«Un retraso temporal negativo puede resultar paradójico, pero significa que si construyes un reloj cuántico para medir cuánto tiempo pasan los átomos en estado excitado, la manecilla del reloj, en
determinadas circunstancias, se moverá hacia atrás en lugar de hacia delante», explica Josiah Sinclair, que junto con Aephraim Steinberg, ambos del campo de la física experimental para la Universidad de Toronto, comenzaron en 2017 su proyecto para analizar la excitación atómica.

Ahora, el experimento liderado por la física Daniela Angulo para observar el comportamiento de los átomos excitados, da como resultado la existencia del Tiempo Negativo en el terreno de la física cuántica. Un átomo se considera en estado excitado cuando la energía que recibe provoca que algunos de los electrones a los que se les ha transferido presenten un nivel de energía superior. En este experimento, se quería analizar cómo se mueven los fotones individuales (radiación electromagnética) a través de nubes de átomos. Se observó que, cuando un fotón se transfería y era absorbido por los electrones, el átomo parecía volver a emitirlo casi inmediatamente, mucho antes de que el átomo regresara a su estado fundamental. Lo que quiere decir que la velocidad del grupo de fotones en el medio, es más rápida que la velocidad de la luz. Por ese motivo, el período de tiempo resulta ser negativo.

Este fenómeno, en principio, no implica ningún cambio en nuestra percepción del tiempo, pero hace resaltar la singularidad de los mecanismos cuánticos. La teoría cuántica nos dice que, en el terreno de lo extremadamente pequeño, prácticamente todo cambia de forma radical en contraste con nuestra experiencia cotidiana sobre la vida. Por otro lado, la teoría cuántica, aplicada a la filosofía, ha demostrado que la observación influye en los eventos cuánticos, lo que sugiere que la mente puede tener un papel activo en la creación de la realidad. La teoría cuántica propone que la realidad es subjetiva y que está influenciada por la observación y según la teoría del idealismo cuántico, la mente es la fuerza que crea la realidad física.

Según éstos hallazgos, algo para plantearse es si el modo en el cual observamos los eventos cuánticos también están influenciados por las mismas teorías que se han enunciado sobre los mismos. Es decir, si la mente finalmente fuera la responsable de la creación de nuestra realidad, entonces aparece la posibilidad de poner en duda la realidad de todas las teorías cuánticas, puesto que se trataría de elaboraciones ideadas por el potencial de nuestra mente. Pensar en ello, es cuanto menos abrumador y desconcertante.

marta pérez fernández revista rambla

Amante de la música y las letras. Apasionada por el dibujo y el deporte. Estudié música, comencé con cuatro años y toqué el violín hasta cumplir los dieciocho. Desde entonces, Londres, Barcelona y Madrid han supuesto grandes experiencias vitales. Escribo porque tengo mucho que decir y necesidad de comprender.

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