La reforma laboral propiciada por el Ejecutivo francés tiene como objetivo impulsar la contratación al hacer la semana laboral de 35 horas más flexible, haciendo que sea más fácil despedir a los trabajadores y debilitando los poderes de los sindicatos.
Los grupos laborales afirman que la medida erosionará las protecciones para los trabajadores y beneficiará principalmente a las grandes empresas. Las manifestaciones contra la reforma laboral han terminado con fuertes enfrentamientos y disturbios, 40 personas han resultado heridas y 15 fueron detenidas.
¿Qué propone la reforma laboral?
La llamada Ley El Khomri, elaborada por la ministra de Trabajo Miriam El Khomri y plateada por el Gobierno galo como un método para combatir el desempleo, propone cambios significativos en la legislación laboral, con los que están descontentos los ciudadanos.
Varios sondeos de opinión demuestran que hasta un 80 por ciento de los votantes están descontentos con la reforma. Las encuestas exponen que 3 de cada 4 franceses se oponen a la nueva legislación.
La principal novedad es que las normas laborales nacionales serán sustituidas por las individuales para cada empleador, que podrá cambiarlas en el marco establecido por la ley.
En particular, las compañías podrán prolongar la jornada laboral desde las 35 horas semanales actuales hasta 48 horas. En “circunstancias excepcionales”, los empleados trabajarían hasta 60 horas a la semana. El horario de trabajo alternativo al que podrían optar las compañías bajo la nueva ley, incluye también la jornada laboral de 12 horas.
La reforma prevé también la simplificación del procedimiento de despido de los empleados y concede a los empleadores el derecho de negociar el pago de las horas extras directamente con los empleados, evitando los sindicatos.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.