Ayer miles de estudiantes tomaron las calles de gran parte de las ciudades españolas para protestar contra la reforma universitaria y los recortes en educación. Siguiendo la corriente de las movilizaciones en Valencia, esta ‘Primavera Estudiantil’, como se ha denominado en las redes sociales fue especialmente notoria en el País Valencià y Catalunya, donde la jornada se saldó con fuertes enfrentamientos entre la policía y los estudiantes.
Decenas de miles de estudiantes y profesores —60.000 según los convocantes, 25.000 para la Guardia Urbana— tomaron parte en la marcha, que arrancó en la plaza de la Universitat y terminó en el mismo lugar tras un recorrido circular que colapsó el tráfico en el Eixample. La manifestación se nutrió también de frentes formados por la comunidad educativa, a la que se añadió la sanitaria, llegados del resto de la ciudad. Uno de los ramales procedía del campus del Raval de la UB y otro partió de la Zona Universitaria, donde estudiantes de la UPC y la UB cortaron la Diagonal. La movilización tampoco se salvó esta vez de los incidentes, que, tras los primeros escarceos frente a la Bolsa, llegaron a ser graves a partir de la una de la tarde en las calles de la Diputació y de Balmes, y zonas aledañas.
Pequeños grupos organizados incendiaron contenedores y las llamas alcanzaron a algunos vehículos. Los antidisturbios de los Mossos se emplearon con fuerza y el entorno de la sede central de la UB vivió momentos de extrema tensión y gran dureza. El balance final fue de 12 detenidos (dos de ellos menores) y otros tantos heridos, de los que siete fueron agentes antidisturbios. Pero la inmensa mayoría de los estudiantes mostró una actitud reivindicativa y pacífica. “Resistencia, aquí como en Valencia”, y “vuestros hijos van a la universidad con nosotros” fue uno de los gritos más coreados.
Miles de universitarios se manifestaron también en las otras tres capitales catalanas. En Tarragona, un millar de estudiantes marcharon desde la plaza de la Imperial Tarraco hasta tomar el rectorado de la Universidad Rovira i Virgili. “Notamos cada día los recortes y las becas este curso han caído un 50%”, exclamó Vicent Collado, portavoz del Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes. En Lleida, 2.000 estudiantes, profesores y personal de la Universidad de Lleida (UdL) desfilaron sin incidentes al grito de “no es una crisis, es una estafa” por las calles de la ciudad. Mientras, en Girona, unos 500 estudiantes se manifestaron acompañados por grupos de profesores y personal. Varias calles de la ciudad fueron cortadas.
La protesta estudiantil en Barcelona empezó a dispersarse a las tres de la tarde, pero un grupo de unas 500 personas enfiló la Gran Via hacia la plaza de Espanya. La respuesta de los Mossos fue acordonar el recinto ferial donde se celebra el congreso mundial de telefonía móvil, que finaliza hoy. La entrada principal de la feria quedó cerrada y los agentes arrinconaron a los manifestantes junto al centro comercial Las Arenas. El cordón policial permaneció durante toda la tarde mientras en el interior el congreso proseguía. “Todo está bajó control, el congreso sigue con normalidad”, afirmó a la entrada de la feria John Hoffman, máximo responsable del Mobile World Congress.
Conseller d’Interior Felip Puig i Godes declaro la presencia de agitadores profesionales y medios de comunicación afines no tenemos muy claro para quien agitan, cuanto cobran y en cuanto a los medios no dijo cuales eran si intreeconomia, la Razon, El Mundo afirmo que heran medios alternativos “ alternativos a que etc.etc.
El Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha acusado a los Mossos d’Esquadra de «reprimir» las protestas y ha exigido la liberación sin cargos de los detenidos. Por ello, medio centenar de estudiantes han protestado de forma pacífica ante la comisaría de los Mossos en el barrio de Les Corts.