Santiago Niño Becerra nos espera ante el ascensor del Instituto Químico de Sarriá (IQS), un hombre que ya podemos catalogar de ‘mediático’, aunque no hace mucho que desde algunos medios de comunicación se le tachaba de alarmista y le acusaban de sustentar sus tesis en predicciones cercanas a la futurología. Él es el autor de uno de los libros más vendidos actualmente en nuestro país, ‘El Crash de 2010’. Él alertaba ya en 2006, cuando la crisis no había empezado todavía, que el tsunami económico y social estallaría con toda su crudeza en el 2010. Él, que es autor de más de 1.800 artículos publicados en diferentes medios de comunicación (entre ellos colaboraciones diarias en «La Carta de la Bolsa», www.lacartadelabolsa.com), es además Catedrático de Estructura Económica y profesor en la Facultad de Economía IQS Instituto Químico de Sarriá de la Universidad Ramón Llull de Barcelona. Él, ahora que sus ‘predicciones’ se cumplen, está en el ojo del huracán económico-social actual. Él es, Santiago Niño Becerra, un hombre al que nadie quiere desaprovechar la oportunidad de entrevistar y nosotros tampoco lo íbamos a hacer. Santiago Niño nos abría hace unos días las puertas de su despacho para compartir con nosotros sus impresiones actuales sobre esta crisis.
En la calle, incluso en los medios de comunicación, se escuchan voces que culpan de esta situación a los políticos.
Santiago Niño Becerra-. No es así. Los cargos políticos reciben un encargo. El encargo que reciben es trasladar a la gente en forma de leyes, normativas etc. para poder afrontar la realidad a la que tenemos que enfrentarnos. No es gratuito que un periodo electoral sea de 4 años; porque 4 años es una duración de tiempo suficientemente larga y/o suficientemente breve para llevar a la práctica aquello que toca hacer.
También hay quien culpa a las entidades financieras.
Santiago Niño Becerra-. Las entidades financieras son los ejes sobre los que orbita toda la comunidad económica pero ellos tampoco son los culpables de la crisis. Si sumamos los activos de (al menos los que nos han explicado) del Santander, BBVA y Popular, que son los principales bancos de España, ahí tenemos prácticamente el 250% del PIB del país.
Para entender la situación actual en la que se encuentra la banca hay que saber que de cualquier empresa es preciso analizar tres elementos: lo que le cuesta su actividad, lo que le deben y lo que debe. Los bancos tienen activos (edificios, pisos, bonos…) que dicen que valen una cosa (mi pregunta es por qué valen eso, que me lo demuestren). Segunda cosa: están lo que le deben al banco (gente a las que le han concedido hipotecas, las empresas de las que han comprado bonos… ), ¿toda esta gente va a pagar su deuda? Por ejemplo, el conjunto de constructoras y promotoras de España debe a las entidades financieras 325 mil millones de euros, eso es el 30% del PIB español. Pregunta ¿les van a poder pagar? No lo sé. En tercer lugar está lo que debe la banca. Lo que tienen que pagan las entidades financieras españolas entre 2010 y 2012 asciende a más de 400 mil millones de euros. Esto es lo que bancos y cajas deben al resto de entidades financieras del mundo. De media, el 50% del dinero que a una persona le daban cuando le concedían una hipoteca venía de fuera.
Entonces, ¿de quién es la culpa de esta crisis?
Santiago Niño Becerra-. De nadie. El Capitalismo nos permitía hasta ahora crecer mucho y rápidamente y tener dinero contante y sonante para poder consumir. ¿A quién no le gusta tener una amplia hucha e irse de vacaciones a las Seychelles? Estos años pasados es como si todos hubiésemos prendido humo con alfileres en el aire.
Un sistema económico en el fondo no es más que un conjunto de principios y un marco de referencia. El Sistema Capitalistase sustenta en la propiedad privada de los medios de producción, la asalarización del factor trabajo, la libertad en la toma de decisiones… y el marco es un marco jurídico que garantiza la propiedad privada. Lo que pasa es que con estos principios no hacemos nada, esto no es operativo. En cada momento estos principios se materializan de una manera determinada en una cosa que se llama: modelo económico. El capitalismo oficialmente comenzó en 1820. El modelo que se pone en marcha cuando empezó el capitalismo se basó únicamente en una cosa: acumular lo máximo. Hasta la década de los 70 (1870), cuando se internacionaliza la economía y se masifica el ferrocarril tiene lugar una crisis del sistema, una crisis sistémica, y cambia el modelo: suben los salarios, mejoras laborales, la internacionalización va a más…. Y mucha inversión. La primera Guerra Mundial tuvo ‘la gran virtud’ que a raíz de ella y como causa de ella la productividad se disparó. Entonces la capacidad productiva se dispara y la oferta aumenta mucho pero, si no hay demanda… ahí surge el problema. Pero el capitalismo fue muy inteligente y empezó a dar créditos a mansalva. Además, como las empresas aumentan su cifra de negocio y sus beneficios, crecen, se entra en una oleada de especulación bursátil (a partir de 1923). Llegó un punto en que la capacidad de endeudamiento llegó al límite (como ahora) y los bancos comenzaron a realizar desahucios: el Crash del 29 y la Gran Depresión.
¿Es comparable, entonces, lo que sucedió en el 29 con lo que está pasando actualmente?
Santiago Niño Becerra-. Estructuralmente sí. Siempre que se produce una crisis sistémica se produce un cambio sistémico, un cambio de modelo (no de sistema). Significa que el modo de hacer las cosas se agota y que hay que poner en marcha otro modelo. El modelo que se puso en marcha a partir de los años 50 a raíz de la Gran Depresión es el nuestro aún, pero es un modelo que suponía dos cosas que son falsas (yo creo que en su momento nadie se dio cuenta): que la cantidad de recursos es ilimitada y que la capacidad de absorción de bienes vía consumo de personas, empresas y Estados es ilimitada. El primer aviso se produce en el año 83 en el que se produce un pequeño reajuste. En los 80 el PIB va por un lado y el factor trabajo va por otro, es decir, que cada día hace falta menos gente para generar la misma cantidad de PIB. En el año 91 el modelo ya estaba agotado, ya no daba para más. En ese momento debía haberse producido una mega crisis pero alguien tuvo una idea genial: a todo el mundo que por lo menos tenía una mano para firmar se le dio una tarjeta de crédito. Lo que pasa es que eso al cabo de 10 años también eso se agotó y en 2000 tuvo lugar una recesión, de la que también se salió a través de otra gran idea : el crédito inmobiliario.
Y ahora ¿en qué momento nos encontramos?
Santiago Niño Becerra-. Ahora sucederá un crash, que yo creo que ya ha empezado, tendremos unos años de depresión y luego se producirá la implementación de un modelo nuevo. Hemos empezado a caer y lo seguiremos haciendo hasta el 2012 y a partir del 2015 empezaremos a subir con una inflexión en 2018.
En las pruebas de estrés que se han hecho en España, en el tema inmobiliario, se ha supuesto que el valor de la vivienda acabada desde el momento en el que empieza la crisis va a bajar un 24%, la vivienda en construcción hasta un 55% y el valor del suelo un 61%. Esto es irreal porque creo que la vivienda acabada bajará mucho más. Ya está pasando y se generalizará. El precio impuesto por el tasador no es el precio real por el que se venden las viviendas, sino que es inferior y se llega a él a través de acuerdos privados.
Los alquileres también están bajando. Apartamentos que antes se alquilaban en Barcelona por 1.200-1.100 euros ahora se alquilan por 800 euros.
En tu libro ‘El crash de 2010’ hablas de crisis sistémicas y de crisis de final de sistema y aseguras que esta es una crisis sistémica, ¿en qué te basas para afirmarlo?
Santiago Niño Becerra-. Evidentemente todas las crisis de final de sistema son sistémicas, pero la crisis de final de sistema es aquella crisis en la que se agota el modelo y el sistema (como cuando se produjo el cambio del Sistema Mercantilista al Sistema Capitalista) mientras que en una crisis sistémica se agota el modelo pero los principios del sistema continúan. Yo he llegado a la conclusión de que los sistemas tienen una vida media de 250 años, si esto es así ahora también, este sistema nuestro morirá entre el 2065 y el 2070. Ahora mismo el capitalismo aún no está tan deteriorado. Lo que vendrá ahora será un nuevo modelo basado en la productividad, en la eficiencia, en la optimización de recursos… esto suena bien, la contaminación, por ejemplo, bajará. Pero el paro se va a disparar.
Usted asegura que el 35% del PIB de España está basado en la construcción, el turismo, el automóvil y la hostelería; Esto no es productivo, entonces, ¿cómo saldremos de esta?
Santiago Niño Becerra-. Una de las consecuencias que tendrá esta crisis es que vamos hacia una Europa de geometría variable. Es decir, la idea no será avanzar todos juntos sino cada uno como pueda y no a nivel de país sino que la cosa irá más allá. Creo que se formarán clústeres, agrupaciones regionales, subregionales, inter países… para crear sinergias, economías de escala, colaboraciones y entonces avanzar. Esto significa que habrá una cantidad de población significativa que va a quedar al margen. La idea de país ya está superada.
Se llegará al copago en la sanidad, reforma de la ley laboral, nueva subida del IVA… El objetivo es dejar de poner el acento en aquello que no sea necesario. Nos mantendremos con lo necesario y optimizaremos todo al máximo. Por esto creo que en España llegaremos a un paro estructural de un 15% o más. Es otro enfoque: otra forma de hacer las cosas: otro modelo económico.
¿Qué pasará entonces con toda esa gente sin trabajo?
Santiago Niño Becerra-. Yo creo que se instaurará un subsidio de subsistencia único. Da igual que la persona trabaje, no trabaje o esté jubilada, esa persona tendrá un subsidio único de ‘x’ euros. Las pensiones no existirán como tal y la gente no cobrará en relación a lo cotizado. Vamos a un empobrecimiento de gran parte de la población. Los famosos 400 euros son, pienso, el inicio de este subsidio.
Quien realmente estará económicamente bien será el ‘mega crack’ que esté dispuesto a trabajar al día 18 horas.
¿Sólo existirán aquellos empleos que sean productivos?
Santiago Niño Becerra-. Aquellos que además de ser productivos estén bien gestionados y que además en su proceso productivo se utilicen recursos de forma óptica. Por ejemplo, en algunos supermercados ya existe un sensor que va en cada carro con el que cada vez que coges un producto tú mismo puedes leer su código y hacer tu propia compra. Esto es productivo. Dentro de unos meses en el las grandes superficies no quedará ninguna cajera porque la nueva tecnología ha convertido ese puesto de trabajo en no necesario.
¿Tendremos que acostumbrarnos, entonces, a vivir cada día peor?
Santiago Niño Becerra-. La persona media que hoy tiene 23 años va a vivir peor de lo que vivió cuando tenía 23 años la persona media que ahora tiene 40 años. Por primera vez los hijos vivirán peor que sus padres. Es verdad que esta generación a la que pertenece esa persona de 23 años (las personas nacidas del 84 al 95) ha tenido acceso a una serie de cosas, tanto en calidad como en cantidad, que nunca en la historia se habían tenido. Lo que puede hacer esta generación es renunciar a esto (‘no puedo tener 40 blusas colgadas del armario’) pero el problema está en las oportunidades. La generación del 57 al 72 tuvo muchísimas más oportunidades de las que tendrá esta generación. Casi el 80% de la gente de esta nueva generación nunca jamás podrá ir a más.
Lo nuevo que vendrá ahora es el darnos cuenta, el constatar, que hay que ahorrar recursos. Esto supondrá una disminución del factor trabajo por lo cual el desempleo se va a disparar. Y ante esto no hay nada que hacer.
Hasta ahora hemos hablado de Europa y de España pero, ¿cómo afectará esta crisis a los países del Tercer Mundo?
Santiago Niño Becerra-. Si una nave extraterrestre abdujese todo el continente africano el PIB mundial solamente variaría en un -2%. Hasta ahora Sudáfrica, por ejemplo, era necesaria pero hoy en día sólo los recursos de esta región son necesarios. La esperanza de vida en estos países está bajando aún más… Esta gente está condenada: en amplísimas zonas de Latinoamérica, de África, de Asia, pero también en áreas no productivas de países desarrollados, de barrios de ciudades ricas, también hay colectivos no-útiles. La clase media está desapareciendo porque está dejando de ser necesaria.
¿No hay ninguna solución para ellos?
Santiago Niño Becerra-. La única solución que le veo es una caída muy fuerte de la población y que regresen a una economía de subsistencia. De todas formas cabe señalar que la esperanza de vida bajará en estos países a la que se reduzca la ayuda al desarrollo, pero también en el resto de países del mundo a la que vaya a más la disminución en el modelo de protección social.
Periodista especializada en cultura, arte, música y viajes.