Poética, técnica, proceso y juego de similitudes son los cuatro elementos principales que podemos vislumbrar en la búsqueda de los múltiples lenguajes artísticos que enriquecen esta nueva exposición sobre la técnica del grabado, sus procedimientos, y algunos procedimientos propios de la estampación como el monotipo.
La ocasión de visitar la exposición es recomendable para cualquier público con interés por aprender de unas técnicas o procedimientos que parecen tener menos cabida en un panorama artístico donde las técnicas tradicionales como la pintura o la escultura, o el archivo o las artes audiovisuales, tienen más protagonismo en estos tiempos. Ante ella, lo que puede llegar a producirse es un ejercicio didáctico o propedéutico abierto, de piezas para afuera, donde no hay que hacer ningún esfuerzo significativo por ver y entender las formas o surcos. Simplemente nos vemos instruidos libremente por la fructífera actividad de cada uno de los artistas de la muestra. Únicamente retomamos el control de nuestro juicio estético, es decir, nos encerramos nosotros en la obra y ella misma, cuando procuramos establecer una dialéctica, e intentamos conectar texto y obra, que en ocasiones van unidos.
En la mayoría de las piezas siempre hay un texto que acompaña. Un texto a veces con alto contenido poético, como es el caso del que representa o intuye a los tres monotipos de Carme Muñoz, Viatge de plomalls, El vol dels somnis y Fràgils apagallums, resueltos con una vívida expresividad. Un acierto total su despliegue procedimental, y más si tenemos en cuenta sus haikus. Por otra parte, considero que la pieza en sí misma ya nos puede verter contenido poético, de la misma manera que el texto nos puede hacer imaginar un mundo inimaginable, donde en ese «Viatge del plomalls», podamos ver esos mundos inciertos.
Una de las personalidades que aparecen en esta colectiva y que sin duda, al menos para mí, han tenido, tienen y tendrán una preeminencia artística sin par es Teresa Oller. El mundo grabadístico de Oller parece que brinda al espectador lo que hay de lúdico y sensible en las formas y en la composición que predominan en sus trabajos. Esta idea surge ante Ingràvit, Forat verd y Contrallum. Pero sobre todo frente a Lluèrnia (als mestres de la Bauhaus 1919). Lluèrnia abre camino a una consecución de posibilidades técnicas, gráficas y plásticas. Si bien es cierto que el recurso del collage que se incorpora en esta pieza se percibe como un elemento más, secundario, pero que acrecienta el sentido estético de la obra, también puede hacernos imaginar que toda en sí misma se configura a partir de un laborioso proceso. El material que se adhiere a Lluèrnia visibiliza lo que no se ve, un posible rastro. Es también destacable su uso del carborundo y la punta seca en la pieza Camins. De gran interés objetual, y un poco apartada de sus, a priori, piezas más destacables, parece obviar el soporte en el que se realizan los procedimientos de grabado y su base. Quizá sobre el suelo y extendida verticalmente a lo largo de esa gran franja de cartón, nos pudiera haber dado más idea de esos caminos, de esas múltiples facetas de caminos.
Pero donde el furor lúdico o filogenético se ve con más claridad es en las series de carborundos o gofrados de Cristina Julian. Los resultados no se bastan con una sistemática repetición de formas variadas, o variaciones, como en el caso de Eduard Huertos. El proceder de Julian no aguarda al horror vacui, es más una organizada distribución de formas reducidas a su máxima expresión. Es evidente que en las series Amb ulls d’infant: el món de les formes I, el món de les formes II y el món de les formes III, se manifiesta una intencionalidad, por otra parte, también muy infantil. Esa intencionalidad infantil deliberada y libre, que representa los objetos porque ya habitan en uno mismo, se ve en sus glifos universales y propios, a la vez.
En la mayoría de las obras de la exposición, la finalidad expresiva principal es lo experimental, es decir, el continuo y renovable aprendizaje de la técnica y los procedimientos de grabado y estampación. Ejemplo de ello son las obras Cards o Tres mirades, de Montse Badia y los aguafuertes de Cecilia Morales.
Por otro lado, una percepción intrasubjetiva y un juego de similitudes constante parece ocupar el imaginario de Sergi Rabassa, Raymond Zorrillao Neus Soler, entre otros.
Rabassa, raya la ilustración surrealista al establecerse una correspondencia narrativa entre los títulos de sus monotipos, y estos. Relevante es la serie Mekanofamily, de Soler, que no nos ayuda a la interpretación, y esa es su ventaja, porque nos capta y muy pronto nos familiarizamos sin esfuerzo con sus signos y sus figuras. De ese modo, crea el conocimiento de una nueva serie.
En la muestra han participado:
Montserrat Badia
Dolors Blesa
Carme Boleda
Montserrat Brullet
Eduard Huertos
Cristina Julian
Daniel Lin
Ramon Llinés
Catherine Lorton
Margarida March
Mercè Montserrat
Cecilia Morales
Carme Muñoz
Teresa Oller
Sergi Rabassa
Neus Soler
Raymond Zorrilla
Fechas: del 17 de diciembre de 2020 al 17 de enero de 2021.
Horarios de apertura de la Fundació Iluro: de martes a sábado de 17.30 a 20.30h. Domingo y festivos, de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 20.30h. Lunes cerrado. Cerrado por festivo nacional: 25 y 26 de diciembre, y 1 y 6 de enero.
Galería de imágenes:
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Nací en Barcelona el 9 de abril de 1995. Tengo formación artística y pedagógica. Desde pequeño me ha interesado conocer y tratar las cosas desde un prisma muy personal. Quizá por mi formación, la mayoría de lo que he aportado, siempre ha sido analizado y mostrado no antes, sin pasar por los filtros de unos valores que siempre han ido cambiando, pero que guardan una relación común: la de hacer una función benefactora y justa.