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En el año 1980 Arturo Lanz y algunos de los componentes de Aviador Dro deciden formar Esplendor Geométrico. Surgida de las discrepancias con la impostura de una incipiente movida madrileña, la banda personificó una de las apuestas musicales más radicales de la época. Pionera de la escena electrónica e industrial en España, actualmente se la considera como una banda de culto, aunque a sus integrantes actuales, Arturo Lanz y Saverio Evangelista, no parece importarles mucho. Aprovechamos su paso por el LEM para hacerles una breve entrevista.

El nombre de la banda proviene de un poema futurista de Filippo Tomasso Marinetti. ¿Vuestra agresividad musical proviene también de los postulados futuristas?

Nosotros lo que queríamos al principio era dar la nota. Estábamos en un ambiente festivo y lo que nos gustaba realmente era ir en contra. Teníamos 17 años. No nos planteamos el futurismo en ninguna de sus formas, sencillamente nos gustó el nombre y lo que queríamos era pasmar a la gente. No había ninguna ideología detrás.

¿Por qué os marchasteis de Aviador Dro? ¿Os parecía poca cosa el tecno-pop?

La verdad es que en la ruptura con Aviador Dro no tuvo nada que ver el estilo musical. Realmente lo que hicimos en los inicios de EG era muy parecido a Aviador Dro. Iba en la misma línea. La separación hay que atribuirla a una guerra de egos, que es lo que suele ocurrir en los grupos. Nos dividimos y ya está. Después nos montamos la historia de que éramos mucho más vanguardistas, pero era mentira. Nuestros temas del principio son temas que podría haber hecho Aviador Dro perfectamente. Ahora bien, después sí que nos distanciamos musicalmente. Después dijimos a -tomar por culo vamos a hacer “Necrosis en la polla”- (primer single). Pero eso tampoco fue premeditado. Surgió de la experimentación con los instrumentos.

Esplendor Geométrico tuvo éxito y repercusión en países como Alemania y Japón, pero no tanto en España. ¿Por qué?

Es normal. Aquí sólo hacía seis años que se había muerto Franco. Todo estaba muy cerrado. La gente no escuchaba nada. Es normal que la gente no nos prestara la más mínima atención ni a nosotros ni a muchísimos de los grupos del momento. Se escuchaba a gente como Camilo Sexto. Éstos eran realmente los que marcaban el gusto del público. Si los grupos que salieron de la movida no se comían un rosco, imagínate nosotros que éramos mucho más raros. En cambio en Alemania estaban mucho más acostumbrados, tenían a CAN y a Kraftwerk. Es normal que fuera de España la gente apreciara eso.

Ya, pero ¿cómo os lo hicisteis para llegar hasta Japón?

En este punto toma la palabra Andrés Noarbe, creador del sello Geometrikrecords y amigo de Lanz desde los inicios.

Andrés: Hay un hecho relevante que lo explica. En el 81 empezó todo el tema de las casetes. Arturo hizo la primera edición de Necrosis en casetes. 300 casetes grabadas una a una de la bobina con la portada hecha a mano y fotocopiada. Un proceso totalmente artesanal. Era autoedición salvaje y estajanovista. Jajaja.

Fueron las Casetes las que permitieron entrar en contacto con toda la red internacional de underground. Nosotros mandábamos cintas y nos llegaban de otros sitios como Japón donde había mucha gente interesada en intercambiar este tipo de música. Antes de los 80 no había ni sellos independientes ni nada. Necrosis lo hicimos gracias a un mecenas que vino a un concierto.

Arturo: Después ya le dio corte seguir subvencionándonos. Jajaja.

Bien y ¿cómo reaccionas cuando ves que Esplendor se ha convertido en un grupo de culto cuya música se estudia incluso en universidades?

Sobre eso no tengo opinión. Me da igual. No creo que Esplendor dé para una tesis ni para pensar en algo especial.

Ya, de hecho siempre te has alejado de los núcleos musicales. ¿Por qué?

Es que en general no me gusta la música. Jajaja. No me gusta escuchar música, vamos que no soy un tío que llegue a casa y se ponga a escuchar música. A Saverio sí, y a Andrés por supuesto, pero yo no sé ni de grupos ni nada. A lo mejor Andrés me pasa cosas pero no estoy en ese rollo. Aunque no es un desinterés gratuito. No es que esté de vuelta de todo y ya no oiga nada. No es una pose. Sencillamente es que siempre ha sido así.

¿Pero alguna música escucharás?

Pues la verdad es que escucho música muy estándar. Incluso algunas veces a Camilo Sexto jajaja. No, es broma. Lo que sí que hago a veces es ponerme música para meditar, música muy relajante

Y la tuya, ¿la escuchas?

La mía cuando la hago. Luego ya se la dejo al público.

¿Cómo reaccionas cuando ves que la gente joven, con estéticas, referentes e ideas muy distintas de las vuestras os escucha y valora?

Me hace gracia, está bien. Pero no pienso -joder que bien que mi música sigue interesando, estamos a la última y nos escuchan los jóvenes… – Simplemente me parece bien. Lo que sí que es verdad es que la gente que nos escucha en algunos lugares me parece un tanto rara. Como los góticos. La última vez que toqué en el Wave-Gotik-Treffen (Leipzig) yo iba sacando fotos a la gente por sus pintas. Jajaja. Es gente muy rara.

Ostia ¿y vuestra música no es rara?

Hombre yo no la veo rara jajaja. Vamos lo que quiero decir es que puedes hacer música sin ir de raro o vestirte raro para hacer música rara.

En este sentido, ¿hubo un punto de impostura en la movida madrileña?

Mira, antes veníamos hablando de Alaska que va vestida de un raro sofisticado pero que después la oyes hablar y es como la portera de mi casa. Es que habla como ella, con todo respeto hacia la portera de mi casa jajaja.

¿Y sobre la escena musical en China? (Arturo lleva 15 años viviendo en Pekín) ¿Qué tal un grupo como esplendor geométrico?

Hombre ahora cada vez hay grupos más radicales. Es un poco como Japón pero más pasado de vueltas, jaja, no tienen la cosa del respeto japonés. Pero esto es ahora, cuando yo llegué no había mucha cosa. Aunque yo no tengo nada que ver con la escena actual. Ah y tampoco soy espía como se rumorea, jajaja haberlos haylos pero yo… ¿qué voy a espiar allí? Jajaja.

Bien. Para acabar podrías decirme ¿qué es lo más radical que has hecho en estos treinta años de carrera musical?

Lo más radical creo que fue una vez en una cena diplomática en Pekín. Había un montón de gente y de pronto un chino viene y me dice –me han dicho que tu tocas en un grupo profesional- y yo le contesto que lo de profesional… y él –sí, sí, canta algo que tenemos allí a unos guitarristas que te hacen la música- jajaja. El chino se hizo tan plasta que acabé por decir que sí. Entonces se hizo un silencio y yo recité “Destrozaron sus ovarios” Jajaja. Los chinos que no entendían español aplaudieron y todo jajaja.

Y lo mejor de estos 30 años

Lo mejor es que nos da la oportunidad de vernos a los tres. (Arturo, Saverio y Andrés)

Licenciado en Periodismo y Filosofía con experiencia en medios de comunicación tanto en el campo de la redacción como en el de la cobertura audiovisual.

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