Puigdemont dio este jueves un breve discurso en Barcelona frente a miles de seguidores para desaparecer poco después sin haber sido detenido por las autoridades pese al cierre de carreteras. Tampoco participó en la votación de la investidura de Illa, que fue elegido ‘president’ con los votos a favor de ERC y Comuns. La fuga de Puigdemont tiene la actuación de los Mossos d’Esquadra en el punto de mira. Por el momento, dos agentes han sido detenidos acusados de colaborar en la nueva huida del político independentista. El juez del Supremo Pablo Llarena ha pedido a los Mossos y a Interior un informe sobre el fracaso del operativo.
Puigdemont se encontraba en Barcelona desde el martes, pero se ha largado a Waterloo, Bélgica, según el secretario de Junts, Jordi Turull, tras su breve aparición este jueves en un acto del partido antes de la celebración de la investidura del candidato socialista Salvador Illa. Sus palabras, no obstante, aún no han podido ser confirmadas.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha señalado que detrás de la actuación de Puigdemont estaba el objetivo de «tapar, dinamitar y deslegitimar» el pleno de investidura porque «no gustaba el resultado». También tenía el objetivo de atacar al Gobierno actual para colocarlo fuera del independentismo.
Los Mossos justifican el ‘operativo Puigdemont’
Por su parte, el Jefe de los Mossos considera que la policía catalana «no ha hecho el ridículo» sino que es un operativo que «no ha conseguido su objetivo». «El cuerpo ha estado a la altura de lo que tenía que proteger», ha dicho. «Lo que he dicho es lo que pensamos el conjunto de mando de los Mossos. Debemos todas las explicaciones, toda la lealtad de la institución y aceptaremos todas las situaciones», ha afirmado.
Sallent ha acusado a Puigdemont y a su entorno de no ser «leales» al cuerpo al intentar utilizarlos para que su eventual detención «desestabilizara» el acuerdo para investir a Illa y ha afirmado que no aceptan ser una «policía patriótica». Según el comisario jefe, los Mossos d’Esquadra creyeron las intenciones de Puigdemont de asistir al pleno de investidura: «es alguien que ha sido presidente de la Generalitat, no es un Jodorovich ni una persona que se dedique al crimen organizado». Sallent ha insistido en negar cualquier tipo de negociación con Puigdemont y su entorno para pactar su detención y ha cargado contra los dos mossos detenidos. «No merecen vestir nuestro uniforme», ha sentenciado.
En la ronda de preguntas, Sallent ha asegurado que los Mossos esperaban el momento «idóneo» para arrestar a Puigdemont y que los cargos que lo acompañaban» lo dificultaron». Además, ha indicado que no se disponía «de información operativa ni de inteligencia sobre la situación ni el paradero de Carles Puigdemont» previamente. «De haber dispuesto de ella, se habría procedido. Nosotros le visualizamos cuando va acompañado por una masa y de autoridades que no hacen oportuno ni idóneo la intervención en ese momento», ha aclarado. Tambien, ha dicho que esas autoridades deberían asumir responsabilidades.
El jefe de los Mossos ha destacado que las decisiones se tuvieron que tomar en «cuestión de minutos». Ha indicado, asimismo, que hace tiempo que no se veía ese «nivel de violencia». «No es habitual que se intente asaltar la Ciutadella mientras se está votando a un president de Cataluña», ha señalado.
Sallent dice no dar crédito a la «desinformación» del entorno de Puigdemont sobre su vuelta a Waterloo y no descarta que el líder de Junts siga en Barcelona. «Hasta que no tengamos la evidencia de que está fuera del alcance de nuestras competencias, le seguiremos buscando para dar cumplimiento a la orden de detención», ha indicado.
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