Miles de personas, con el habitual baile de cifras que se da en estos casos: unas 15.000, según la organización, recorrieron este 19 de octubre el centro de Barcelona reclamando la independencia de los Países Catalanes para «cambiarlo todo».
La campaña de reivindicación se inició este pasado verano en Valencia y cuenta con la participación de buena parte de las organizaciones de la izquierda independentista: la CUP, Endavant, el Moviment en Defensa de la Terra (MDT), el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), la organización juvenil Arran y la Coordinadora Obrera Sindical (COS), entre otras.
Una independencia para cambiarlo todo
La convocatoria, a la que se han sumado otros colectivos sociales y políticos como los yayoflautas o En Lluita, ha servido para reclamar la constitución de los Países Catalanes, la desvinculación con las políticas económicas y sociales de la Unión Europea y que la «organización de las clases populares abra un proceso constituyente» para mejorar los derechos sociales, la redistribución de la riqueza y la democracia. Aitor Blanc, portavoz de la campaña “Independencia para cambiarlo todo”, ha señalado que «no se puede dejar que la independencia la dirijan las élites económicas y financieras ni los partidos políticos, sino que el centro de este proceso debe ser el pueblo «. «El capitalismo ya ha demostrado adonde aboca países independientes como Grecia o Portugal», añadió. Blanc también indicó que «el pueblo debe poder decidirlo todo, el sistema económico, la organización política del nuevo estado, las relaciones internacionales… no pueden existir apriorismos. Sería una victoria de los que quieren que con la independencia nada».
Blanc asegura que la campaña «deberá seguir con el trabajo y ampliar alianzas con todos los sectores de la izquierda, desde el independentismo al anticapitalismo». El portavoz de la campaña ha anunciado que durante las próximas semanas anunciarán acciones en los Países Catalanes «para denunciar el expolio social que estamos sufriendo». La marcha de la izquierda independentista reivindicó que el centro del proceso de independencia debe ser la voluntad ciudadana. Las fuerzas convocantes realizaron, además, un llamamiento a la movilización popular para abrir un “verdadero proceso constituyente que permita plenos derechos sociales, la liberación de género, la redistribución de la riqueza y una democracia económica”.
Manifestación en Barcelona
La manifestación transitó desde la plaza Universitat a Pla de Palau, donde la jornada se cerró con un acto político que contó con las intervenciones de Blanc, del diputado de la CUP en el Parlament, Quim Arrufat, del ‘yayoflauta’ Celestino Sánchez, de Marta Sibina, de la revista Cafè amb Llet, y de Neus Tur, del grupo de apoyo en Barcelona de la Asamblea de Docentes de Baleares.
En este sentido, Quim Arrufat defendió que el proceso independentista trae «la oportunidad de construir muchos de los cambios que llevamos años luchando por hacer posibles» y que este año será determinante para la realización del proyecto. El diputado de la CUP ha defendido un camino con tres estaciones: referéndum, independencia y un proceso constituyente. «Debe ser la lucha popular la que fuerce la convocatoria de un referéndum unilateral de independencia”, indicó. «Después habrá que construir una independencia en la que habrá que dar cabida a quien tiene papeles y quien no, quien habla una lengua u otra, quien tiene una religión u otra».
«El capital financiero, el Estado español y las multinacionales nos querrán infundir el miedo para que no cambiemos, y ya lo están haciendo», indicó Arrufat que se refirió a la propuesta venida del PSC y de Duran i Lleida, de una Tercera Vía, como una idea con la que «quieren vender la independencia a cambio de más dinero y competencias, pero ahora el Estado español no tiene dinero ni para sus clases populares ni para las nuestras». «Ante la independencia de los de arriba tenemos que defender la independencia del 99%, de los comunes, de las clases populares, y eso no nos lo darán, debemos conquistarlo en la calle», insistió en una idea que se repitió en el resto de intervenciones.
