¿Está el retrato desfasado como expresión artística? Los críticos dicen que las últimas tendencias se han basado demasiado en resaltar aspectos extravagantes para llamar la atención. Pero últimamente se apuesta por el pasado y se vuelven a trabajar los valores clásicos del arte, por este motivo, el retrato está teniendo una buena acogida. Precisamente esto es lo que ha experimentado el trabajo de Catherine Collart durante estos días en la galería de arte Espai B. Los otros y yo se compone de una serie de retratos donde se han juntado tres aspectos básicos para la autora: el amor a los animales, la pasión por retratarlos y la mezcla de estos dos elementos con los colores y actitudes flamencos.
Collart utiliza perspectivas planas, con encuadres fotográficos pero dándole relieve al personaje principal de sus retratos. Sus pinturas recrean el arte flamenco, un arte que en su época tuvo mucho apogeo y que ahora se enfoca con otro prisma.
Con esta serie lo que se pretende es fundir el retrato animal con la actitud humana. Hay una línea de retratos de animales y otra de retratos de personas con animales. En esta última, los animales van ligados a las caras de las personas; cada animal representa un sentimiento o estado de ánimo: el susto se asocia al ratón, el caracol a la mirada inexpresiva y el carácter avispado con el gallo. Asimismo, dentro de esta colección, los animales retratados tienen una mirada muy humana. La exposición se compone de un total de 24 cuadros pintados en oleo y acrílico.
Catherine Collart vivió hace unos años un alto en su carrera artística debido a la maternidad y actualmente se dedica, junto con su marido, al diseño de joyería. Desarrolla sus creaciones durante el tiempo libre que le dejan el trabajo y su familia, en las que predomina el oleo, el pastel y el acrílico. Es una persona perfeccionista con su trabajo: cada cuadro tiene cuatro o cinco capas y a medida que evolucionan los va retocando. Eso sí, cuando empieza uno ya sabe como lo va a acabar. Según ella es muy difícil ponerse delante de una tela en blanco, pero encontrar la poesía que envuelve al retrato cuesta mucho más.
La artista habla de sus cuadros como sus amigos: “son retratos que me vienen a la cabeza y acabo pintando. Se convierten en mis amigos porque pasamos mucho tiempo juntos, de hecho, esta obra me ha llevado casi tres años prepararla. Acabo rodeada de todos ellos en mi estudio y al final se crea una complicidad. Es como una cadena, pintas uno y después te viene la idea de otro, y parece que ellos mismos te vayan diciendo como continuar.”
Los otros y yo permanecerá hasta este viernes 27 de mayo en la galería Espai B, situada en el barrio de Gracia de Barcelona.
Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y especializada en periodismo y comunicación digital.
