Nuevo avance en la creación de un frente constituyente de izquierdas catalán.
Mientras el president de la Generalitat, Artur Mas, languidece de miedo escénico ante la decisión de disolver el Parlament de Cataluña, una medida tan lógica como arriesgada para los intereses electorales de Convergència i Unió (e incluso para la subsistencia de la propia coalición), distintos sectores de la sociedad catalana se citan en la constitución de una candidatura única de ruptura que pretende no solo cambiar el estatus jurídico de Cataluña, a fin de dotarla de un Estado propio, sino también darle un vuelco transformador a su futuro ordenamiento interno.
La Crida Constituent presentada en noviembre de 2014 por miembros de distintas organizaciones civiles catalanas consumó el pasado sábado una etapa más hacia la formación de una alternativa independentista unitaria de izquierdas, con la celebración del acto Per la ruptura en el teatro barcelonés de la Aliança del Poble Nou. El público, tal vez superior en número a las estimaciones de los convocantes, desbordó el aforo de un local con capacidad para más de mil personas, de modo que centenares de personas quedaron en la calle. Cabe decir que la Crida se ha visto notablemente reforzada en cuanto a predicamento político y efectivos desde el pasado diciembre, cuando la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) se adhirió oficialmente a su proyecto (militantes de esta fuerza política con representación en el Parlament catalán ya figuraban entre los promotores originales de la plataforma ciudadana).
Liberación nacional y social, y viceversa
El acto del teatro de la Aliança fue conducido por Sandra Pazos, concejala de la CUP en Banyoles (Girona), y Eugeni Rodríguez, portavoz del Front d’Alliberament Gai. Intervinieron David Fernández, diputado autonómico por la CUP; Carme Abril, militante de la CUP de Deltebre (Tarragona); el periodista y escritor Antonio Baños; el portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Sabadell, Pau Llonch; el abogado Vidal Aragonès y Gabriela Serra, destacada activista del movimiento vecinal.
El régimen surgido de la Constitución de 1978, el capitalismo y el patriarcado son las tres constricciones a batir por los promotores de la Crida. Los oradores insistieron en que representaban “l’altre país”, que pretende llevar al ámbito constitucional las luchas por los derechos nacionales, civiles y sociales ya desarrolladas a pie de calle. Según los planteamientos básicos de sus discursos, no hay opción ni disyuntiva entre la liberación nacional y la liberación social, puesto que la ausencia de cualquiera de ellas anula a la otra; el pueblo catalán es sujeto pleno del derecho de decisión frente a Madrid y Bruselas; y urge la convocatoria de unas elecciones que aclaren definitivamente la correlación de fuerzas del país, tanto en lo que respecta a la representatividad social de cada uno de los partidos y movimientos políticos como por lo referente al respaldo ciudadano de la causa independentista.
Vidal Aragonés calificó la otra propuesta de lista única, ofrecida por el president Artur Mas a Esquerra Republicana, como “la llista de les retallades” (la lista de los recortes). Carme Abril hizo votos para que una masiva movilización electoral de la izquierda devuelva las instituciones al pueblo. Tras remarcar el ejemplo práctico de los movimientos municipalistas, Pau Llonch sentenció que “l’enemic treballa des de les institucions i no podem renunciar a ser-hi”. En nombre de la CUP, Fernández aseguró que “ens queda tot un país per construir”. Y Gabriela Serra apeló a las personas que se han sumado a la causa desde opciones políticas ajenas al independentismo, para invitarles a formar una “pinya” (la base humana de los castells catalanes) para vencer las dificultades que aún quedan por afrontar en el camino de la liberación nacional y social.
Las etapas a consumar
Rasgo fundamental de este proceso será su base asamblearia y según los planes de la Crida Constituent se desplegará en seis etapas.
El primer paso consistirá en la presentación pública, en rueda de prensa, de los documentos a debatir durante el proceso de participación popular, y que se centrarán en tres cuestiones: la hoja de ruta de la candidatura; la elección del nombre de la candidatura y de las personas que formarán parte de las listas; y el desarrollo de los puntos políticos y el código ético.
Una vez realizado lo anterior se dará inicio al segundo paso, la llamada a la participación en las asambleas de las organizaciones políticas y sociales.
Los pasos tercero (celebración de las asambleas abiertas de ámbito local y territorial, en los ámbitos geográficos de Pirineus, Ponent, Terres de l‘Ebre, Camp de Tarragona, Garraf-Penedès, Bages-Berguedà, Alt Ter, Vallès Oriental-Baix Montseny, Barcelonès Nort-Maresme, Nororiental, Vallès Occidental, Baix Llobregat y Barcelona ciudad) y cuarto (síntesis de las conclusiones alcanzadas) precederán a la validación de los documentos resultantes del proceso, tras lo cual se creará la candidatura de ruptura democrática (quinto paso).
Finalmente, el sexto y último trámite consistirá en la celebración de un acto político de presentación de las listas, el programa electoral, el código ético, la propuesta de gestión y la hoja de ruta de la candidatura.
En adelante, solo las urnas decidirán… Si alguien por fin las pone.