“Ahora Junts y el PP no votan juntos. Pero ese día va a llegar. Todavía no, es muy pronto, pero ese día llegará”, avizoraba Gabriel Rufián, portavoz de ERC, en el atril del hemiciclo del Congreso en julio pasado. Era una alerta para que los progresistas espabilen y recuerden que hay que legislar para la mayoría que los votó antes que la derecha nacionalista española y la nacionalista catalana hagan las paces.
Pues ese día está cada vez más cerca. La relación de Junts per Catalunya y el Partido Socialista pasa por uno de sus peores momentos y los ecos de la rabia que se oye en el partido con sede en el Passatge de Bofill barcelonés apuntan no solo a diferencias ideológicas sino a una disrupción en los mínimos de confianza. No le creen a Pedro Sánchez ni en su voluntad de cumplir pactos.
Por otro lado, el vínculo con el Partido Popular sigue en tendencia ascendente, especialmente desde agosto del año pasado, cuando El Salto fue el primer medio que publicó en exclusiva los contactos entre emisarios de Alberto Núñez Feijóo con representantes de Carles Puigdemont. Esas conversaciones fueron negadas, luego parcialmente admitidas y este año no solo aceptadas, sino que dada a conocer con lujo de detalles.
“El diálogo con ellos nunca se acabó, siempre ha continuado y continúa”, han confirmado a El Salto fuentes del entorno de Puigdemont. Los enviados ya son varios: no solo el eurodiputado y asesor en asuntos internacionales de Feijóo, Esteban González Pons (quien fuera el negociador en 2023 previo a la investidura fallida de su jefe), sino que ya hay otros varios dirigentes que conversan con dirigentes de Junts. “La conversación es superficial por ahora, no hay acuerdos. Pero sí hay puntos de contacto, especialmente en temas de economía y migración”, añaden.
Presupuestos y moción de censura
¿Es la no aplicación de la amnistía al líder del partido y a otros dirigentes de peso el principal obstáculo por el que los siete diputados posconvergents se niegan a apoyar los presupuestos generales del Estado de Sánchez? La respuesta es un rotundo ‘no’, al menos cuando se les escucha sus explicaciones.
La cuestión jurídica para Junts ya ha pasado a otro nivel porque lo primordial está hecho, que es la aprobación de la ley (y la que ellos pidieron y consiguieron, tras rechazar en enero la primera votación junto a PP y Vox). El equipo jurídico cree que la amnistía llegará y que será a través del Tribunal Constitucional, “que deberá poner sensatez y ese fallo llegará seguramente entre octubre y noviembre”.
Esto es así porque en los próximos días el juez Pablo Llarena deberá resolver sobre el recurso presentado por la defensa de Puigdemont contra la no aplicación de la amnistía. Al negar el pedido (algo que se descuenta), se recurrirá en apelación en la sala Segunda del Supremo antes de elevar la cuestión al TC con un recurso de amparo. En Junts creen que la resolución a su favor vendrá no tanto por afecto a la amnistía sino por un duelo de poder entre el TC y el Supremo, es decir, entre un órgano dominado por los progresistas versus otro que está copado por jueces conservadores y considerados por muchos colegas juristas como activistas de la derecha españolista.
Igualmente el entorno de Puigdemont tampoco está satisfecho con la actitud del Gobierno con los jueces y su rebeldía para con una ley democrática aprobada por mayorías como es la amnistía. Si bien no dicen abiertamente que habría que presionar a los magistrados, los soberanistas catalanes creen que Moncloa podría activar cierta presión a través de los medios de comunicación.
“¿Para qué tiene Sánchez 400 millones de euros que usa con los medios?”, se preguntaba en voz alta un dirigente alineado con Junts que conoce la relación cruda y pragmática entre política y empresas periodísticas. Se refiere a los 440 millones de euros que el Consejo de Ministros de mayo de 2023 aprobó para “promoción institucional” mediante la compra de espacios en medios y soportes publicitarios. Los posconvergents creen que lo de la amnistía se puede resolver pronto a pulso de relato y narrativa, toda vez que la ley ya ha sido aprobada.
También creen que el poco activismo de los socialistas para la aplicación es para presionar a Junts y darles una motivación para alzar la mano a favor en sus escaños en el Congreso. “Es que el Gobierno no entiende que no somos ERC. Son una máquina de generar relatos pero no acaban de entendernos”, comentan.
La instauración de un gobierno del PSOE en la Generalitat de Catalunya, un hito tras una década y media de soberanistas en el Govern, ha puesto en modo batalla a Junts, que quiere liderar la oposición en el Parlament y mostrarse como la verdadera voz del nacionalismo catalán en Madrid, que negocia con más fiereza y que, si hace falta, deja sin presupuestos al Estado por segundo año consecutivo.
*Fuente original: https://www.elsaltodiario.com/partidos-politicos/junts-se-inclina-rechazar-presupuestos-sanchez-profundiza-contactos-pp