La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, daba la noticia poco después del mediodía. «A pesar de que pienso que el trabajo que estás haciendo en el Europarlamento es imprescindible, quiero pedirte que te pongas ya a liderar una candidatura de paz y contra el rearme para las próximas elecciones generales», dijo la líder de los morados a su secretaria política ante cientos de militantes y simpatizantes.
«Una candidatura que logre convertir a España en una referencia de paz y de diplomacia para el mundo. Una candidatura que no sea sólo de Podemos, que tienda la mano a la sociedad civil organizada y a todas esas personas desencantadas con este gobierno que nos ha involucrado en una insensata carrera armamentística y que está impulsando un régimen de guerra que nos pone en riesgo y compromete definitivamente el futuro de nuestros hijos e hijas.»
Aunque el rumor de que Montero sería la candidata de Podemos en unas eventuales elecciones generales estaba muy extendido y resulta la opción más natural, la formalización de su candidatura es un hecho político de envergadura toda vez que los morados eran uno de los pocos partidos que todavía no habían tomado esta decisión. Con este movimiento, los de Belarra reafirman de forma contundente su hoja de ruta basada en seguir acumulando fuerza social mientras experimentan un crecimiento suave pero sostenido en las encuestas.
«Te pido que, durante los próximos meses, dialoguemos, tendamos la mano, nos acerquemos a toda esa gente que estos días ve con horror como la solución de las élites a todas las incertezas de este mundo es un kit de supervivencia de 72 horas, es que nos salvemos solos. Nosotras sabemos que sólo estaremos a salvo si todas estamos a salvo, fortaleciendo nuestros servicios públicos y construyendo un mundo en paz», añadía Belarra, dibujando en pocas palabras el núcleo fundamental de la propuesta política de la futura candidatura de Podemos, ahora con la ex ministra de igualdad como reconocible cara visible: una oposición frontal al aumento de gasto militar y a la deriva belicista de la Unión Europea y del gobierno de España en particular; por principios, pero también por su incompatibilidad con el mantenimiento de un estado social.
«Sé que pedirte que encabeces este proceso es pedirte mucho después de todo lo que ya has hecho por nuestro país y particularmente por las mujeres. Es pedirte mucho después del precio que tu familia y tú habéis tenido que pagar por cambiar este país para siempre. Pero creo que estamos en un momento crítico de la historia y que sólo una mujer valiente, una pacifista, puede volver a poner en pie a la izquierda para cambiar, de nuevo, España. Puedes contar conmigo en tu equipo para que España tenga una izquierda de poder y de gobierno que vuelva a demostrar que ayer hubo alternativa a la austeridad y que hoy hay alternativa a este régimen de guerra que nos lleva al desastre. Adelante, compañera», concluyó Belarra entre aplausos y con una de las principales incógnitas respecto de la formación ya completamente despejada.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.