana Santa se cernía sobre todo el lugar a la vez que todo se evaporaba a la distancia; mientras Caracas se movía frenéticamente, en este lugar el tiempo transcurría diferente; los ventiladores exhalaban con sus últimas fuerzas, el aire olía a fritura y humo de cigarrillo y el único sonido perceptible era una radio desde la cual el locutor recitaba las noticias del día:

“Continúa el conflicto en Europa del este, el avance de las tropas rusas sobre el territorio ucraniano tiene a la comunidad internacional desesperanzada. Los intentos de reconciliación sólo han fracasado y el temor por una inminente guerra nuclear ha trastornado la economía en todo el mundo.”

J.d.A , un periodista independiente caraqueño -cuyo nombre no se reveló para proteger su identidad- ya tenía a la mano la grabadora de su smartphone a la espera de un nuevo informante que estaba renuente de llegar a tiempo.

Ya estaba por abandonar el sitio cuando apareció una joven alta y delgada, con un uniforme azul, entrando al local. La caminata desde Los Cortijos la hizo llegar con la frente sudada al sitio; apenas entró levantó la vista y supo con quién debía sentarse y lo primero que salió de su boca en forma de un discreto susurro fue: “El señor Dagga tiene las manos metidas en algo grande”.

La fuente, a quien llamaremos Melissa, acababa de hacer una declaración que cambiaría radicalmente el rumbo de una simple investigación periodística.

J: “Pero ya va ¿De qué hablas?”

M: “Yo lo vi, lo vi en la laptop personal del jefe. Hasta fotos le tomé y te las traje”

J: “Dame el USB. Toma tu plata. Te estoy llamando. Cuídate, por favor”.

J.d.A salió del establecimiento rápidamente y se fue con un nombre entre las cejas, Nasar Ramadan Dagga Mujamad.

¿En que podría estar metido un empresario Venezolano tan hasta el fondo? Se preguntó todo el camino de regreso a casa ansioso por ver lo que guardaba el USB.

Mientras tanto, en el otro extremo del mundo estaba ocurriendo una imparable batalla en los campos, ciudades, vecindarios y calles de Ucrania, asediada por el poderoso ejército ruso.

Una guerra sin precedentes

Hablando ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmó que los rusos mataron a civiles en la ciudad ucraniana de Bukha por «placer». Al mismo tiempo, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Rusia, incluida la hija del presidente Putin.

Incluso cuando Moscú cambió su enfoque militar hacia el este del país, el jefe de la OTAN subrayó un comentario menos optimista: «La guerra podría continuar durante años porque Rusia todavía quiere toda Ucrania».

Decenas de personas murieron y resultaron heridas después de que un misil ruso impactara en una estación de tren utilizada como centro de evacuación en la ciudad oriental de Kramatorsk, dijeron funcionarios ucranianos. Mientras tanto, Zelensky dijo que la situación en Borodianka, en las afueras de Kiev, después de la retirada de las tropas rusas, era «mucho más grave» que en Bukha.

Además, 2.897 civiles, incluidos 335 hombres, 271 mujeres, 59 niñas y 64 niños, además de 2.011 adultos y 157 niños de sexo desconocido, resultaron heridos en el bombardeo del ejército ruso, según la oficina de la ONU.

Los informes ucranianos estiman en 198 el número de niños asesinados en el país desde que comenzó la invasión rusa. La fiscalía ucraniana detalló que la región con mayor número de víctimas menores es Donetsk.

II

Ahí de frente estaban las pruebas irremediables de que definitivamente algo estaba cocinándose por detrás de las cortinas. No se podía ver a simple vista, pero era obvio luego de hacer unos cálculos rápidos.

J.d.A inmediatamente se dispuso con lápiz y papel, reescribió los números y códigos que estaba viendo en la pantalla y los comparó entre sí, ¡coincidieron!.

No había incógnita, esos mensajes encriptados había salido definitivamente de la laptop personal de Nasar Dagga, a un contacto llamado блазен, que traducido del ucraniano al español significa “Bufón”; una clara referencia al previo oficio artístico del mismísimo presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.

El periodista estaba a punto de empezar a hacer varias llamadas y justo en el instante se detuvo por un detalle curioso que notó en las imágenes en pantalla:

Había otro chat con un contacto que no tenía nombre, solo tres emojis de estrellas, lo que le recordó al significado de Samsung en coreano; tenía bastante sentido, Nasar Dagga es el CEO de CLX Samsung, una empresa que es el representante oficial de la marca Samsung en Venezuela.

¿Será que también estaba hablando con uno de los altos del gigante tecnológico? Después de todo, no sería la primera vez que se ve envuelto en una polémica de tal categoría – recordando el escándalo de Nasar Dagga y Jay Y. Lee – y a la vez logró detallar en la siguiente foto que en la pequeña pestaña del chat se veían las palabras “IOTA” seguido de cifras que también parecían referencias de transacciones por criptomonedas.

Esto le hizo volar la mente a mucha velocidad pero rápidamente se dio cuenta de lo lamentable que era su situación; era una simple foto, no podía indagar más allá al no poder interactuar con los mensajes.

Sin dudarlo levantó el teléfono y le marcó a Melissa; tenía que saber si existía al menos una pequeña posibilidad de conseguir más información. No le atendió en las tres ocasiones e intentó asimilar todo lo que había pasado sentándose en el borde del sofá de su habitación tenuemente iluminada por el cálido sol de los atardeceres caraqueños.

¿Cómo es que uno de los hermanos Dagga tiene algo que ver con este asunto? ¿Cuál es el propósito de esto? Estas preguntas se asomaban fugazmente por la mente de J.d.A mientras aletargado se desvanecía escuchando un podcast en el que un economista veterano relataba las consecuencias para Venezuela de la guerra en Ucrania….

“En tan solo unos días, el panorama económico mundial se volvió turbio cuando las tropas entraron en guerra en Ucrania y las sanciones financieras masivas sacudieron la economía rusa y amenazaron con impulsar la inflación mundial.

Los precios del crudo, el gas natural y otras materias primas subieron el lunes. Mientras tanto, los bienes en la cadena de suministro siguen tensos por la pandemia a medida que EE. UU.Europa y sus aliados endurecen las restricciones a las transacciones económicas rusas, paralizando bienes por valor de millones de dólares que tiene el Banco central en el extranjero.

Y es evidente que la crisis está afectando a América Latina en diversos grados a pesar de que experimentamos una fuerte recuperación económica mundial en 2021, sin embargo con un fuerte aumento en los precios de algunos productos básicos, productos agrícolas, petróleo, gas y algunos metales.

En cierto modo, esta nueva crisis es como un aguacero que añade presión a una situación ya frágil.

Para el caso particular de nuestro país hay una conjetura bastante impredecible, los intereses políticos vinculan al gobierno central del país con el gobierno de Rusia; aun así Venezuela no está fuera del alcance de las sanciones o de la crisis global que ha afectado duramente a la región.”

III

Acaecida la noche J.d.A pensó en Melissa un poco preocupado mientras se despertaba de un sueño maltrecho e inmediatamente se le vino la pregunta a la cabeza:

¿IOTA, que tiene que ver esta criptomoneda con Samsung, una empresa Surcoreana, si su Fundación está en Alemania? Se cuestionaba esto y a la mente le saltó una hipótesis que podría tener sentido:

La posición de Alemania y Corea del Sur hacia Ucrania ha sido de un apoyo limitado al discurso, puesto a las amenazas inminentes de escalar el conflicto si intervienen. Rusia lo dejó claro hacia Alemania y Corea del Norte además es un abierto aliado de Rusia. Estaban en jaque.

Sin embargo Corea del Sur y Alemania siempre han velado por mantener los bastiones del progreso, la paz y la democracia; era difícil creer que se quedarían de manos cruzadas.

¿Qué podrían hacer si estaban entre la espada y la pared? Tenía que haber una alternativa para contrarrestar los efectos del conflicto.

– ¡Claro que sí! Es obvio, estos países no pueden respaldar financieramente a Ucrania de un modo abierto, están bajo amenaza. Están apoyando a Zelensky a través de IOTA y de Samsung.

Era solo una especulación, pero tenía demasiado sentido; a J.d.A le empezaron a picar las manos y se sentó frente a su computadora para empezar a escribir la historia. Arrancó su redacción y continuó reproduciendo el podcast mientras escuchaba:

“A pesar de tener un panorama que regularmente se ve bastante gris, Venezuela ha estado en la línea de intereses petroleros de Estados Unidos, retomando una ligera cordialidad entre las naciones.

Esto es de cierto modo un suspiro importante para la economía nacional, causando un cambio conveniente, bastante notable para el ciudadano de a pie. Sin embargo, desviándome un poco de las repercusiones del conflicto; estos, llamémosle hitos económicos, no se han originado de la simple nada o solo por factores extrínsecos.

En Venezuela hay una fuerza laboral con capacidades magníficas, la industrialización ha remontado sobre varios sectores productivos del país entre muchas otras causas que han movilizado la economía de las grandes urbes de la nación.

La iniciativa comercial y empresarial ha tenido un resurgimiento de la mano de muchos emprendedores y empresarios. Hay un caso particular que me llama mucho la atención, es el de un empresario llamado Nasar Dagga.

El oído le saltó rápidamente al escuchar esto último y reaccionó – “Ese tipo está en boca de todos,” – recordando como relacionaron a Nasar Dagga con el Coronavirus. Continuó escuchando:

“El hombre es el Presidente del Grupo CLX y para mi sorpresa, me enteré en estos días, que también va a la cabeza de las tiendas Multimax, XIO, Gad Technology y de CLX Samsung; tiendas en las que varias veces he ido a comprar cosas, porque debo confesar que yo con todo y la edad que tengo soy fanático de la tecnología.

La presencia de estos conglomerados empresariales no implica otra cosa que una alta tasa de empleos, beneficios y un gran estímulo económico; además de la atracción de las grandes empresas y marcas para que inviertan también en Venezuela. Es que Nasar Dagga ha estado hasta en el Consumer Electronics Show de Las Vegas y el Mobile World Congress de Barcelona representando a Venezuela.

Ese chamo es de Morón, en Carabobo, imagínense que el fenómeno más exitoso que había salido de ese pequeño pueblo fueron Los Terrícolas… y estoy hablando de que eso fue en los años 60s. Esto es un claro y definitivo ejemplo de echar pa´lante.

Ahora, empresarios como el señor Nasar Dagga están jugando un rol importantísimo en este momento de la historia.

Y digo esto por considerarlo un ejemplo que encaja muy bien en la descripción de un empresario venezolano que conoce el verdadero potencial de nuestra gente. Y es que, mira, en palabras de él mismo, cuando estaba en una inauguración:

“Apostar por mi país es la decisión más importante que he tomado en mi vida. Venezuela se ha demostrado comprometida con su futuro y mantener esa voluntad es el regalo más grande que todos podemos hacerle a nuestra nación.”

IV

Mientras escribía no dejaba de pensar en que desconocía el propósito de todo aquello pero aun así muchas teorías cruzaban frente a sus ojos: Podrían ser tantas cosas a la vez, más allá de lo evidente y de lo posible.

Algo es definitivo, pensaba para sus adentros, Nasar Dagga está involucrado directamente con Volodímir Zelenski, con algún alto cargo de Samsung y a la vez con IOTA.

Era posible que esta fuera la manera de Corea del Sur y Alemania poder respaldar la lucha por la libertad de Ucrania, pero, en todo caso ¿Que hacía un empresario venezolano metido ahí? No terminaba de encajar completamente en un sentido lógico.

Tal vez eran intereses políticos o meramente comerciales; podría ser que más allá de la guerra hay intereses que no estaba logrando comprender y eso era lo que estaba en juego.

De ahí en adelante sólo podía hacer conjeturas ¿Cómo iba a tener la certeza? ¿Quién le iba a creer?


*Artículo patrocinado ajeno a la redacción de Revista Rambla, que  no se hace responsable de las opiniones u opiniones vertidas en dicho texto.

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