En la actualidad, se estima que, en España casi la mitad de los matrimonios terminan en divorcio o separación (este último menos común). Se ha demostrado que el compromiso es un factor claro de porqué algunas parejas permanecen juntas. Si bien es cierto, aunque hay momentos en que el divorcio es necesario, en otras muchas ocasiones las parejas divorciadas reconocen que desearían haberse esforzado más antes de tomar la decisión de divorciarse. Hay muchos factores que colocan a una pareja en mayor riesgo. Si necesitas asesoramiento en Abogados Muñoz Quesada Granada encontrarás al equipo de profesionales que necesitas.
Las estadísticas estiman que, entre el 40 % y el 50 % de todos los primeros matrimonios terminarán en divorcio o separación; igualmente, entre el 60 % y el 65 % de los segundos matrimonios terminarán en divorcio. Aunque el divorcio siempre ha sido parte de la sociedad, se ha vuelto más común en los últimos 50 años. Los cambios que las leyes han ido experimentando con el paso de los años, han facilitado mucho el divorcio. Las tasas más altas se registraron en la década de 1970 y principios de la de 1980. Desde entonces, estas tasas de divorcio han disminuido, aunque siguen siendo altas.
Cabe matizar que, en el primer trimestre de este 2022, en España, y más concretamente en Granada, se ha visto una disminución del 18,2% de disolución de matrimonios, un dato muy significativo dado que esta comunidad autónoma es la cuarta que más procesos de este tipo ejecuta.
Qué factores están asociados con un mayor riesgo de divorcio
A lo largo de los años, se han determinado ciertos factores que ponen a las personas en mayor riesgo de divorcio: casarse joven, educación e ingresos limitados, vivir juntos antes del compromiso matrimonial, embarazo prematrimonial, ausencia de afiliación religiosa, provenir de una familia divorciada y sentimientos de inseguridad.
- Edad joven. El matrimonio a una edad muy temprana aumenta la probabilidad de divorcio, especialmente en los primeros años de matrimonio.
- Menos educación. Las estadísticas muestran que aquellos con al menos algo de educación universitaria (frente a la escuela secundaria o que no terminaron la escuela secundaria) tienen menos posibilidades de divorciarse.
- Menos ingresos. Tener unos ingresos moderados puede ayudar a las parejas a evitar el estrés que puede conducir al divorcio.
- Convivencia prematrimonial. Las parejas que viven juntas antes del matrimonio parecen tener una mayor probabilidad de divorciarse si se casan, pero el riesgo es mayormente cierto para aquellos que han cohabitado con múltiples parejas. Una creencia común es que vivir juntos antes del matrimonio brinda la oportunidad de conocerse mejor, pero la investigación ha determinado que aquellos que viven juntos antes del matrimonio ya han desarrollado cierta indulgencia hacia el divorcio. Esta clemencia ante el divorcio es lo que lleva a la pareja a convertirse en una pareja de alto riesgo. Sin embargo, hay algunas advertencias a estos hallazgos. Las estadísticas sugieren que las parejas que se comprometen y luego se mudan juntas ya no corren un alto riesgo de divorcio en el futuro. Su compromiso con el matrimonio reduce el riesgo de un futuro divorcio.
- Maternidad y embarazo prematrimoniales. La maternidad y el embarazo antes del matrimonio aumentan significativamente la probabilidad de divorcio en el futuro. Sin afiliación religiosa. Los investigadores han estimado que aquellos con una afiliación religiosa en comparación con aquellos que no pertenecen a ningún grupo religioso tienen menos probabilidades de divorciarse.
- Divorcio de los padres. Desafortunadamente, experimentar el divorcio de sus padres duplica su riesgo de divorcio. Y si su cónyuge también experimentó el divorcio de sus padres, su riesgo de divorcio se triplica. Esto no significa que esté predispuesto a que su matrimonio termine en divorcio, solo que es posible que deba ser más consciente de las tendencias de su matrimonio y trabajar más duro para lograr un matrimonio exitoso.
Cuáles son las razones más comunes que dan las personas para su divorcio
Las razones más comunes que dan las personas para divorciarse son la falta de compromiso, demasiadas discusiones, infidelidad, casarse demasiado joven, expectativas poco realistas, falta de igualdad en la relación, falta de preparación para el matrimonio y abuso. Muchas de las razones comunes que las personas dan para divorciarse pueden caer bajo el paraguas de no estar más enamorados.
Tipos de procesos de divorcio
A la hora de divorciarse, la opción que desde Muñoz Quesada Abogados se aconseja en primer lugar, es el procedimiento de mutuo acuerdo. En este tipo de proceso, se redactará un Convenio Regulador en el que se fijen las medidas pactadas entre ambos cónyuges. Se ahorrará tiempo y dinero. De no ser posible el divorcio de mutuo acuerdo, se podrá llevar a cabo el procedimiento de divorcio contencioso. Este proceso será más costoso y se dilatará más en el tiempo, siendo el juez el que resolverá sobre las medidas que se fijen en adelante para lo ex-cónyuges.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.