Los especialistas en montaje de escenarios, conocidos en el sector como riggers, que operan en Fira de Barcelona, han convocado una huelga entre los días 11 y 20 de julio, coincidiendo con el periodo de instalación de los escenarios del Sónar 2019. La huelga se convoca porque la subcontrata de Fira de Barcelona quiere que los riggers trabajen como falsos autónomos (como sucede en el resto de España) en un momento en el que se estaba negociando el convenio colectivo. Los riggers son profesionales expertos (en el estado no hay más de 300) que se encargan de instalar convenientemente todos los elementos aéreos de escenas y decorados, por lo que su huelga impediría cualquier desarrollo escénico en el recinto que acogerá el Sónar los próximos 18 y 20 de julio.
Los trabajadores protestan porque Fira de Barcelona ha sacado a licitación el servicio de rigging sin incorporar al nuevo pliego de condiciones los requisitos legales correspondientes a la subrogación de los trabajadores, que actualmente desarrollan estas tareas por parte de la empresa que se hace cargo de la contrata, poniendo en peligro la continuidad de su relación laboral y dejándolos al borde del despido.
Quim Español, abogado del Col·lectiu Ronda que asesora a los trabajadores en huelga, considera que “a pesar de que la Ley de Contratos del Sector Público no permite a la licitadora imponer la obligación de subrogar a los trabajadores del anterior concesionaria, la norma sí obliga a informar a las empresas aspirantes de las condiciones de los trabajadores que actualmente están adscritos, requerir en las ofertas si existe voluntad de subrogar y valorar los costes económicos de personal que plantean los diferentes aspirantes a la licitación”.
El letrado añade que “aparte, quien licita un servicio, tiene a su alcance fórmulas para favorecer la continuidad de estas relaciones laborales y valorar la voluntad de dar continuidad a las relaciones laborales preexistentes por parte de las empresas candidatas”. Y en este caso, destaca Español, “Fira de Barcelona ha decidido no hacerlo, dado que hablamos de un grupo de trabajadores muy especializados que han adquirido merecido prestigio y reconocimiento dentro de su sector por la valía del trabajo realizado”.
El colectivo de riggers considera que la actuación de Fira de Barcelona pretende desposeerlos de los derechos laborales conseguidos recientemente. Según explica Isaac, portavoz de los huelguistas, “muchos de nosotros hemos trabajado para tres licitadoras diferentes desde hace más de 12 años y tenemos algún compañero que lo ha hecho durante cerca de 20 años”. Pese a esta situación, el portavoz detalla que “nuestra tarea siempre ha sido elogiada y muy valorada y nunca se ha puesto en cuestión la subrogación de las personas que trabajamos, que somos habitualmente una cincuentena con picos en que podemos llegar a ser unos 70 por necesidades relacionadas con montajes especialmente grandes”.
El abogado Quim Español añade a este respecto que “no es difícil entender la lógica que opera detrás de esta actuación de Fira de Barcelona” porque “se trata de extinguir las relaciones laborales y permitir que las empresas adjudicatarias contraten desde cero, pues, al fin y al cabo, realizan una tarea tan especializada que no son trabajadores fáciles de sustituir, pero desposeyéndolos de los derechos laborales adquiridos”.
Para Isaac, portavoz de los trabajadores, “nuestras reivindicaciones son fáciles de resumir: si el trabajo continúa y hasta ahora lo hemos hecho nosotros de forma satisfactoria y sin quejas por parte de nadie, este trabajo lo queremos seguir haciendo nosotros. La ley dice que los despidos tienen que tener causa justificada y esto es un despido encubierto en respuesta al hecho de ser los primeros que hemos conseguido sustraer del ámbito de la precariedad nuestro trabajo, que es difícil y peligroso”.
Otras fuentes jurídicas consultadas por Revista Rambla comentan que «de procederse a un despido se vulnerarían las normas, por cuánto no hay ningún motivo para la extinción laboral, siendo Fira de Barcelona la causante indirecta de la extinción al no detallar en el pliego de condiciones el listado de los trabajadores con la anterior adjudictaria». En este sentido, los riggers habían conseguido laboralizar su relación con la UTE Rigging (subcontrata de Fira de Barcelona) y estaban negociando un convenio colectivo. Las mismas fuentes añaden que «en caso de extinguirse la relación laboral, los ‘riggers’ podrían demandar a Fira de Barcelona como empresa ‘principal'».
El Sónar es el festival de música electrónica más importante del mundo. En la edición de este año está programada la actuación de más de 140 artistas y se espera una afluencia de público que supere los 120 mil visitantes. De momento, desde Fira de Barcelona -que depende del Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Generalitat- se ha manifestado que están dispuestos a dialogar para solucionar el conflicto.
JACOBO PIÑOL FONTOVA
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.