Eso de que la policía está para «servir y proteger» se está convirtiendo más en «multar y recaudar». Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Lleida tiene previsto crear un grupo policial no uniformado que se encargue de vigilar y sancionar a los ciudadanos que no depositen convenientemente los residuos en el contenedor correspondiente o que la dejen fuera del mismo.

El uso de la pedagogía o la educación cívica entre la ciudadanía queda nuevamente relegado por el abuso de las fuerzas de seguridad. Esto supone además que el ciudadano se sienta constantemente vigilado e incluso con temor a no hacer bien las cosas.

Así que si usted es de Lleida y cada vez que va a tirar la basura se encuentra con dos tipos que lo miran fijamente, no se asuste, están ahí para cumplir con su importante deber, comprobar que usted es capaz de meter debidamente la bolsa en el cubo correspondiente.

Más dinero

El consistorio ilerdense se jacta de que quiere incrementar de forma notoria los -a su criterio- paupérrimos 60 expedientes que tiene abiertos desde julio por infracciones de la ordenanza municipal de limpieza. En otras palabras, el alcalde, Miquel Pueyo, quiere pasta. En este sentido, también se prevé endurecer la ordenanza de convivencia y civismo, dotándola de fuertes sanciones económicas.

Eso no es todo. Porque el ayuntamiento también tiene previsto aprobar un reglamento para el uso de drones por parte de la Policía Local. Lo que no ha trascendido es que si esos drones aparecerán de noche cuando usted baje la basura, en plan OVNI acechador. Todo un avance.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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