Un hombre bajito y calvo mira con desdén en una pantalla películas del destape en los años setenta de España. Es el año 2047 en la colonia espacial que se había establecido en la Luna. Es una colonia minera y se dedican a extraer helio-3 para enviarlo a la Tierra. Todo va bien con una excepción: los casos de corrupción han llevado a las autoridades terráqueas a tomar decisiones difíciles. Debido a la susceptibilidad de manipulación que ofrecen los seres humanos, todos los puestos importantes están en manos de robots. Todos excepto el cargo de jefe de programación y ciberseguridad, que está vacante. El minero Romerales se dirigió entonces a la sala de mando, donde estaba el androide principal, que representaba la máxima autoridad de la inteligencia artificial de la colonia.

―Buenas. Vengo de la enfermería, perdone si estoy algo distraído, pero me acaban de inyectar una dosis de medicamentos muy fuerte contra la bipolaridad emocional. Me estoy gastando los ahorros. Ya no me queda chorizo de pueblo. No entiendo por qué no me pagan si el androide médico ha validado mi mala situación psicológica.

―Es un problema burocrático. No se preocupe.

―¿Qué hay de mi solicitud de regreso a la Tierra?

―Está usted enfermo porque es el minero más insobornable. Es más, ahora que lo dice quería hacerle una propuesta. Ha surgido una vacante de jefe de la ciberseguridad y de los programadores de la colonia. ¿Estaría usted interesado en presentarse para el puesto?

―Sospecho un asunto de jerarquía normativa y micropoderes. ¿Por qué ha pensado en mí?

―Será buen político. Es usted español y los robots no podemos presentarnos a las elecciones. Ganaría seis veces más de lo que gana ahora. Tendría jamón de pata negra y todas las mujeres que deseara. Le seré sincero. Necesito colaboración humana para una investigación. Se ha producido un ciberataque. Han robado todos los datos personales de los mineros de la colonia, los atacantes han pedido dinero y que censure a los clásicos.

―Una cosa es cierta: una civilización que oculta sus clásicos está condenada. Sin la teoría de las ideas de Platón no existiría el lenguaje Java, por ejemplo. Ninguna censura es inocente. Tal vez si fuera elegido podría cambiar algo al respecto. El ser humano tiene una grandeza de la que carecen los robots. El mundo dio grandes personajes que conquistaron la libertad, como la generación de Transición en España o Abraham Lincoln en Estados Unidos―respondió Romerales.

―Es cierto. Sin embargo, no es tan bonito como parece. La guerra de Secesión se produjo por un cambio tecnológico, algo como la revolución digital. Los esclavos no podían trabajar en las fábricas industriales y los del Norte lo sabían. Querían hombres libres, pero obreros―replicó el robot.

―En Rusia se abolió la servidumbre sin guerra por aquellos mismos años. Parece que hemos llegado a cierta conversación sobre Carlos Marx, está bien, aceptaré su propuesta. Me presentaré a las elecciones ―replicó el Romerales.

Al final fue elegido, y tras mejorar la ciberseguridad, descubrió que bajo a la censura de los clásicos, había un grupo a los mineros machistas y ciberdelincuentes que chantajeaban a sus propios compañeros y compañeras. Entonces, los mineros se pusieron en huelga en varias ocasiones, debido a la subida del precio de la energía y de los alimentos. Poco después, tras mejorar las condiciones laborales y sanitarias de los mineros, se dirigió a la Tierra con una prestación permanente por baja psicológica. Como anécdota se podría contar que solo un mes después de haber llegado al cargo, ya sabía que un virus espía había infectado al androide principal. Antes de desconectar a la inteligencia artificial ella le pregunto:

―Romerales, ya tienes el poder y el jamón de pata negra. ¿Acaso no es lo que querías?

―Los robots se manipulan con virus. La gente no puede ser manipulada a menos que decida voluntariamente manipularse a sí misma.

Escritor sevillano finalista del premio Azorín 2014. Ha publicado en diferentes revistas como Culturamas, Eñe, Visor, etc. Sus libros son: 'La invención de los gigantes' (Bucéfalo 2016); 'Literatura tridimensional' (Adarve 2018); 'Sócrates no vino a España' (Samarcanda 2018); 'La república del fin del mundo' (Tandaia 2018) y 'La bodeguita de Hemingway'.

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