Las fiestas populares nacen en los pueblos a partir de onomásticas de santos y múltiples vírgenes que llenan las hojas del calendario sobre todo en verano, de las fiestas campesinas para celebrar la recolección a las fiestas de las grandes ciudades, todos los pueblos y ciudades tienen sus fiestas, los festejos tienen una relación directa con la iglesia aunque sean los ciudadanos los organizadores; los políticos y fuerzas vivas utilizan estos festejos para hacer demostración (aun en tiempos de crisis) de su vano poder, ofrendas y fuegos artificiales, misa y baile de fiesta mayor, concursos varios y comidas populares, en algunos lugares va acompañado de un toro embolado, o de fuego, corrida o directamente ajusticiamiento del toro, todo ello para seguir tradiciones «modernas» o de un pasado no muy lejano o «ancestral». Son diferentes los orígenes de estas fiestas, también son diferentes los tipos de fiesta, en Barcelona se celebran fiestas en algunos distritos (antiguos pueblos anexionados a la ciudad) que superan en expectación a la fiesta mayor de la ciudad, desde sus orígenes las fiestas de Grácia y Sants han sido fiestas populares que han llegado a nuestros días con altibajos y cambios, pero siguen siendo las fiestas más conocidas de la ciudad, son fiestas de verano con reclamo internacional, Grácia y en menor medida Sants reciben visitantes de fuera del barrio y de la ciudad de Barcelona. La característica principal de estas fiestas es la ornamentación de diferentes calles del barrio, una arquitectura efímera que nace cuando termina la fiesta anterior.
De una decoración de tramoya, con obra, madera, «porexpan», pintura y escayola, a partir de los años ochenta del siglo pasado se dio paso a una decoración alternativa, cuya finalidad es la creatividad y el uso de materiales reciclados o reutilizados.
La ornamentación debe ocupar la calle o parte de ella, con una fachada a modo de entrada y un cerramiento al final de calle, el techo debe estar cubierto, antiguamente entoldado o cerrado con banderolas y otros elementos decorativos. Las portadas siempre han sido la parte más ornamentada dando paso al espacio interior donde muchas veces se multiplican los decorados, en el interior de la calle, mesas, sillas, algún bar y tienda de regalos, al fondo o al principio de calle una tarima elevada que servirá para las diferentes actuaciones que amenizaran los siete o más días que duran las fiestas. Música y alguna iluminación nocturna va acompañado de espectáculos de magia, payasos, bingo, campeonatos de dómino, partidas de «botifarra» y parchís, algún día concurso de sardanas, baño de espuma y fuegos de artificio, también comidas de vecinos y chocolatadas populares.
Esta fiesta anual empieza al día siguiente de terminar la fiesta del año anterior, mientras desmantelan el anterior decorado la mayoría planifica la nueva decoración. La reunión de la comisión de vecinos (pocos o muchos) de la calle decide que tema y decoración ocupará la calle en la fiesta mayor del año siguiente,
Este año en el barrio de Sants que toma el relevo de la fiesta de Grácia, se decoraron 15 calles y plazas; las temáticas, algunas casualmente repetidas de las de Grácia, han sido el frío polar, con icebergs, pingüinos y osos, algún «igloo» y muchas estrellas de nieve, al lado de espacios exóticos como la selva amazónica y descubridores?!, la nostalgia de la muñeca Hello Kitty, junto a calles que celebraban aniversarios, otra calle que planteaba una despedida con una alegoría gigantesca de máquina de tren y maletas, una alegoría a las Vegas con cadillac y casino acompañado de capilla para celebrar bodas al estilo Elvis. Alguna calle plantea juegos sobre la mitad, las medias partes y el medio, en otra, aprovechando una canción muy conocida de Jaume Sisa, nos invita a entrar en una calle-casa donde podremos comer en compañía de personajes famosos del cuento, la fábula, la novela y el cine, mesas colgadas del techo acompañado de metáforas visuales para reconocer al personaje. Y en la Farga, una de las plazas del barrio de Sants, una representación a tamaño real de una excavadora de cartón da paso a una mina de carbón, hecha con papel y cartón ondulado, esta entrada nos introduce a un viaje interior de la mina, que nos llevará junto a las vías y vagonetas al espacio central de la plaza, recorriendo pasillos abiertos con vigas que sostienen el falso techo de la noche. Un homenaje a la minería y a los que han trabajado en las minas. Esta instalación fue la que recibió el primer premio del concurso de decoración de calles y plazas de la fiesta de Sants 2012.
La entrega de premios, otra fiesta, donde todos los participantes reciben un diploma y una placa, acompañado de un jamón, caja de cava y productos de mercado, supongo que algunos sienten que el veredicto del jurado ha sido injusto con ellos en cambio otros se sienten felices por el premio recibido. A veces los esfuerzos de todo un año no son debidamente recompensados, pero esa «injusticia» debe estar compensada por la ilusión y el trabajo bien hecho, por la aproximación a los vecinos, por recuperar ese espacio vecinal cada vez más perdido, el encuentro donde poder hablar de lo divino y humano, del barrio, de la ciudad, de los nuevos vecinos llegados, de los que se fueron. Estos grupos de vecinos que participan activamente en la fiesta están en un foro, mucho más interesante que las redes sociales, se reconocen, juegan, colaboran y al final compiten con otras calles por ellos mismos y quizás también por el valor simbólico de un premio.
Aprovechando los temas expuestos en la decoración de las calles, encuentro a faltar un mensaje más crítico a la actualidad, la decoración de las calles aunque muy bien hechas, podría ser, con sátira y buen humor un alegato más reivindicativo.
Solo uno de los premiados desde el estrado donde se entregaron los premios, afirmó, que no le gustaban las cosas a medias…media sanidad, media educación, media independéncia…
Así hasta el año que viene.
