Un nuevo guión de Matt Damon, esta vez acompañado de John Krasinski y con la dirección de Gus Van Sant (Mi nombre es Harvey Milk). La trama principal de Tierra Prometida es el uso y abuso de las grandes corporaciones, en este caso, las empresas de extracción de gas, que compran las tierras de granjeros en crisis para extraer el gas de sus fincas utilizando la técnica del «fracking», método polémico de extracción de gas (la prensa española se hizo eco de la posibilidad de extraer gas del territorio español utilizando este método). Los protagonistas son un joven y decidido comprador de tierras, Steve Butler (Matt Damon) y su ayudante Sue Thomason (Frances McDormand), trabajan para Global Crosspower Solutions, una gran empresa de extracción y producción de Gas, los dos son enviados a un pueblo agrícola para conseguir la concesión de los derechos de explotación del subsuelo para extraer gas, la compra de los terrenos parece cosa fácil debido a la pobreza y necesidad de los agricultores, pero un maestro jubilado, Frank Yates (Hal Holbrook) les hace ver a los campesinos la peligrosidad del sistema de extracción de gas, creando dudas entre los vendedores, y todavía se agrava más la situación de la venta, cuando llega a la población el ecologista Dustin Noble (John Krasinski) que realiza una campaña que hace peligrar el trabajo comprador de Steve y Sue.
La historia puede ser una de las muchas repetidas historias que hemos visto en otras películas, después de desastres ecológicos diversos, ahora toca el turno a las industrias de extracción de gas, pero la película se aleja del catastrofismo y se centra en las historias personales de una serie de personajes, con un trasfondo clásico de denuncia a las empresas fagotizadoras que esquilman el territorio a cambio de un puñado de dolares y a su vez consiguen millones de beneficio.
El desarrollo del guión nos conduce al retrato de una serie de personajes, estos van configurando el paisaje pobre donde algunos viven y otros sobreviven esperando como último recurso la venta del subsuelo de sus tierras para salir de la miseria, con pequeños trazos Gus Van Sant nos va descubriendo los habitantes del pequeño pueblo, también nos muestra sus necesidades y esperanzas, igual que el retrato de Steve, un buen tipo a sueldo de una gran empresa, que entiende que sus propuestas son lo mejor para solucionar los problemas económicos de los lugareños, él es hijo y nieto de campesinos y sabe lo que significa la crisis del campo, en cambio su colega Sue, es una profesional, su trabajo es sencillo, llega, convence y hace firmar a los granjeros, efectividad sin remordimientos. En el pueblo encontramos otros personajes que para salir de la miseria claudican fácilmente y también otros que la dignidad y el orgullo?! les aboca al rechazo.
Pero todo lo que vemos es demasiado previsible, a estas alturas de la crisis capitalista, la posición crítica ante las grandes corporaciones creo que debe ser mucho más radical, aunque también es cierto que el ahogamiento y desespero de la sociedad afectada por la crisis apenas permite un leve grito de rabia. Tierra Prometida tiene algunas buenas interpretaciones pero la película se queda entre medio de casi nada, quizás nos lleva a la reflexión de que la ética individual puede cambiar el desarrollo de las cosas, pero parece que queda mucho más claro que en este «juego» de la crisis capitalista de principios del siglo XXI, el capital a pesar de algún contratiempo, nunca pierde.
Estreno 19 de Abril de 2013
- Director: Gus Van Sant.
- Guionistas: Matt Damon, John Krasinski, relato Dave Eggers.
- Música:Danny Elfman
- Reparto: Matt Damon, Frances McDormand, John Krasinski, Hal Holbrook, Rosemarie DeWitt…
Evelio Gómez
Editor, diseñador e ilustrador.