Durante la 16ª campaña de excavación arqueológica consecutiva en el yacimiento del Barranco de la Boella (La Canonja, Tarragonès) se ha recuperado una mandíbula de un tigre de dientes de sable y también se han extraído nuevos restos de mamut, concretamente unos huesos largos que están siendo analizados.
Este yacimiento se ha convertido en un referente internacional por el conocimiento de las primeras poblaciones humanas de Europa. Los trabajos de este año, además, han permitido ampliar y completar el conjunto de herramientas líticas procedentes de este lugar, además de recuperar abundantes restos de fauna.
El objetivo de esta campaña era continuar con los trabajos de excavación en extensión en los sectores de Cala 1 y Mina. En el caso de la Cala 1, durante campañas anteriores se han recuperado restos de un mamut despellejado por los humanos del pleistoceno inferior hace 1 millón de años, junto con gran cantidad de restos de herramientas de piedra que representan las evidencias más antiguas en Europa de la cultura acheuliana, conocida también como “hachas de mano”, y que son el testimonio de las dispersiones humanas más antiguas registradas fuera de África. Este año, los trabajos de excavación en la Cala 1 han permitido ampliar este registro lítico con abundantes herramientas de piedra hechas principalmente de sílex. Es muy probable que estas herramientas de piedra estén relacionadas con los trabajos de despellejo de un mamut, cuyos restos empezaron a aparecer en los años 2007 y 2018.
En el caso de la Mina, se han continuado con los trabajos de excavación en extensión de un área aproximada de unos 300 m², entrando en el techo del nivel 2. Este nivel es singular porque, según los sondeos hechos en campañas anteriores, es el más rico de los registrados en el Barranc de la Boella. Aunque todavía no se ha alcanzado la parte más rica de este depósito, se han recuperado abundantes herramientas de piedra, entre las que destaca un «pico» hecho de esquisto. Es la primera vez que se documenta este tipo de herramienta en el yacimiento, y sin duda permitirá al equipo investigador conocer en profundidad la diversidad tecnológica de este grupo de homínidos de cerca de un millón de años.
Y es que el yacimiento del Barranc de la Boella se está constituyendo una colección formidable de herramientas y restos líticos de gran singularidad, no sólo por su antigüedad sino también por su buena conservación.
También en el sector de la Mina son muy abundantes los restos faunísticos de los que destaca su diversidad. Esta diversidad se ha visto ampliada este año con la recuperación de una mandíbula de un tigre de dientes de sable. Es la primera vez que se recuperan restos de este tipo de especie en el yacimiento del Barranc de la Boella. La presencia de este tipo de animales en este entorno hace un millón de años, contribuye a abrir nuevas perspectivas de investigación por parte de los investigadores responsables del proyecto, ya que permitirá establecer qué relación de competencia tenían estos homínidos con estos grandes carnívoros. También se han extraído nuevos restos de mamut, concretamente huesos largos, y que en este momento se encuentran en el laboratorio del IPHES-CERCA para su restauración y preparación para su posterior estudio.
Los trabajos de excavación han contado con la participación de unas 50 personas, de las cuales 20 son investigadores/as del IPHES-CERCA. Además, de alumnos/ del grado y del máster de diferentes universidades catalanas y españolas (Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, Universitat Complutense de Madrid, Universitat de Burgos, Universitat de Granada, Universitat d’Alacant, Universitat Oberta de Catalunya y Universitat Autònoma de Barcelona) y también investigadores/as del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y del Museo de Historia Natural de París.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.