El periodista, abogado y profesor de la UAB, Josep Manuel Silva, ha revelado en un extenso e interesante artículo en El Triangle que Pilar Rahola escribía los discursos del expresidente de la Generalitat, Quim Torra, y que lo aseguró ella misma «a los compañeros de tertulia» del programa Tot es mou de TV3.
Silva recuerda que durante la etapa que fue colaborador del programa, «más de una persona del equipo me dijo que si -Rahola- estaba allí era porque tenía información de primera mano del Palau de la Generalitat, del entorno convergente, luego PDECat, luego Junts». «Nos llegó a contar un día a sus compañeros de tertulia que escribía los discursos a Torra, y comprobamos que era así, literalmente», remarca.
También explica que un día «dije algo que no le gustó y cuando acabó el programa y fui a despedirme de ella, rechazó mi saludo» y recalca que «me quedé de piedra, me dijo que no estaba de acuerdo con lo que había dicho sobre alguno de los políticos independentistas procesados y reaccionó de muy malas maneras». «Segundo aviso de un ego alterado por una conducta que no gusta. Doctor Jekyll y Mr. Hyde, sin duda. De la seducción a la ira en apenas unos segundos».
El profesor de periodismo en la UAB también expone que no supo nada más de Pilar Rahola «hasta hace solo tres semanas, cuando me propusieron participar en el programa FAQS de TV3 en un mano a mano». «Me dio la ‘bienvenida’ en las redes unos días antes, como si aquello fuera su casa (de hecho se mueve por esos pasillos como si lo fuera), y de nuevo cuando nos encontramos allí fue extremadamente amable conmigo», detalla.
«Me dijo -añade- que a veces le ponen contrincantes que le ‘duran 5 minutos’, y que estaba encantada con debatir con alguien como yo, que tenía ‘mucha mili'» y admite que «el debate empezó bien». «Regalé a ambas -Cristina Puig y Rahola- un libro que escribí y que no pude presentar por causa de la pandemia y aunque les dije que no hacía falta, me obsequiaron con una cuña publicitaria mostrándolo a las cámaras», subraya.
Sin embargo, señala que «cuando ella misma citó a la presidenta del Parlament y yo quise explicar la situación tan escandalosa que representa mantener en su sitio al segundo cargo más importante de Cataluña, procesada por prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude a la Administración y falsedad documental (por fragmentar contratos para favorecer a un amigo condenado por tráfico de drogas y falsificación de moneda), no hubo manera». «Me acusó de querer ‘ensuciar’ el nombre de Borràs, de desviar la atención por no hablar de otros temas más relevantes… cuando este asunto era exactamente lo que habíamos pactado con la dirección del programa».
Entonces, «visto que era imposible debatir», el periodista decidió preguntarle «cuánto cobra» y «denunciar el grave ataque a la libertad de información que supone la retirada de su acreditación a un periodista por parte del Govern de la Generalitat por formular una pregunta que les pareció inconveniente (aunque reproducía exactamente lo mismo que habían dicho dos colaboradores de un programa supuestamente humorístico de TV3)».
«Finalmente, afirma que «me acusó de juego sucio, perdió los papeles, y cuando acabó el programa siguió increpándome a gritos fuera del plató y me negó el beso de despedida apartándome con la mano. Se marchó irritada y al poco regresó con el libro que le regalé y me dijo: ‘Ten, te devuelvo el libro, no lo quiero'». «Le pregunté si estaba segura, y me dijo que sí, y me marché a mi casa algo sorprendido de la reacción, a mi juicio tan desproporcionada, por formular una pregunta que no me parece ni insultante ni ofensiva», concluye.
