El pasado miércoles 19 de diciembre se concentraban en la Plaza Sant Jaume de Barcelona miembros la Plataforma Catalana de Policies, que reúne el conjunto de cuerpos policiales que operan en Catalunya. El propósito era el de denunciar los recortes sociales y laborales que sufren. Así como también, expresar la voluntad de dignificar su actividad profesional como garantes de los derechos y deberes democráticos del conjunto de la sociedad.
Un grupo de representantes de Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Portuaria y Mossos d’Esquadra se reúne delante del Palau de la Generalitat con pitos, pancartas y sin uniforme para manifestar su disconformidad con las medidas de recortes públicos impuestas por este Gobierno y que les afectan directamente como funcionarios.
Ramón Labrador portavoz del sindicato CATME en su declaración a los medios expresa su rechazo a la ignominia política, a tantos recortes injustos donde la clase gobernante sigue manteniendo sus privilegios a la vez que recortan servicios imprescindibles como puede ser la seguridad pública. Granados, de la Policía Nacional, argumenta la necesidad de coordinarse por el bien común que es la policía en Catalunya. Se sienten tomados como el pito del sereno y expresan un ”Basta ya” a este retroceso social en cuanto a sus derechos laborales y a la seguridad ciudadana. Àngels Jordan, portavoz de la Policía Local, hace declaraciones en la misma línea y añade que los urbanos se sienten menospreciados por la administración y quieren poner de relieve alteraciones en la adjudicación de materiales que ya habían sido presupuestados. Según declara Jordan, los representantes sindicales, además, se sienten amenazados por la presión a la hora de abrir expedientes disciplinarios para aquellos que hablan demasiado. Por último, puntualiza que hay pluses incomprensibles que se están pagando a ciertos altos cargos de algunas comisarías cuya justificación se estarían inventando.
Otra tema a destacar que afecta a todos los cuerpos policiales dice el portavoz del sindicato, es la utilización que hacen los partidos políticos de la policía como herramienta de desgaste entre Gobierno y oposición. La cuerpos policiales declaran su voluntad de que se les deje al margen de sus guerras políticas ya que éstas, según ellos, son las razones culpables de la mala imagen que tiene hoy la policía. Acto seguido se le pregunta por el uso polémico de las balas de goma, a lo que se responde que como sindicato no tienen ningún problema, que son los responsables políticos quienes deben determinar el modelo a aplicar en los disturbios. Según afirma, la policía, incluidos los antidisturbios, no tiene inconveniente en que se dejen de usar estos proyectiles, ellos harán lo que se les mande hacer siempre que se encuentre un medio que minimice o erradique los accidentes que se puedan producir cuando hay cargas policiales. Lo que no se puede hacer, concluye el representante, es quitar las balas de goma y no modificar el sistema. Si se quiere seguir un modelo más desarrollado como puede ser en los países escandinavos, los políticos se tendrían que comprometer en triplicar o cuadriplicar los efectivos y dotarles de una formación para que este cambio de modelo fuera viable.
Periodista.