La segunda jornada del macro festival de música barcelonés, el Primavera Sound, giró en torno a la presencia de la emblemática banda británica, que con un impecable concierto de dos horas, cautivó a un auditorio de 50 mil personas.
Muchas, miles de cosas han pasado durante las trece horas de esta segunda jornada del Primavera Sound pero, sin duda, una es la que saltará primero a la memoria de las decenas de miles de personas que este viernes han poblado el Parc del Fòrum de Barcelona. El impecable concierto de dos horas que Radiohead regaló ayer después de ocho años sin tocar en la Ciudad condal y tras haber sacado su esperado nuevo álbum lo ha acaparado todo. Las portadas, las redes sociales, las miradas, los comentarios, las prisas, las expectativas, la planificación de los itinerarios dentro de una programación sin respiro, todo ha girado en torno a la legendaria banda británica. La inmensa maquinaria del Primavera Sound pareció detenerse durante ese hipnótico lapso de dos horas en el que Thom Yorke atrajo a prácticamente la totalidad de asistentes hacia su piano.
A las 22.15 con puntualidad anglosajona- y “primaverasoundiana” porque la rigurosidad del cronómetro ya es una marca del festival- el líder de Radiohead empezó a saciar las altísimas expectativas que se respiraban entre las 50 mil almas que se apretujaban bajo el escenario- muchas allí desde hacía horas para poder pillar una ubicación decente- con el tema “Burn the Witch” de su flamante disco, “A Moon Shaped Pool”. Tras la explosión de luces, imágenes y sonido- con una exquisitez de la que Radiohead puede presumir como pocos- Yorke saltó sin red hacia el susurro, hacia una intimidad compartida por miles de personas que, inexplicablemente- o solo explicable por la profunda admiración que genera esta banda en público de los cinco continentes-, permanecieron en absoluto silencio durante los minutos que duró la canción.
Luego empezó la marcha y los de Oxford se centraron en compartir con la heterogénea audiencia el orgullo que sienten por su nuevo álbum. Lo lograron. Los temas, desconocidos para la mayoría, provocaron una atenta escucha que no suele darse en macro conciertos como este, donde muchos “caen” ahí por casualidad. Ayer nadie estaba en el escenario Heineken sin querer realmente estar allí. Y, claro, entre esa comunión de fans, los acordes de “No surprises” provocaron el éxtasis y la entrega total a un concierto que confirmó el lugar que ocupa Radiohead en la escena musical, en la historia del pop y en la de cientos de miles de personas en todo el mundo.
Pero ni la escena musical ni el mundo ni el Primavera Sound se acaba con Radiohead. Este viernes el Parc del Fòrum también ha ofrecido otras joyitas, como el potente espectáculo de Savages que, aún a plena luz del día, electrizaron con su post punk apabullante. La líder de este cuarteto femenino londinense, Jenny Beth, cantó, bailó, aulló, reptó sobre las manos del público y el público cantó, bailó y aulló con ella. Otro de los conciertos más esperados de esta segunda jornada ha sido el del grupo norteamericano Beirut, que ha desembarcado en el Primavera para mecernos con sus vientos melancólicos y su pop trotamundos después de cuatro años de permanecer en tierra. Animal Collective también brilló durante la agitada noche de este viernes con la presentación de su último disco “Painting with”, un viaje experimental que sigue su senda de armonías surfero-electrónicas, y Beach House se ocupó de resarcir a las almas exhaustas después de tanta euforia con su pop ensoñador y la voz cautivadora de Victoria Legrand.
Este sábado la gran fiesta continúa con invitados de lujo como los islandeses Sigur Rós, el ex guitarrista de Pulp, Richard Hawley y la estremecedora PJ Harvey, con quien el Primavera Sound seguirá paseándonos por la historia de la música.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.