Ridley Scott consigue en esta epopeya de un náufrago del siglo XXI, una película espléndida juntando lo patriótico emocional de Salvad al soldado Ryan, la soledad y capacidad de supervivencia de El náufrago y la “ciencia” al servicio del hombre de Gravity. Una actuación excelente de Matt Damon, dando vida a un astronauta perdido en las arenas rojas de Marte. Una misión frustrada acaba en un accidente, sus compañeros lo dan por muerto y abandonan “in extremis” el planeta dejando a Mark Watney (Matt Damon) en la soledad del planeta, donde la supervivencia es casi imposible, pero la habilidad de este “McGiver” biólogo y sus deseos de vivir acompañado de su sentido del humor y música pop de los ochenta, consigue mantener la tensión durante las más de dos horas de metraje. La epopeya se vive en dos espacios diferentes la parte más humana la vivimos en el lejano planeta, un ser perdido que nunca pierde la esperanza y en el otro espacio, La Tierra, vivimos una lucha contrarreloj para encontrar una solución para rescatar al astronauta abandonado.
Funcionarios, tecnicos y científicos de la NASA se ponen en marcha utilizando la técnica y la ciencia para conseguir devolver a la tierra al náufrago “marciano”, un primer colonizador, un pirata galáctico, un sobreviviente.
Ridley Scott vuelve con un tema de ciencia ficción después de esos inicios tan prodigiosos, que nos dejaron dos de las joyas más interesantes sobre el género, Alien y Blade Runner. Quizás lo que hace Ridley Scott en esas películas es aprovecharse del género de la ciencia ficción para introducir y mezclar géneros. En MARTE trabaja en esa misma dirección, hay mucho de humanismo en el planeta rojo y mucha más ciencia ficción en los entresijos de la NASA en nuestro planeta TIERRA. Conseguir que esos funcionarios y ejecutivos vendan un fracaso de la expedición ARESIII al planeta Marte como un éxito de la ciencia y la técnica al intentar recuperar al astronauta perdido. Esa mezcla de géneros apenas se vislumbra en pantalla, como dije en la entradilla, tiene mucho del patriotismo de Salvad al soldado Ryan, (el cartel de la película lo destaca), un patriotismo que esconde el fracaso de la misión, pero que la propaganda del rescate al modo “reality show” consigue sus objetivos, una sociedad, un país, un mundo pendiente de un planeta lejano donde un náufrago lucha por sobrevivir. En ese lugar lejano se sienten los toques de Náufrago, otro referente que me viene a la memoria, tenemos un personaje perdido que sustituye un coco por una cámara de video, y donde en Náufrago, una isla todo es soledad en un planeta inmenso es la soledad absoluta, pero la tecnología es superior, y en los dos espacios, se deben mezclar con el ingenio del hombre, y las ganas de vivir. Y hay que cerrar con ese toque de Gravity en algunas de las escenas espaciales.
Luego vendrán los esfuerzos de los científicos y las arriesgadas soluciones, para mantener el suspense hasta el último extremo, el resultado final, es un entretenimiento que funciona como un engranaje casi perfecto, y nos deja una película que nunca se aleja del drama pero llevada con ese toque de humor que recuerda a películas de otras décadas pero con los recursos cinematográficos actuales, con unas actuaciones que se hacen creíbles, pequeños papeles abarcan los sentimientos mas naturales de la humanidad, aunque el desarrollo del personaje principal destaca sobre el resto. Puede servir esta película para promocionar los viajes tripulados a Marte, es un excelente anuncio publicitario para la NASA, muy largo y muy entretenido. Hay un homenaje a los pioneros de la conquista del espacio y a la colaboración entre países para un conseguir buenos fines.
Creo que Ridley Scott a los 77 años ha conseguido recuperar sus mejores momentos como realizador y parece ser que continúa con la saga de Alien después de la precuela de Prometheus.
estreno 16 de octubre de 2015
Director: Ridley Scott
Guión: Drew Goddard (basada en la novela de Andy Weir)
Reparto: Matt Damon, Jessica Chastain, Kate Mara, Chiwetel Ejiofor, Kristen Wiig, Jeff Daniels, Sebastian Stan, Mackenzie Davis, Michael Peña, Sean Bean, Donald Glover, Aksel Hennie, Mark O’Neal, Brian Caspe
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.