El planeta está sumido en una crisis climática sin precedentes. Por ello, cada pequeña acción que llevemos a cabo para paliar la situación servirá de gran ayuda. En el sector del consumo sabemos que desde hace décadas se abusa del uso de plásticos -y sus derivados- que, en gran medida, contribuyen a la contaminación de los ecosistemas. Sin embargo, existe un compuesto infinitamente reciclable hecho a partir de minerales casi inagotables.

Efectivamente, estamos hablando del vidrio, un material que los humanos llevamos trabajando y utilizando desde hace siglos. No obstante, es hoy cuando su uso se ha vuelto algo esencial para la supervivencia del planeta, puesto que los envases de vidrio son infinitamente reciclables y no generan residuos tóxicos para el entorno. Así, la fundición a altas temperaturas de silicatos (arena) y un álcali (sustancia con propiedades alcalinas) se convierten en un compuesto duradero, sano y sostenible como es el vidrio.

Reciclaje de envases de vidrio

Además, de un tiempo a esta parte, tanto fabricantes como consumidores, están poniendo de su parte para que los envases de vidrio -u otros objetos fabricados con este material- terminen en plantas de reciclaje para que vuelvan a ser útiles. Así, según datos de EPData, en 2021, en el estado español se reciclaron más de 950.000 toneladas de envases de vidrio, de las que 884.000 se recuperaron de contenedores.

Esto supone que en un año cada habitante recicla alrededor de 68 envases de vidrio (principalmente botellas), o lo que es lo mismo, casi 20 quilos de vidrio por persona. Así las cosas, se estima que 7 de cada 10 envases que se utilizan en nuestro país se recuperan reciclándolos. Y es que en la actualidad en España se reciclan cerca de nueve millones de envases de vidrio al día, es decir, más de 6.000 por minuto.

Mejora de procesos de producción

Pese a que los datos de reciclaje referentes al vidrio son alentadores, también debemos hacer hincapié en la mejora de los procesos de producción. Actualmente, las empresas productoras de envases de vidrio están realmente concienciadas con la importancia de fabricar sus productos, minimizando al máximo su impacto ambiental y reduciendo su huella de carbono. Muchas de estas industrias buscan reducir la utilización de energía en la fabricación o disminuir la temperatura de la energía residual generada en la fundición.

Estas mejoras pasan también, como decimos, por recuperar los envases para que puedan ser reutilizados, pero además por desarrollar nuevos diseños más ecológicos (utilizando menos vidrio o definiendo nuevas o grosores), pensando en el medio ambiente y, en definitiva, en el bienestar de las personas. Y es que la utilización de vidrio reciclado supone dejar de emitir a la atmosfera cientos de millones de toneladas de CO₂ cada año. Además, la elaboración de un envase de vidrio -ya sea reciclando o de nueva creación- es un proceso no contaminante, por lo que el envase como tal supone ser un producto ecológico por naturaleza.

Otro punto a tener en cuenta, es la concienciación en la utilización de materiales reciclados en el packaging de los envases de vidrio. Así, la industria está apostando cada vez más por la cartonería reciclada o paquetes que se fabrican a partir de materiales vegetales.

Economía circular

La industria del envase de vidrio es de las pocas que puede afirmar que cierra el ciclo productivo. Gracias a su reciclaje integral, es el ejemplo más claro y sencillo dentro de la economía circular, porque elimina los residuos y la contaminación, hace circular los productos y materiales (en su valor más alto) y permite regenerar la naturaleza al no ser invasiva.

Este sistema de aprovechamiento de los recursos y reciclaje es sumamente importante, porque su implementación en cualquier sector o industria supondría reducir la cantidad de residuos que genera un habitante. En el estado español, por ejemplo, se calcula que cada ciudadano genera de media anual unos 460 quilos de residuos. De ahí la importancia de que tanto la sociedad como la industria aprenda y se implique en alargar la vida útil de los productos para darles una segunda vida.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

Comparte: