Los antepasados humanos estuvieron a punto de extinguirse hace 900.000 años. Es la conclusión de un estudio genómico publicado por la revista Science que, tras analizar la secuencia del genoma de 3.154 individuos actuales, sostiene que la población antigua llegó a tener tan solo 1.280 ejemplares.

Los resultados del estudio apuntan a que los primeros antepasados humanos atravesaron un cuello de botella profundo y prolongado entre principios y medios del pleistoceno, en el que poco más de un millar de individuos reproductores mantuvieron la población durante más de 100.000 años.

Los motivos que se sugieren como desencadenantes de este descenso son eminentemente climáticos: las glaciaciones de esta época provocaron cambios en las temperaturas, sequías graves y la pérdida de otras especies que podrían haber servido como alimento para los antepasados humanos.

El investigador de genómica evolutiva y funcional de la Universidad Normal del Este de China (ECNU) y principal autor del estudio, Yi-Hsuan Pan, asegura que este estudio innovador abre un nuevo campo en la investigación de la evolución humana: «Evoca muchas preguntas, como los lugares donde vivieron estos individuos, cómo superaron cambios climáticos catastróficos y si la selección natural durante el cuello de botella aceleró la evolución del cerebro humano.»
Muchos expertos ponen en duda las conclusiones del estudio. El antropólogo Eudald Carbonell, en declaraciones a Catalunya Ràdio, se ha mostrado escéptico con los métodos estadísticos utilizados y considera que hay que contrastar los resultados: No pueden demostrarlo. Es una hipótesis bien planteada, probable a nivel genómico, pero que necesita contrastación empírica en el terreno.

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