Un tribunal federal de Estados Unidos dictamina que Google incurre en prácticas ilegales para mantener su posición de monopolio en las búsquedas de internet

La frase por la que el juez Amit Mehta, de la Corte Federal de Distrito en Columbia (Estados Unidos), va a pasar a la historia tiene mucho de trabalenguas y de lugar común, de algo ya conocido por todo el mundo, pero que no se había pronunciado desde una institución judicial contra una empresa gigante como Google. Es, además, una sentencia que puede cambiar el rumbo de las cosas. En su dictamen en el juicio del Departamento de Justicia contra Google, en el que el gobierno estadounidense ha probado que la empresa ha abusado ilegalmente de su posición de dominio como motor de búsqueda en internet y el mercado publicitario, Mehta concluye que “Google es monopolista, y ha actuado como tal para mantener su posición de monopolio”.

En el caso conocido como Estados Unidos et al. contra Google, Mehta sentencia que Google “ha violado la Sección 2 de la Ley Sherman al mantener su monopolio en dos mercados de productos Estados Unidos (servicios generales y publicidad de texto general) a través de sus acuerdos de distribución exclusivos”.

Durante las sesiones del juicio, prolongadas durante diez semanas y considerado un proceso histórico contra los monopolios, el Departamento de Justicia argumentó que Google había utilizado contratos exclusivos para impedir que sus competidores llegaran a potenciales usuarios. Los acuerdos de la compañía con firmas web como Mozilla y compañías de telefonía como Apple y Samsung han convertido a Google en el motor de búsqueda predeterminado en los teléfonos y computadoras de millones de personas, el que se utiliza en el 90% de las búsquedas en todo el mundo.

El juicio reveló que Google comparte el 36% de sus ingresos por publicidad en búsquedas de Safari con Apple y que pagó a la compañía 20.000 millones de dólares en 2022 para garantizar que el buscador de Google fuese el predeterminado por defecto para los clientes de Apple. Así, mientras paga miles de millones de dólares al año para mantener su posición dominante, Google ha utilizado esa hegemonía sobre el espacio publicitario para recopilar más datos sobre los usuarios y mejorar su motor de búsqueda, mientras que sus rivales han quedado aislados de ese espacio publicitario.

“Esta victoria contra Google es un triunfo histórico para el pueblo estadounidense. Ninguna empresa, por grande o influyente que sea, está por encima de la ley. El Departamento de Justicia seguirá aplicando enérgicamente nuestras leyes antimonopolio”, ha declarado el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, en un comunicado.

Por su parte, Kent Walker, el presidente de Asuntos Globales de Alphabet, la empresa matriz de Google, ha asegurado que los directivos de Apple han dicho que eligen Google porque es “el mejor” y que el acuerdo de su empresa con los navegadores no es exclusivo.

En el dictamen de más de 200 páginas hecho público este lunes 5 de agosto, el juez Mehta se limita a establecer la responsabilidad de Google y no aborda a qué sanciones podría enfrentarse ahora el gigante de Silicon Valley.

Es previsible que Google apele la decisión de Mehta, pero mientras tanto tiene en el horizonte otro caso antimonopolio presentado por el Departamento de Justicia sobre su negocio de tecnología publicitaria, que irá a juicio el 9 de septiembre.

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