Preguntado por Twitter sobre la posibilidad de hacer una lista conjunta, el diputado David Fernández ha dicho que la CUP no la había planteado “ni como hipótesis de ciencia ficción”, y que esto no pasaría “jamás de los jamases”. Por su parte, el otro diputado de la CUP, Quim Arrufat, en la cuenta oficial nacional de la coalición ha colgado el tuit: “¡Queremos urnas, urnas y urnas! La cuenta del dirigente de ERC, Oriol Junqueras, estuvo de lo más activa, no en vano era y es el político más solicitado por los medios de comunicación: “Habrá que construir una mayoría parlamentaria para hacer una Declaración de Independencia e iniciar el proceso constituyente de la República Catalana”. En otro daba señales que la ERC, como la CUP, son las fuerzas políticas que se cuestionan la frágil unidad de acción de los partidos soberanistas: “El Gobierno catalán nos sitúa en un escenario de participación nuevo y no pactado, que en ningún caso puede sustituir la consulta”.

En la cuenta de Guanyem Barcelona, la coalición que representa Ada Colau, han tuiteado: “Un proceso que se quiere popular y radicalmente democrático pide transparencia de los representantes políticos: No se puede cerrar en los palacios”. Por su parte, el diputado de Iniciativa per Catalunya Verds, Joan Herrera, en su cuenta personal ha publicado: “Somos inmensa mayoría los que queremos votar y no se puede dañar esta fuerza, ni con atajos ni sucedáneos. Cualquier otra cosa sería una victoria del PP. Precisamente la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, también usaba su cuenta para dejar este mensaje: «Mas pretende aparentar que el proceso sigue. La verdad es que no va a haber referéndum ni consulta». Carme Forcadell, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana: «¿Qué otro país ha sacado a la calle el 20% de su población? Queremos decidir nuestro futuro, y la movilización continúa”. En community manager de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, estuvo muy activo, esto son algunos de los tuit que editaron: “Urnas de cartón, votaciones sin censo, ni ley ni garantías. Esto es un fraude democrático”; y otro: «Mas hace el ridículo, asuma el fracaso, dimita, pida perdón y convoque elecciones directamente», a los que siguieron varios más en este sentido. El partido del President, como muchos otros partidos catalanes, anunciaba la reunión de su Comité Ejecutivo Nacional para la tarde, pero un tuit, como regalo de consolación cuasi infantil, decía: “El 9 de noviembre habrá locales, urnas y papeletas”. Rosa Díez, la lideresa de UPyD, utilizó la cuenta del Congreso para dejar su opinión: «Mas ha perdido la cabeza y es el mayor adversario de los catalanes». La secretaria de relaciones internacionales del PSOE, la exministra Carme Chacón dice en su twitter: “¡Fantástico un día como hoy! Viñeta de El Roto: ¡Menos patrias y más decencia!, es el grito”. La cuenta oficial del PSC dejaba claro su postura, cosa difícil entre los socialistas catalanes, que es este asunto siempre se han movido entre el sí, pero no: “El PSC, como organización, no participará en una consulta carente de las mínimas garantías democráticas”.

Punto y aparte son los tuiter de los más activos en el debate soberanistas, en pro y en contra, que desde los ámbitos del periodismo, la cultura o el activismo social, han dejado sus opiniones en menos de 140 caracteres. La pizpireta Pilar Rahola, exusultante de optimismo, no pierde la ocasión para ensalzar al President por su gran “astucia”: “El nuevo # 9N2014 es una jugada maestra que deja descolocado al Estado español. Participación, movilización y compromiso”. La Plataforma que lideran los activistas Arcadi Oliveres y la monja Teresa Forcades, Procés Constituent, calificaba de vergonzosa la decisión del Gobierno de la Generalitat, y remitía a un comunicado que, entre otras cosas, decía: “El anuncio del president Mas de renunciar a la Consulta del 9 N tal y como estaba inicialmente planteada es un grave revés a las aspiraciones democráticas del pueblo catalán. El cambio de rumbo anunciado por Mas no es aceptable y vulnera los compromisos adquiridos delante del pueblo de Catalunya y el clamor expresado el pasado 11 de septiembre”.

Juan Carlos Guirauta, periodista y eurodiputado por Ciudadanos, remitía a un artículo de El País con esta frase: “Bien está, porque el «derecho a decidir» no era democrático”. El exmiembro del PSC, Ernest Maragall tuiteó: “Hoy nos iremos a dormir sin el 9 N, mañana nos levantaremos para comenzar el 9 P, el nuevo País. Con determinación, cabeza fría, trabajo y democracia”. La periodista Àngel Barceló aseveraba en su cuenta: “Más necesario que nunca escuchar a ERC. Que Rajoy no crea que se ha acabado el «lío». En la Xarxa Referèndum 9N pedían la dimisión de Mas y añadían: “El Cómo ha desnaturalizado el Qué. La movilización de voluntarios el 9N, despojada de carga política, no es la consulta oficial”. Y la recién conformada Podem Barcelona: “Queremos votar el 9n con plenas garantías democráticas como se prometió a la ciudadanía”. En Sociedad Civil Catalana están eufóricos y se lanzan a dar vivas y todo: “Nos alegra ver que Mas ha escuchado la mayoría silenciosa. Hemos ganado, y casi sin bajar del autobús. ¡Viva España!”. En sentido contrario, la cuenta de Súmate, que defienden la consulta y algunos la independencia de Catalunya, y que se definen como: “Somos ciudadanos catalanes, hablamos castellano y tenemos orígenes en otras partes de España. Ni renunciamos a nuestra identidad, ni a decidir nuestro futuro”, y tuitearon: «Cualquier solución exige una salida democrática. Que la gente decida. No hay otra. No tengamos miedo a las urnas”.

Y claro, el humor, bueno, en algún caso seguimos con el humor.  En la cuenta de la Cataluña Real se preguntaban: “¿Alguien sabe cómo se vuelve a cerrar una botella de cava una vez abierta?”. Dolors Boadella, simulando un titular de una conocida guía de tiempo libre escribía: “Los 10 mejores locales para ir a votar”. Oriol de Balanzó se desmelenó: “No me llames consulta, llámame Lola”. La siempre certera periodista Cristina Pardo aludía a las comparecencias de prensa del presidente Mariano Rajoy, que en un raro ejercicio de transparencia, no suele admitir preguntas de los periodistas, y éstos no le dan plantazo, por cierto: “Rajoy les ha preguntado a sus asesores qué era eso que estaba haciendo Artur Mas, con esa gente que hacía preguntas”. En otro tuit: “La consulta que se pactó fue una consulta en diferido. Y como fue una consulta en diferido, en forma de simulación… de lo que antes era…”.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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