Hoy el alcalde Collboni se ha comprometido a rescindir todas las licencias de vivienda de uso turístico en Barcelona en noviembre del año 2028. Este anuncio aparentemente responde a las demandas vecinales de poner freno al turismo, pero no tendrá ningún efecto práctico hasta dentro de cuatro años y medio. El contexto político de los próximos cuatro años es incierto, por lo que este anuncio podría quedar en nada antes de aplicarse: un cambio en el decreto de alquileres turísticos en el Parlamento de Cataluña, o la voluntad del alcalde elegido en 2027 podría convertirlo en humo. Hasta entonces, los alquileres turísticos que operan legalmente seguirán haciéndolo, y aquellos que llevan años operando ilegalmente también lo harán, si el Ayuntamiento no comienza a implementar mecanismos efectivos para perseguirlos.

Cabe recordar que la actual crisis de vivienda en Barcelona no se fundamenta principalmente en las viviendas de uso turístico como tal, sino en la falta de regulación de los alquileres temporales. Los alquileres temporales son la principal brecha de los especuladores para desviar pisos a usos lucrativos. Es la vía que tienen para saltarse el tope de la regulación de alquileres. Recordemos también que tanto Junts como el PSC hicieron caer, hace un mes, el decreto impulsado por el Gobierno que los regulaba.

Cortina de humo para modificar el decreto del 30%

Este anuncio, poco más que un brindis al sol, se hace de forma simultánea a la modificación del decreto de la reserva del 30% de vivienda protegida. El alcalde tumba una medida impulsada por las principales organizaciones que defienden el derecho a la vivienda y que obligaba a los grandes tenedores a destinar un 30% de las nuevas promociones o de las rehabilitaciones integrales de la ciudad a vivienda de protección oficial. La modificación del decreto responde a los intereses de las grandes constructoras, que llevan años boicoteando la norma diciendo que no funciona y simulando que no da resultados. En concreto, se permitirá que gran parte de las rehabilitaciones pensadas para gentrificar los barrios puedan eludir este 30% de vivienda protegida. Aún no conocemos más detalles de la modificación para poder hacer una valoración precisa.

Viento a favor para la patronal hotelera y la marca Barcelona

En medio de la ola de movilizaciones contra la masificación turística, pero también contra un modelo de ciudad basado en la promoción de grandes eventos como la Copa América, la Fórmula 1 y los macrocongresos, el anuncio de Collboni no hace más que ratificar la apuesta de la patronal hotelera: una ciudad vendida a un turismo de congresos, eventos y cada vez más exclusivo.

La promoción de la marca Barcelona para atraer una población flotante con rentas cada vez más altas, es la principal vía para que la patronal hotelera pueda seguir manteniendo una alta demanda en los hoteles, pero también para que la patronal inmobiliaria pueda seguir especulando con la vivienda a través de la conversión de viviendas en apartamentos temporales o colivings, totalmente desregulados. En la otra cara de la moneda se encuentra la transformación de los barrios en escaparates turísticos, la privatización continuada del espacio público y lo que es más grave, la expulsión masiva de inquilinas de sus barrios a través de subidas de alquileres ilegales o directamente la no renovación de contratos. Ya lo dijimos y no nos cansaremos de repetirlo: Es urgente regular los alquileres temporales y de habitaciones para que dejen de desviarse hacia fines lucrativos.

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