La Fundación James Foley se presenta en Barcelona con la intención de velar por los periodistas en países en conflicto. La madre del reportero asesinado por el Estado Islámico critica el gobierno norteamericano e insta a la comunidad internacional a proteger los profesionales y la libertad de información
La Fundación James Foley se presenta en Barcelona con la intención de velar por los periodistas en países en conflicto. La madre del reportero asesinado por el Estado Islámico critica el gobierno norteamericano e insta a la comunidad internacional a proteger los profesionales y la libertad de información
El Col·legi Oficial de Periodistes de Barcelona ha acogido este mediodía la presentación de la Fundación James Foley, que lleva el nombre del periodista americano asesinado el pasado agosto por el Estado Islámico después de haber sido secuestrado en Siria. El acto ha contado con su madre, Diane Foley, así como los periodistas Javier Espinosa, Marc Marginedas y Ricard García Vilanueva, compañeros de Foley y que también fueron privados de libertad.
Neus Bonet, degana del Col·legi, ha empezado el acto recordando que el 2014 ya se ha cobrado la vida de 51 periodistas en todo el mundo y que actualmente hay más de 120 profesionales secuestrados por intentar ejercer la libertad de información.
Los principales objetivos de la Fundación James Foley son luchar por la libertad de prensa en los países en conflicto, garantizar la defensa jurídica en las zonas de cautiverio, así como potenciar la educación entre los jóvenes menos favorecidos. En este sentido, Diane Foley ha recordado que su hijo sentía una debilidad especial por los niños pobres.
Las palabras y el relato de Diane han sido duros. “Mataron a Jim demasiado pronto, le quedaba mucho trabajo por hacer”. La madre del periodista asesinado se ha mostrado crítica con el gobierno norteamericano, al que acusa de que no considerar el secuestro de su hijo como una prioridad. Así, otro propósito de la fundación es trabajar para que los familiares de rehenes norteamericanos tengan más apoyo y se abran “mejores canales de comunicación con el gobierno, para que entienda el valor del periodismo de guerra. Estados Unidos debe aprender muchísimo”, ha proclamado en relación a los precedentes europeos que la fundación recogerá para impulsar y enriquecer el debate.
Diane Foley ha apelado a una respuesta conjunta de la comunidad internacional, más allá del drama personal. “Es un tema muy complicado y somos una familia que ha perdido un hijo pero hay que abrir el debate global, es importante que cada país no vaya a la suya. La comunidad internacional tiene que encontrar una respuesta sobre cómo proteger a los periodistas”.
Los otros tres reporteros secuestrados en Síria han puesto el acento en la dimensión humana de Foley, al que han definido como “un buen periodista, pero también una buena persona, cosa que no es fácil de encontrar. Era un tipo muy tranquilo, capaz de ganarse a la gente”.