Un año más, las mujeres y las identidades disidentes de género sufrimos con mayor intensidad la explotación del sistema capitalista y patriarcal en el que vivimos, por el simple hecho de serlo.

Un año más, conciliar significa perder nuestros derechos laborales, con menos posibilidades de crecimiento profesional, con más obstáculos y menos remuneración para realizar el mismo trabajo -la brecha salarial en 2022 sube cerca del 20%-, con mayor discriminación en la contratación, con mayores dificultades de promoción y acceso a los órganos de decisión, con más temporalidad, con más paro, con más precariedad que condiciona nuestra realidad de presente y de futuro, con peores pensiones y más pobreza, y con la impunidad de los quienes perpetúan esta desigualdad y son cómplices.

Un año más, la desprotección que sufrimos en el ámbito laboral se suma a la doble jornada de cuidados en el hogar, que nunca es reconocida y que recae sobre los de siempre. Cuando se agudiza la pérdida de derechos y calidad de vida de la clase trabajadora, los sectores más ampliamente afectados son los más feminizados.

Un año más, queremos recordar que muchas mujeres no tienen el derecho a hacer huelga, principalmente aquellas sometidas a trabajos precarizados y/o sin papeles, aquellas que bajo la ley de extranjería pierden sus derechos al llegar a Europa y son condenadas a explotación laboral. El patriarcado, el colonialismo y el capital son aliados y nos condenan a por todas.

Un año más, nos movilizamos para poner el foco en estas injusticias enmarcadas en una crisis de modelo y de sistema y reclamar medidas reales que nos permitan desarrollar nuestra realidad laboral y personal en condiciones de equilibrio. No existe feminismo sin la liberación de la clase trabajadora, plural y diversa. Porque este sistema nos considera trabajadoras de segunda, y encontrándonos en un contexto socioeconómico donde las crisis se encadenan, ya es hora de que esto cambie.

¡Porque la pobreza tiene nombre de mujer, de mujer trabajadora!!

Organicémonos: este 8 de marzo, unimos a la huelga general feminista de 24 h convocada por diferentes sindicatos de la Mesa Sindical de Cataluña. Llenamos las calles, digamos lo suficiente a los abusos ya la precariedad. Luchamos juntas por la libertad y el bienestar de todas, ya que es un deber compartido y nos jugamos nuestra dignidad y nuestra vida.

Luchamos por las que estamos y por las que ya no estarán más. Luchamos por TODAS.

Nos detenemos para reivindicar nuestra lucha diaria, hacia un mundo más justo, más igualitario y diverso por una economía social y feminista.

*Taula Sindical de Catalunya

Federación Local de Sindicatos de Barcelona. Organización anarcosindicalista: de clase, autónoma, autogestionaria, federalista, internacionalista y libertaria.

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