San Andrés es una película de verano, película de efectos especiales, película de catástrofes y terremotos, película de Brad Peyton (Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa), película para deleite de los seguidores de Dwayne «The Rock» Johnson y sus habilidades como jefe de bomberos, que pilotando un helicóptero lo mismo rescata a una jovencita dentro de un coche al borde del abismo, como recupera a su mujer y su hija en medio del caos producido por el desastre más esperado por los expertos en terremotos. El big-one de los terremotos se ceba con EEUU, un país que a falta de atentados terroristas necesita un castigo divino para reencontrarse con el valor de los “héroes” de la patria, bueno, si todos los bomberos que rescatan vidas humanas hacen lo mismo que este sujeto, la mayoría de vidas se perderían ya que todos se dedicarían al rescate familiar.
Crítica película San Andrés
Unos científicos que han encontrado un método para predecir terremotos, unos reporteros televisivos, un jefe de bomberos que se está separando de su mujer, una madre dolida por un trauma anterior que deja a su marido cachas, por un arquitecto debilucho, millonario y cobarde, una hija edípica con unos ojos como platos, y una pareja de hermanos que recalan en San Francisco en un crucero, son todo el bagaje humano que pulula entre tanto caos y destrucción. El mundo de hunde bajo sus pies, pero todos tienen tiempo para hablar de sus cosas, de sus traumas y de sus deseos.
Se puede decir que San Andrés es una película “entretenida”, pero entre tanto ruido y desmoronamientos todo se hace caótico e inverosímil, se mezclan emociones con una masacre de fondo, destrucción y muerte de parque temático, nos remite esta historia a los diferentes productos que han proliferado desde antes de la imagen de síntesis. Los efectos especiales de la destrucción de las ciudades desde Los Ángeles a San Francisco parecen de videojuego. Las imágenes del Día Después, 2012 y por qué no, La tormenta perfecta, se mezclan con Transformers y se coloca a “The Rock», un actor que tiene buena acogida de público y a triunfar en el frescor del aire acondicionado de las salas de cine de verano. Si eso no es suficiente, hay el reclamo de Alexandra Daddario, «big blue eyes», y un Paul Giamatti que hace verosímil su papel de científico a pesar de las frases que nos dice en primeros planos. Exceso de guionistas, pero estamos acostumbrados cuando el cine está supeditada a los efectos especiales.
Un viaje a lo Phileas Fogg, siguiendo la falla de San Andrés, desde Los Angeles hasta San Francisco, con todos los medios posibles, desde el helicóptero reglamentario de Bomberos, pasando por el 4×4, una avioneta, paracaídas y lanchas planeadoras, un viaje para salvar y unir a la familia. Tenemos hasta una ola gigante, pero nada de tsunami japonés televisivo, sino a lo bestia, por eso estamos en USA, ríanse de la tormenta perfecta, en esta secuencia el sonido puede sustituirse por alguna canción de los Beach Boys y disfrutar de la corta escena como si fuera los fuegos de artificio del día de acción de gracias. Después de tanto caos y destrucción, muertos a porrillo, con algunas excepciones, todos fuera de cámara, vuelve la calma, los que vean la película en 3D se tendrán que sacar el polvo y los cristales y destapar los oídos. Una recreación y homenaje a la película Terremoto de 1974 con su sonido Sound Surround, sólo encuentro a faltar algunos ventiladores como en la película En el ojo de la Tormenta para que la velada sea completa.
- Estreno 26 de junio de 2015
- Director: Brad Peyton
- Reparto: Dwayne Johnson, Carla Gugino, Alexandra Daddario, Ioan Gruffudd, Archie Panjabi, Paul Giamatti, Hugo Johnstone-Burt, Art Parkinson, Will Lee, Kylie Minogue, Colton Haynes, Todd Williams, Matt Gerald, Alec Utgoff and Marissa Neitling
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.