Israel ha vuelto a la carga. Basem Al-Nabriss, escritor, poeta y periodista palestino lo tiene claro. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu ha empezado su campaña electoral, y ha empezado fuerte. La sangre de la población civil de Gaza le sirve para ganar votos y, en este sentido, la destrucción, el asesinato de niños y las masacres colectivas configuran, a día de hoy, su discurso electoral.
Después de que las fuerzas israelís asesinaran al jefe militar de Hamás la semana pasada, la sociedad palestina se ha vuelto a ver inmersa en una dramática situación de bombardeos continuos y homicidios indiscriminados. Este ataque ha durado ocho días y se ha saldado con más de 160 palestinos muertos, la mayoría de ellos, como ya es costumbre, civiles.
Washington ha pedido un alto al fuego y el gobierno de Netanyahu ha aceptado pero con condiciones. Como declaró el propio ministro de defensa israelí, Ehud Barak, si la tregua no se respeta por parte de los palestinos se retomarán las “actividades” militares. Un alto al fuego, por tanto, recibido en Gaza con prudencia. ¿Qué pasará? En verdad los palestinos se esperan lo peor.
El pasado sábado, en la Plaza Sant Jaume de Barcelona, tuvo lugar una concentración en contra de la nueva ofensiva del Estado sionista de Israel. Allí se encontraba Basem Al Nabris, escritor Palestino y disidente del régimen Hamás que llegó hace un mes y medio de Gaza.
– Señor Basem Al Nabris, usted acaba de llegar de Gaza ¿cuál es la situación real que sufre la población palestina?
Estamos padeciendo las acciones de un gobierno israelí fascista y de extrema derecha. Netanyahu es un líder sanguinario que intenta elevar su cuota de votantes a costa de nuestra sangre. Somos un pueblo desarmado que se enfrenta a una maquinaria de guerra de primer nivel. La situación es muy dramática.
– Esta nueva ofensiva, llamada “Operación Pilar de Defensa” nos remite a la masacre de 2008 “Operación Plomo Fundido”
Sí, pero esta vez puede ser peor ya que los dirigentes de este gobierno israelí son asesinos natos. La nueva operación de Israel es otra guerra contra la sociedad civil palestina. Sus aviones bombardean indiscriminadamente la franja, no distinguen, como no distinguieron en Plomo Fundido, una guerra que acabó con más de 1.400 palestinos muertos.
– Actualmente Gaza está cercada por tierra, cielo y mar
Efectivamente, Gaza es una prisión al aire libre. Estamos acostumbrados al zumbido constante de los aviones espías israelís. Nos han encajado. Allí no existe nada parecido a lo que se pueda entender por libertad
– Y mientras tanto el mundo occidental…
El mundo occidental no existe. Bueno sí, sí que existe y está al lado del dictador. Los israelís nos asesinan con las armas estadounidenses, con armamentos de primer nivel. Y por lo que respecta a los gobiernos europeos, éstos nos dan la espalda. Nos ven como una causa perdida y hace tiempo que decidieron ignorar una de las mayores tragedias de los siglos XX y XXI, el asesinato colectivo de la sociedad palestina a manos de los israelís.
– Usted, que trabajó diez años en el Ministerio de Cultura y es un intelectual de referencia en su país, ha pasado cuatro años en prisión por su posicionamiento crítico ante el Hamás.
Sí, he sufrido un atentado bomba en mi propia casa y recientemente estaba viviendo, si se le puede llamar así, en el campo de refugiados de Khan Younis, en Gaza. Allí la vida ha retrocedido unos cuantos siglos hasta regresar al Medievo. Las condiciones son infrahumanas y todo debido al bloqueo, tan injusto, que nos impone Israel.
– El PEN Català lo acoge dos años en calidad de escritor y hombre de letras refugiado, ¿cuáles son sus planes en Barcelona?
Voy a escribir un libro sobre Catalunya, conectando las dos culturas literarias, la árabe y la catalana. Y voy a continuar con mi actividad periodística frente a las injusticias que sufrimos el pueblo palestino. Estoy en contacto diario con amigos que están allí, y desde aquí escribiré en defensa de los derechos humanos de los palestinos yo rechazo el enfrentamiento bélico, y apuesto por el diálogo como puente, como solución para terminar con el drama que sufre mi país.