Las delegaciones de Hamás e Israel desplazadas hasta El Cairo para las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza han partido este domingo de la capital egipcia sin cerrar un acuerdo. Un portavoz del grupo palestino, Izzat al Rishk, ha anunciado que se han reunido con los mediadores de Egipto y Qatar, y que han escuchado el resultado de los contactos con el equipo israelí de la semana pasada en Qatar, según Al Yazira. Mientras tanto, la tensión entre Israel e Hizbulá ha ido en aumento.

Hamás ha instado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a ceñirse a lo acordado el 2 de julio sobre la base de la propuesta estadounidense y la resolución posterior del Consejo de Seguridad de la ONU. Para Hamás, el acuerdo debe incluir “un alto el fuego permanente, una retirada completa de la Franja de Gaza, el regreso de los vecinos a su zona, ayuda y reconstrucción y un acuerdo serio de intercambio”.

La televisión pública israelí apunta a que la insistencia de Israel en mantener la presencia militar en el Corredor Filadelfia, en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, sigue siendo uno de los obstáculos principales.

No obstante, un alto funcionario estadounidense ha descrito las conversaciones como “constructivas”, afirmando que se han llevado a cabo con el ánimo de todas las partes de alcanzar “un acuerdo final y aplicable”. “El proceso continuará en los próximos días a través de grupos de trabajo para seguir abordando las cuestiones pendientes y los detalles”, ha señalado el funcionario en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.

Tensión entre Israel e Hizbulá

La tensión entre Israel e Hizbulá ha crecido durante el fin de semana, con un intercambio cruzado de ataques. Israel atacó durante la madrugada del domingo 25 de agosto con cien aviones a “miles” de lanzaderas de cohetes en “40 zonas” del sur de Líbano, después de que asegurara que había identificado que el grupo chíi Hizbulá, aliado de Irán y Hamás, preparaba un “ataque extensivo” inminente sobre su territorio. Poco después, Hizbulá ha respondido lanzando 320 cohetes Katyusha y drones que han alcanzado once objetivos militares israelíes, según las cifras de la propia milicia, en represalia por el asesinato de su máximo comandante, Fuad Shukr, en un bombardeo atribuido a Israel a las afueras de Beirut el pasado 30 de julio. Una acción de respuesta que Hizbulá ha dado por completa y lograda.

Horas más tarde, las autoridades israelíes han vuelto a lanzar nuevos ataques. “En la última hora, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron lanzadores de Hizbulá en varias zonas del sur de Líbano para eliminar las amenazas”, ha publicado el Ejército en un comunicado. Netanyahu ha asegurado que esta ofensiva no es “el final de la historia” y que aún no ha dado “su última palabra”.

Por su parte, el líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, ha asegurado en un comunicado que los ataques estaban dirigidos a la base israelí de Gilot y ha insistido en que “controlaron” el alcance de la misma para evitar objetivos civiles. Ha añadido que se han lanzado 340 misiles y que “el enemigo no frustró nada”.

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