Las víctimas en Gaza siguen creciendo cada día. La presión internacional sobre Israel no hace mella en la estrategia del Estado sionista, que sigue martirizando a una población indefensa. El Ministerio de Salud de la Franja, gobernada por Hamás, ha sido, hasta ahora, el único organismo que ofrecía la cifra de pérdidas de vidas humanas, fijada en más de 38.000 personas a inicios de julio. Este conteo, que ha sido cuestionado por las autoridades israelíes, ha sido considerado fidedigno por diversos organismos internacionales y servicios de inteligencia.
Ahora, un estudio publicado en la revista The Lancet multiplica por cuatro el número de personas que han fallecido desde el 7 de octubre de 2023. Basándose en patrones observados en conflictos recientes, donde las muertes indirectas suelen multiplicar por entre tres y quince las directas, el análisis estima que el número total de muertes atribuibles a la masacre en Gaza podría alcanzar las 186.000 o incluso superarlas. Esta cifra representaría, aproximadamente, el 7,9% de la población total de la Franja, según datos demográficos de 2022.
Asimismo, enfatizan la importancia de documentar el alcance y la naturaleza del sufrimiento causado por este conflicto: «La recopilación precisa de datos no solo es crucial para garantizar la rendición de cuentas histórica y reconocer el verdadero costo de la guerra, sino que también constituye un requisito legal», afirman los investigadores. El artículo de The Lancet también recuerda que las medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia en enero de 2024 exigen a Israel «tomar medidas efectivas para prevenir la destrucción y asegurar la preservación de evidencias relacionadas con alegaciones de actos dentro del alcance de la Convención sobre el Genocidio».
El informe asegura que diferentes organizaciones y especialistas ya habían advertido de la probabilidad de que las cifras actuales subestimaran la realidad. La organización Airwars, que realiza evaluaciones detalladas de incidentes en Gaza, suele encontrar víctimas que no han sido registradas en las listas oficiales. La ONU, por su parte, considera que con un 35% de los edificios de la Franja destruidos, más de 10.000 cuerpos podrían permanecer aún bajo los escombros.
En los próximos meses, el número de fallecidos podría aumentar de manera significativa debido a fallecimientos indirectos como consecuencia de enfermedades, escasez de alimentos, agua y refugio. Todo ello agravado por la imposibilidad de la población de huir a zonas seguras.
Los expertos subrayan la necesidad urgente de un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, acompañado de medidas que permitan la distribución de suministros médicos, alimentos, agua potable y otros recursos básicos.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.